Reactivar y fortalecer la economía es el desafío más grande que enfrentamos este año y sin duda les digo que podemos lograrlo. Pero para hacerlo y atender efectivamente las necesidades de los venezolanos, debemos poner en práctica cuanto antes un conjunto de lineamientos y políticas que se basen en las enormes potencialidades de la economía nacional y enfrentar directamente las causas de los problemas que las están afectando. Así podremos desarrollarlas en plazos inmediatos.
Atendiendo el llamado presidencial a presentar propuestas para consolidar ese despegue económico que todos exigen hoy, hay varios elementos que queremos plantear a modo de aporte al trabajo que viene haciendo el Consejo Nacional de Economía Productiva, diseñando estrategias que permitirán apalancar el desarrollo e impulso del nuevo sistema económico -productivo y diversificado- que nuestros ciudadanos necesitan.
Nuestro modelo económico debe construirse sobre las bases del Socialismo del Siglo 21, no sobre las del capitalismo, del comunismo o del socialismo tradicional. Debemos construir nuestro propio modelo. Uno que cuente con la participación de las empresas públicas y privadas, de todas las organizaciones que representan los sectores productivos del país, incluyendo -y dándole especial participación- a las que están lideradas por el Poder Popular, y por supuesto, a las autoridades nacionales.
Es necesario crear una política de asignación selectiva de las divisas disponibles, priorizando los sectores de alimentos, medicinas y productos para la higiene personal; y que esta se estructure siguiendo un efectivo esquema de planificación. Una política dirigida a la inversión en materia prima, equipos e infraestructura para reimpulsar la producción, con el apoyo de las entidades financieras del Estado.
Por otra parte, en todo el sector laboral deben aplicarse las 3 R: revisión, rectificación y reimpulso. Se requieren tanto incentivos como normas claras para los trabajadores y empleadores. Las Inspectorías del Trabajo tienen que hacer todo a su alcance para garantizar la eficiencia del proceso productivo, haciendo hincapié en los mecanismos regulatorios y sancionatorios para ambas partes.
En las próximas columnas seguiremos presentando nuestras propuestas, pero desde ya les digo que en tiempos de crisis hace falta el apoyo y la unión de todo el pueblo. Somos fuertes y muy capaces. Tenemos todo para ganar la batalla económica. Un abrazo.