El desbarajuste económico

Venezuela está bajo ataque constante, bloqueada en silencio económicamente por la mafia financiera global, su moneda sometida a la presión criminal de páginas como el apátrida dólar today, y por la economía mafiosa de frontera, con sus casas de cambio y un contrabando de extracción totalmente amparados y apoyados por el gobierno de Colombia.

Aunque Venezuela paga puntualmente todos sus compromisos internacionales y aunque el estado venezolano trata lo mejor posible de mantener la paz y la tranquilidad de la nación, las compañías de evaluación de riesgo, todas al servicio de las elites financieras, siguen aumentando el nivel de riesgo, volviendo más difícil y costoso el acceso al crédito internacional, y creando una matriz de opinión negativa sobre la situación del país.

Bajo el asedio constante de la poderosa y criminal administración imperial, con sus amenazas de intervención, la descarada injerencia por parte de su ministerio de colonias, la O.E.A., y los continuos actos terroristas de una oposición arrastrada a los caprichos imperiales, el pueblo de Venezuela se ve sometido a una terrible e incómoda situación, done la escases las colas y la violencia generalizada son ya la norma.

Desde la victoria del comandante Chávez, las fuerzas imperiales y sus lacayos de las oligarquías locales comenzaron los procesos de desestabilización. Luego del golpe de estado del 2002, golpe apoyado y legitimado por la O.E.A., el gobierno gringo y el reino de España, que todavía tiene ínfulas imperiales, y donde el pueblo venezolano junto a sus leales fuerzas armadas les infligieron una derrota apabullante, las fuerzas oscuras de la derecha fascista global se idearon la estrategia perfecta, sembrar el caos dislocar todo el proceso de distribución y producción, poner al pueblo a sufrir y pasar hambre, buscando por medio de las noticias falsas, los rumores y las medias verdades, quebrarnos, dividirnos y ponernos a pelear a todos contra todos, esta estrategia se multiplico exponencialmente después del asesinato del comandante Chávez, y en los últimos cuatro años el gobierno de Nicolás Maduro y su pueblo han sido víctima de los peores y más viciosos ataques desde fuera y desde dentro.

Durante años los pensadores progresistas y de izquierda han estado debatiendo si se debe tomar el poder por medio de elecciones, y tratar de cambiar el modelo desde allí, o simplemente ir construyendo un modelo alternativo desde abajo, horizontalmente, como están tratando de hacer nuestros hermanos zapatistas. Chávez, desde su visión, trato de hacer las dos cosas, tomar el poder, empezar a cambiar el estado, y construir, a través de las misiones y grandes misiones, un nuevo modelo económico comunal y solidario, que fuera creciendo y consolidándose mientras el viejo edificio del estado burgués era demolido desde adentro. Ya lo decía Marx, hay que tomar el poder por asalto, mantenerlo por la fuerza contra el ataque inevitable de la contra revolución, y entregar este poder al pueblo lo más rápidamente posible, bien conocía Marx la terrible fuerza corruptora del estado burgués.

Chávez, bajo asedio constante, trato de cumplir su promesa de cancelar una deuda social inmensa contraída por la falsa democracia de la cuarta república, dándole educación, salud y voz un pueblo marginado y olvidado por las elites locales. Trato incansablemente de educar a su gente y al pueblo en general, para despertar sus conciencias y crear en los venezolanos ese pensamiento crítico tan necesario para enfrentar y derrotar la campaña de destrucción del conocimiento y alienación de las masas llevada adelante con fuerza por las elites imperiales. Pero para eso 20 años son muy poco tiempo, en especial cuando la penetración cultural del poder hegemónico global, sus medios de desinformación y su industria de la mala cultura nos bombardean constantemente con su basura intelectual.

Es inevitable que al llegar las fuerzas revolucionarias al poder, lleguen con ellas los arribistas de siempre listos para disfrazarse, beneficiarse del poder e incluso sabotear el proceso de cambio necesario para desmontar el estado burgués y entregarle el poder al pueblo, buscan estos parásitos, estas nuevas elites formadas en revolución, mantener sus privilegios, incluso pactando con el enemigo y traicionando la revolución. Esa inevitable confrontación dialéctica dentro del gobierno ha sido también una de las causas de todo el desbarajuste.

Una vez desatada la guerra económica y comunicacional en contra del pueblo, la confusión, el desasosiego y el derrotismo se apoderan de las mayorías, y el caos generalizado comienza a hacer estragos.

Hoy vemos al pueblo robando al pueblo, revendiendo los productos que el gobierno con gran esfuerzo entrega con precios subsidiados, los grandes comerciantes y las corporaciones siguen con su plan de desabastecimiento programado y el contrabando de extracción corrompiendo funcionarios y comprando conciencias.

Muchos panaderos y comerciantes, algunos de los cuales fueron recibidos con los brazos abiertos por nuestro país, cuando huían del hambre y la pobreza que azotaban a Europa durante y después de la segunda y sangrienta gran guerra, hoy no solo esconden y revenden los productos, sino que en el caso de los panaderos, producen panes de muy baja calidad, de pequeño tamaño y muy bajo peso.

Panaderías, abastos y farmacias, con la historieta de que los comerciantes pueden importar con sus dólares, se han convertido en una especie de supermercados donde se consigue de todo, pero a precios excesivos y casi siempre los productos son de la peor calidad.

La inflación, más que todo inducida, causa estragos en los sueldos y las pensiones, aunque el gobierno trate de protegerlos con aumentos de salarios que son mandato constitucional.

Los dueños de locales comerciales suben los alquileres como les da la gana , sin tener en cuenta que una empresa pequeña no puede ni doblar ni triplicar sus ventas o sus precios, lo que va llevando a la quiebra a muchos pequeños y medianos empresarios.

La banca, tanto pública como privada, siguen ofreciendo el peor de los servicios, entre muchos de los abusos, se le exige a los comerciantes legales con locales, facturaciones excesivas para poder mantener un punto de ventas, mientras se le otorgan puntos a buhoneros y bachaqueros.

Alquilar una habitación para vivir se ha convertido en un lujo, pese a que existen leyes tratan de proteger a los arrendatarios.

La guerra económica, nos ha sumido en un neoliberalismo de facto, del que parece imposible salir, y que pretende llevarnos a una confrontación entre hermanos.

El pueblo venezolano sigue profundamente dividido, entre aquellos que captaron e internalizaron el mensaje revolucionario del comandante, quienes se están organizando en consejos comunales, movimientos sociales y comunas, para superar el rentismo y crear contra viento y marea una nueva sociedad más justa y solidaria y aquellos que siguen creyendo en los cantos de sirena y la propaganda capitalista, aquellos que se aprovechan de sus posiciones en el estado o en los consejos comunales y los partidos políticos para su propio beneficio, que sacrifican sus ideales por unos dólares más, o los que se niegan a organizarse en un Clap, porque ni de vaina se van a "humillar" para recibir una bolsa de comida del "régimen Castro comunista".

Así las cosas, mientras el mundo es llevado hacia el desastre por unos pocos psicópatas enfermos de poder que controlan las grandes fortunas y las corporaciones globales, en la patria de Bolívar y de Chávez, algunos se siguen peleando por un rollo de papel toilette, por una bolsa de harina de maíz o por una canilla de pan a sobreprecio, echándole la culpa de todo al "modelo" o al presidente Maduro, sin darse cuenta de cuál es la verdadera causa de todos nuestros problemas, que no es otra que el habitar una parte del planeta que para bien o para mal posee la mayor reserva de petróleo, una de las mayores reservas de agua, de coltan, de oro, y tiene una gran abundancia de otros materiales estratégicos, lo que nos convierte en el más preciado botín para las grandes potencias y sus elites corporativas, quienes desde hace siglos han construido su bienestar con el sacrificio de los pueblos bajo su yugo imperial.

Muchos en la izquierda más radical, atacan sin cesar al presidente y a los principales dirigentes del chavismo "oficial" pero sin ofrecer soluciones efectivas. Personalmente no he visto ni conozco a ningún líder de la izquierda radical que este pateando las calles de la nación construyendo un movimiento horizontal de masas para en caso de elecciones ofrecer una alternativa coherente al chavismo. No escucho a nadie hablar sobre cómo piensan ellos enfrentar el ataque frontal de las elites corporativas financieras globales contra todo lo común, ni escucho programas de gobierno alternativos que puedan combatir con éxito el desbarajuste económico en que nos han sumergido muy a propósito los contrarrevolucionarios.

Los partidos de la derecha, no tienen ningún plan, únicamente proponen tumbar al chavismo para tomar el poder y lograr un "cambio", que ya vemos a donde está llevando a la república Argentina con el corrupto de Macri al mando, y a Brasil que hoy en manos de un usurpador, está siendo vendido en pedazos al mejor postor. Sabemos bien que detrás de todas las mentiras de los partidos de derecha, siempre está la entrega de la patria y sus recursos a las elites financieras globales, la represión, la violencia y el sufrimiento de los más humildes.

No puedo predecir el futuro de la humanidad en estos tiempos de profundas crisis, económicas, sociales y ecológicas, no sé si los adictos al poder serán capaces de llevar a la humanidad a un enfrentamiento apocalíptico o si el desquiciado afán consumista del capitalismo salvaje acabe por destruir los delicados balances de la madre naturaleza.

Pero de algo si estoy seguro, que solo desmantelando el estado burgués y construyendo un estado comunal totalmente diferente con su propio modelo de producción solidario, justo y complementario, la humanidad tiene la oportunidad evitar la catástrofe. Esto no se lograra de la noche a la mañana y requerirá de mucha dedicación y esfuerzo.

En Venezuela, nos dimos una de las constituciones más progresistas del planeta, a la que debemos defender con todas nuestras fuerzas, Chávez nos dejó un plan de la patria, que fue convertido en ley por una asamblea legitima y patriota, que aunque podamos no estar de acuerdo con algunos de sus aspectos, es quizás el único plan coherente para insertar al país en un mundo en manos de capitalistas y guerreristas, y una forma eficaz de comprobar si el actual gobierno va o no por buen camino.

De regresar la derecha fascista al poder, construir un estado comunal sería una misión imposible y el avance de la barbarie seguiría sin freno.

Son estos tiempos difíciles y peligrosos, por lo tanto hoy más que nunca es necesaria la unidad de la gente decente, es necesario el pensar con claridad, objetivamente poniendo las cosas en su contexto local y global, pero sobretodo, tiempos de no dejarse arrastrar por la irracionalidad y la violencia, tiempos de trabajo, de lucha y dios lo quiera de la victoria del socialismo bolivariano sobre la barbarie capitalista.



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Gustavo Corma


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