Frente a la crisis, hay salida económica y soluciones política

Como podemos salir del atolladero político venezolano, es una preocupación general de la sociedad venezolana, sobre todo del sector clasista de los trabajadores, ellos son las victimas directa de la crisis política y económica del país, los que acude al trabajo esperando con su esfuerzo y sudor puedan suplir las necesidades materiales de la familia, célula fundamental del Estado, en tanto que este, está obligado mediante el gobierno atenderla, esa ciudadanía obrera, pero también campesina puesto que el problema los ha colocado con la pulverización del salario a los niveles críticos de subsistencia, toda vez que el Estado no es productor de alimentos y fármacos generales, con algunas excepciones, mientras que el capital privado es productor esencial de todos aquellos que necesita la sociedad.

En situación de crisis económica del capitalismo mundial, Venezuela no está exenta, devaluación del bolívar frente al dólar, de especulación de precios de los bienes, de disminución de divisas a causa de la caída de los precios del petróleo, de bachaqueo, contrabando y desvío de los bienes esenciales, alimentos y fármacos hacia otros países pone de manifiesto que la revolución bolivariana no está blindada frente a estos avatares, requiere fortalecerse, crear un sector económico, autónomo, suficientemente capaz de generar alimentos y fármacos básicos para la sociedad, para ello aprovechar la cooperación internacional, de la India e Irán, de Vietnam y Cuba, incluso de China y Rusia, formar un fuerte movimiento cooperativista de alimentos, en producción agrícola y distribución, así como empresas de producción social de fármacos capaz de abastecer con productos genéricos a la población mediante empresas como farmapatria entre otras.

Solo la producción y la distribución de alimentos y fármacos frenaría la escasez de estos bienes básicos, objeto de manipulación de empresas y laboratorios internacionales, con su estrategia pretenden extorsionar a los electores, chantajearlos políticamente, con los precios especulativos, respondiendo a cada aumento de salario con un nuevo aumento de precios, manipulando la existencia de los productos, los stock de producción, además creando dependencia externa con la materia prima importada y la producción interna, debemos con producción social atacar los sobreprecios, ofertar al mercado más productos socialmente producidos, es decir con producción y distribución social, solo los mecanismos de participación económica popular nos salva de la delincuencia económica, la contraloría popular.

La producción soberana, la producción popular solo garantiza al pueblo sus alimentos y fármacos, incrementado la capacidad de oferta, frenar las arbitrariedades de los productores privados, acerca el productor al consumidor, vigilar la cadena de distribución frente a las acciones saboteadores y especulativa de los bachaqueros, así como sus redes y complicidades con los mercados privados, quienes viene ejerciendo actividades subversivas en lo económico, aprovechándose de la devaluación del bolívar, de la guerra del dólar today, cuya única labor es devaluar el bolívar, encarecer los productos importados y pulverizar el salario, hasta ahora una operación de guerra económica, un delito contra los ciudadanos y sus familias que los condenado al empobrecimiento progresivo y la miseria social, a los límites de la subsistencia.

Aquí se presenta un desafío a la política económica del gobierno, un reto de envergadura en el marco de la economía mixta postpetrolera, una economía no dependiente, para ello, se debe colocar las bases fundamentales de cooperación, de apalancamiento, de impulso social, el capital semilla, el proyecto socioeconómico, asumir un proceso de integración, de coordinación, articulación en las cadenas, sobre todo crear estas últimas como centros de distribución y consumo, Endogeneizar lo más que se pueda la producción, eso equivale trabajar con los propios recursos en primera instancia, aportar a la sociedad bienes propios, solidarios, de calidad progresiva, mejorando la satisfacción del cliente, del consumidor trabajador como prosumidores.

En cuanto a la salida política de la crisis, la constituyente es un mecanismo constitucional para dirimir la crisis política y social, el no acatamiento de la misma, aísla a los grupos sociales opositores, ellos no presentan ninguna oferta política, no cuestionan la situación de hambre, de pobreza, de pulverización del salario, los precios especulativos al vaivén del dólar today, tan solo se limitan a una única solución inconstitucional por demás, la salida de Maduro, nada de lucha contra el aumento de los precios, el aumento del costo de la vida, está claro que su objetivo político no es este, aunque manifieste ira o malestar por la situación económica, su propósito se reduce a destituir al presidente Nicolás Maduro, pasando por encima de la Constitución y el voto popular que le dio el mandato.

Pese a lo anterior; la escasa organización política de la oposición compensada por el apoyo internacional, en especial del gobierno de Donalt Trump, de los Estados Unidos, el parlamento europeo, los gobiernos de Chile, Colombia, Brasil, Perú entre otros asi mismo el capital privado nacional y el poder de la mediática internacional y nacional quienes presionan en la medida que la constituyente se acerca a su fin, la convocatoria de la Asamblea Popular, por eso la presión de los precios a niveles hiperinflacionarios, la subida del valor del dólar today, la dolarización de los precios, la presión internacional de los países de la OEA, la amenaza de intervención en nombre de una presunta justificada crisis humanitaria, todo ello conspira contra la soberanía nacional, la independencia y la autonomía como país, valores consagrados en la Constitución Bolivariana.

Al parecer la Constituyente restablecerá la justicia, sancionará la impunidad, castigara a quienes delinquen contra el Estado nacional, a quienes invocan la traición a la patria, la intervención internacional y la injerencia en los asuntos internos, deberá tomar decisiones institucionales contra el poder constituido, en especial contra la impunidad de la Fiscalía, el desacato de la Asamblea Nacional, los delitos de utilizar la inmunidad parlamentaria contra el Estado de derecho y de bienestar social, por ello constitucionalizar las misiones, de la misma manera tomar decisiones contra los delitos económicos tales como el bachaqueo, la desviación de alimentos y fármacos, la desregulación de los precios y toda forma de operaciones financieras y económica que desestabilicen la economía nacional, que atente contra la calidad social de vida del pueblo venezolano. Tales son las tareas por resolver para reflotar la sociedad venezolana.

 

 



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Alexander Kórdan Acosta R.

Economista. Magíster en Gerencia de Servicios Administrativos. Doctor en Ciencias Estratégicas para el Desarrollo. Profesor de la Universidad Bolivariana de Venezuela (UBV). Instructor de Cooperativismo Comunitario.

 kordankovki@gmail.com

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