Confieso, mi crasa ignorancia sobre economía, disciplina a la cual le tengo mucho respeto, como a muchas otras, pero a esta en particular por lo que siempre ha significado para los individuos, familias, países y para el planeta. Esta ciencia atiende una variedad de visiones, tiempos históricos, organizadas en lenguajes, que para algunos lucen herméticos y para otros son sencillamente expresiones especializadas, con las cuales una amplia comunidad, no está suficientemente familiarizada; también esto ocurre con el lenguaje médico, jurídico etc., etc. Le oí decir alguna vez a un gran amigo el poeta Valera Mora: "coloca una palabra complicada una al lado de la otra, he allí un sociólogo", el, "Chino" era sociólogo.
Pero resulta que en el caso de la Economía, el asunto adquiere dimensiones relevantes, sobre todo cuando se trata de una Nación, de sus recursos potenciales y de su gente, pues entra en juego la Política que es una variable conjugadora y rectora, sin la cual sería imposible establecer los equilibrios necesarios en la sociedad.
Es que las ideas, las opiniones, las palabras, generan interpretaciones y a veces complicaciones, hasta a aquellos que con claridad, propiedad y con conocimiento del tema las formulan. No olvidamos el incomodo momento que vivió un antiguo e ilustrado profesor y amigo, José Bernardo, por emitir una opinión astrológica en relación a un Presidente de la República en funciones.
A pesar de mi confesión sobre la complejidad de la economía, me atrevo a emitir opinión apoyándome en lo señalado por un viejo pensador, profesor de Alejandro Magno y de unos cuantos griegos: "El hombre es un Animal Político", y explica muy bien porqué. Siendo la expresión tan añosa, me identifico con ella, entendiendo y tratando de no obviar los aportes de otros pensadores en cuanto a la apreciación de contextos específicos.
Y, esta introducción, tiene que ver con las enormes expectativas que pudieran crearse con la Constituyente, en un momento en que se requiere un hilo muy apropiado que nos conduzca con certeza en la salida de este laberinto. La historia humana se sostiene con referentes, y en el pasado conseguimos datos, que pueden resultar, incómodos, pero también pueden ser luminosos.
PRIMERO: en 1999, el 15 de diciembre, asistimos al evento constituyentista y, al parto de su hija la Constitución Bolivariana. Habíamos participado, en aquellos días en ese inédito y político-festivo evento, intercambiando opiniones, subrayando por aquí y por allá, la versión que se editó y divulgó con tal motivo. A un sector importante de la población nos pareció un hito histórico, estábamos en pleno ejercicio de gozo y disfrute ciudadano. También esa fecha, fue muy dura para todos, y a unos cuantos hombres y mujeres, los embates del clima les llevó a recordar la frase atribuida a Bolívar en 1812, "Si la naturaleza se opone…".
También esa Constitución concitó la animadversión, de un grupos de la población que preferían la quietud legislativa del periodo puntofijista, esa especie de "mare nostrum" bien conocido y navegado por ellos. La oposición conspiró, rompió, denigró e ignoró durante un tiempo ese texto, hasta que cayeron en cuenta que las leyes, cualquiera que sea no salen cual genio de los textos a dinamizar y resolver nada, además también entendieron que en la elaboración y redacción de esos trescientos y más Títulos, Capítulos y Artículos, participaron algunos personajes, que al parecer "deslizaron" ciertos "asuntillos", en los textos, y que además (por razones de contexto histórico)hubo la presencia de gente desinformada o ingenua, y en otros casos más clientes políticos que legisladores. Esto abría las posibilidades de hacerla amigable y ponerla a jugar para sus posiciones. De todas maneras esto no le quita grandeza a la Constitución Bolivariana, lo que dificulta la explicación de su sustitución.
Generalmente se comenta sobre el peligro de las letras chiquiticas en los contratos. Los adversarios entendieron esto, por ello el jardín constitucional se llenó de nuevos amores y muchas carantoñas. Si la Constitución hablase, seguramente exclamaría como aquel parlamentario alemán" ¿Qué he hecho, que la canalla me aplaude?" (1) y seguramente a los amigos obligados a defenderla: dinamizándola, actualizándola, llenándola de vida permanente, que gobernaron durante muchos años en nuestro parlamento, también ELLA les diría lo suyo.
SEGUNDO: En diciembre del 2015, fuimos a elecciones parlamentarias, el liderazgo que está al frente de este proceso político Bolivariano, estaba al tanto de la atmósfera que vivió la nación con la enfermedad, y la muerte del presidente Chávez, unido a la crisis económica que se asomaba con fuerza y la conspiración que desde 1999, ha estado muy activa. También sabía de la crisis imperial norteamericana y su juego en el reacomodo mundial, donde Venezuela por sus características geopolíticas, está en el centro del huracán latinoamericano y caribeño.
En esa oportunidad electoral parlamentaria, hubo prácticas políticas más propias de los partidos tradicionales que de la vanguardia que pretende establecer un modelo de sociedad radicalmente diferente al pasado. Los resultados no fueron realmente sorpresivos. Si algún miembro de la oposición imitando al emperador Calígula se le hubiese ocurrido postular a su caballo, tendríamos hoy a Incitato de diputado en el Parlamento Nacional. Después oímos el lacónico análisis: "eso fue una victoria circunstancial de la oposición" (¿?)
No se nos escapa que en ese tiempo, la oposición hizo uso y abuso de la oferta electoral, oportunista y demagógica; en un momento de severas anomalías económicas, (que se han incrementado) como expresión de un complejo tinglado de muchas aristas y responsabilidades y de pocas inocencias.
La llegada al parlamento de la mayoría opositora, pareció más bien la toma militar de una fortaleza que la ocupación de curules legislativos. La pregunta que uno se hace: ¿Estaban las fuerzas opositoras nacionales, por si solas, en capacidad de cumplir las amenazas, entre ellas, la toma del poder político, O era una estrategia u otra fase de "degradación institucional" con fines aviesos, en el marco de un Plan Imperial? que no ha dado resultados a pesar de los diferentes ensayos bélico-políticos.
La política venezolana emprendida en 1999, liderada por Chávez, abrió una objetiva ventana de posibilidades democráticas y revolucionarias, no era cualquier cosa lo que cercanamente nos antecedía: los cuarenta años del Puntofijismo, que comprendieron dos décadas de Estado Terrorista y las otras ,integradas por la Década Perdida y la aplicación del Consenso de Washington, nombres estos que han pretendido ocultar el dramático vivir político-económico de nuestros pueblos latinoamericanos sometidos a los poderosos intereses de los sectores económicos y políticos nacionales y transnacionales.
Vienen tiempos con interrogantes, no conocemos de la existencia de esferas de cristal que nos revelen el futuro, en tal caso en la esfera mayor, que es nuestro planeta, se anuncian tempestades de distinta naturaleza, que van desde la crisis climática y ecológica, la exacerbación de las guerras convencionales, los conflictos económicos, y el Armagedón nuclear; y nosotros en lo local no escaparemos a las propias ni a las exógenas.
El discurso político gubernamental nacional, cada día se impregna más en cuanto al final de la economía rentista petrolera, claro, la realidad está presente y, obliga su mención, pero hay dudas de que esto corresponda a una real toma de conciencia, por ello la vieja dinámica económica sigue su curso. Sin embargo es menester reconocer que no es tan simple cambiar modelos económicos tan contrarios, no hay varita mágica que resuelva rápidamente tantos años de cultura capitalista petrolera, pero eso fue la propuesta hecha a la Nación.
En el discurso de Chávez, hay claves, que de haberse descifrado acertadamente hubiesen ayudado mucho a los fines de ir sentando las bases para la implantación del nuevo modelo económico. El texto del Golpe de Timón, es un buen ejemplo: "¿Será el ferrocarril el objetivo? ¿Será la carretera el objetivo? ¿O cambiar toda la relación geográfico-humano socio territorial y cultural de sus inmediaciones a lo largo de un eje? Este último si es, pero, pero a veces no lo queremos entender, a veces no, casi nunca lo entendemos".
Aunque parezca simplona la cosa (le pido disculpas a los eruditos y a los altos planificadores) pienso que hay que hacer un ejercicio de caracterización de la nación, efectivamente somos un país potencialmente rico, así lo indica las Cornucopias de la abundancia en nuestro Escudo o los poemas de Andrés Bello y Lazo Martí, y los que lo hemos recorrido con interés cultural lo atestiguamos; pero eso sí, Potencialmente Ricos, pero en la realidad real Modestos, por razones políticas y económicas históricamente conocidas.
Avanzamos sin tregua en la conformación de Mega-ciudades, donde se observan importantes desarrollos verticales, que cada vez más, exigirá una poderosa asistencia de servicios de toda naturaleza, es el Estado resolviendo ciertamente problemas de vivienda a los más desfavorecidos, pero cuidado si una incorrecta planificación nos lleve a crear demandas sociales y materiales en el futuro, que una nación de modestos ingresos, urbana, de larga cultura rentista, posiblemente no estaría en capacidad de resolver, ni INMEDIATA NI MEDIATAMENTE.
Nuestros líderes, permanentemente nos recuerdan que la caída de los precios del barril petrolero, ha afectado de manera considerable a la Hacienda Pública y muchos planes no se han podido realizar, sin embargo se mantiene intacto lo relativo a las inversiones en las Misiones Sociales. Pero no deja de llamar la atención el crecimiento de la burocracia, y otros gastos, que según algunos comentaristas se cubren con la creación de dinero inorgánico y endeudamiento interno y externo. A la larga corremos el riesgo de caer en manos de los prestamistas multinacionales y un quiebre del proyecto Socialista.
Nota: Terminando este texto leo en un portal, de la presencia de una Cruz Templaria en la fachada de la residencia del caballero excarcelado. A propósito de ello, leyendo por allí, me encontré que a comienzos del Siglo IV (d.C) En el relajo de poder que tenían los romanos, con abundancia de Augustos, Césares ,y largas listas de aspirantes, dos de ellos, Constantino y Majencio, se aprestaban a enfrentarse, muy cerca de Roma. Se cuenta que Constantino vio una Cruz en el cielo, luego una voz que le ordenó pintarla en los escudos de sus legiones, y así emprender el combate contra Majencio, a quién derrotó y cuyo cadáver y la de sus soldados fueron arrastrados por el Tíber hacia su desembocadura. Así terminaba una época, la cristiandad había triunfado sobre el paganismo. Después de dieciséis siglos: ¿Aparecieron señales en el cielo? ¿Hay un mandato celestial? ¿Es esto un anuncio de guerra?
LA REVOLUCION ES CULTURAL
1) Al parecer la expresión correcta atribuida a Bebel es ¿Que has dicho viejo imbécil, que la canalla te aplaude?/me he tomado la licencia de adecuar la expresión al tiempo actual