Estabilizar la economía nacional es uno de los retos más grandes que enfrentamos en este momento, pero sin duda alguna les digo que podemos lograrlo. En la columna anterior hicimos hincapié en la importancia de que exista en nuestro plan económico emergente una perfecta coordinación entre las políticas cambiaria, monetaria y fiscal, sustentada en un modelo de gestión por resultados.
Por ello, venimos proponiendo un conjunto de acciones integradas, a partir de la consideración de las diferentes áreas de la economía y sus problemas de mayor criticidad, así como las acciones inmediatas y mediatas que hay que desarrollar. El plan debe incluir las metas a alcanzar, las acciones y el costo financiero de cada actividad, y su seguimiento.
Debemos optimizar y potenciar las fortalezas de la actual política fiscal y desarrollar nuevas fuentes de fiscalidad para impulsar las acciones que vienen desarrollando las autoridades que rigen la materia. A modo de propuesta sugerimos maximizar la recaudación fiscal, vía tributaria, a través de la formalización del "trabajo informal" y la sustitución de los subsidios regresivos (electricidad, agua, gasolina, etc.) por subsidios directos con límites de consumo. La reducción de los impuestos regresivos (IVA, tasas arancelarias para exportaciones, etc.) y el impulso de los progresivos (impuesto a la ganancia); además del fortalecimiento de los ingresos fiscales con la aplicación de nuevos impuestos (a la contaminación).
A esto debe sumarse la aplicación de un conjunto orgánico de incentivos a las exportaciones y la minimización del uso de la "prima cambiaria", como fuente de financiamiento del gasto público.
Entre las acciones que deben ponerse en marcha planteamos la activación de una Comisión Técnica ad hoc, para que realice una evaluación y propuestas de decisión en cuanto a la reforma de las leyes relacionadas con la materia tributaria (ISLR, IVA, entre otras) y la Ley del Banco Central de Venezuela. También la cuantificación del impacto fiscal del trabajo informal y una revisión de los criterios sobre el cálculo de la estructura de costos legalmente establecidos. Esto, aunado a la elaboración de un informe técnico sobre la situación actual de la fiscalidad en Venezuela: sus problemas, posibilidades y oportunidades, enmarcadas en la realidad económica del momento.
Los objetivos deseados son el fortalecimiento de las cuentas y de los ingresos fiscales y el mejoramiento de los servicios públicos. Apliquemos el plan y lo lograremos. Un abrazo.