Los precios acordados, son un mecanismo económico de defensa al pueblo consumidor, aplicado con éxito en Argentina. Economistas de intención no politizada por intereses bastardos, han explicado que no se trata de ningún control del Estado, precios acordados involucra a todos los actores que intervienen en la cadena productiva. Productores, importadores, y transportistas no pueden decir: “me es imposible seguir en la actividad porque no obtengo ganancia”. En los precios acordados se considera el beneficio del empresario, se transparentan los costos y los precios que realmente deben tener los productos, el cálculo del índice de precios al consumidor causante de anarquía en cada rubro, y que se coloca sin mayores detalles, es frenado evitando la hiperinflación.
Naturalmente la colectividad debe estar informada en profusión, descartando los precios irreales e igualmente todo aspecto especulativo, razón por la cual el precio acordado hace efectiva la cadena productiva, sin deteriorar el poder adquisitivo del consumidor, que hace agua cada aumento de sueldo. La transparencia en las negociaciones a los diversos niveles es fundamental en los precios acordados. La confianza en el método debe especificarse, y para ello pueden y deben contribuir los medios de comunicación social. Es imprescindible que la prensa y la oposición en Venezuela, abandonen cualquier interés perverso de “sacarle punta política a las desgracias”, en muchos casos provocando deliberadamente las situaciones, o aplaudir amenazas contra su país.
“Bajarle dos” a propósitos politiqueros, y dejar de chantajear porque aspiran sacar del gobierno al líder principal, como en los casos de Chávez y Maduro, es vital. Precios acordados significa sacudirnos la burguesía parasitaria, pedigüeña de dólares al Estado. Acordar sanciones para los “acuerdos” de corruptores y corruptos. Contamos con el Fiscal General que tiene pillados a los que se ponen “de acuerdo” para robarnos, con anuencia del capitalismo salvaje y el boicot financiero desde EE UU, junto a gobiernos europeos y latinoamericanos. No nos hundirán en el neocolonialismo disfrazado de democracia representativa. El acuerdo incluye que los dólares no se regalen, sino, que se presten como en otras naciones, siempre en el marco del socialismo bolivariano siglo XXI.
