Rol de la escala móvil salarial en la guerra contra Fedecámaras

Iniciando este agitado año, el FMI resaltaba sus pronósticos negativos sobre la economía venezolana, anunciando una inflación de 1660 por ciento, justificaba su pronóstico en los "desbalances" de la economía, y la caída de los precios del petróleo. Estimaba, una retracción de la misma en 4,5 por ciento este 2017. Una vez hechas públicas, las predicciones del FMI, el Vicepresidente Tareck el Aissami, respondía en términos tajantes en una intervención ante el Consejo de Economía Productiva, ente, que reúne a los principales miembros del sector empresarial productivo del país, a quienes señalaba: "Nosotros, no creemos nada de lo que dice el FMI sobre las predicciones del crecimiento económico del país". Auguraba, en sentido contrario Tareck, una visión optimista, señalando que este año, sería el de despegue de la economía. El camarada Presidente Nicolás Maduro, lanzaba a los países miembros de la OPEP más Rusia, su propuesta para estabilizar los precios y se desplegaba el otrora Canciller de Hugo Chávez, hecho Presidente, en viaje de convencimiento, cuyos resultados los podemos apreciar ahora, en que la cesta OPEP promedia un valor superior a los 55 dólares, muy superior al promediado en 2016, que superaba apenas los 22 dólares. Olvidaba Tareck, la llamada Ley de Murphy: "Si algo puede salir mal, probablemente saldrá mal". Peor aún, obviaba también, que la economía venezolana es objeto de acciones encubiertas en su contra por parte de agentes económicos, internos y externos, cuyas acciones sobre la economía venezolana tienen efectos perversos e inevitables. Al menos, por ahora. En conclusión, si el FMI predice que la economía irá mal, lo más seguro es que así ocurrirá. De ello, se encargarán sus agentes políticos y económicos de que ello ocurra. Como en efecto ya ocurrió iniciando el mes de abril, la violencia política opositora, tomaba cuerpo y el país todo, se vería afectado en su funcionamiento no solo institucional sino económico, ya que las acciones de violencia se concentraban en importantes vías de comunicación, imposibilitando a los productores llevar sus productos, valga la redundancia, a los principales centros de consumo de la población. Por otra vía, se amenazaba con la destrucción de sus cosechas a importantes productores del occidente del país, si intentaban sacar su producción hacia las ciudades capitales; con lo cual, la oposición -teledirigida desde Washington- pretendía hacer realidad su campaña de "crisis humanitaria", principal eslogan con el cual motivarían la intervención "humanitaria" imperialista, tipo Libia, Irak o Afganistán.

Apenas iniciaba la campaña de violencia opositora, el FMI se permitió reajustar su pronóstico sobre Venezuela. Ahora, la inflación cerrará a finales de 2017 en 1600 por ciento, valga decir, se reducía en un 60 por ciento. Derrotada la insurgencia opositora, el FMI, en junio anuncia un nuevo pronóstico sobre Venezuela, igual de catastrófico que los anteriores, solo que la cifra de inflación pronosticada para este año la reduce drásticamente a 1134 por ciento, advirtiendo el organismo financiero a los países vecinos de Venezuela, que deben "prepararse de recibir refugiados venezolanos". Como podemos apreciar, total sintonía con las advertencias que realizaba Almagro desde la OEA. Este mes de octubre, el FMI hace público su Panorama Económico Mundial, segundo semestre 2017, apuntando sobre la inflación los siguientes datos de interés: "el año pasado la inflación fue de 254,4 por ciento, para este año se prevé 652,7 por ciento y para 2018, se proyecta 2349,3 por ciento" (Fuente: El Universal, 10-10-2017). Nada coherente el FMI, según las informaciones que transmiten sus interlocutores de los medios de la burguesía local. Lo único que queda en evidencia, es que sus agentes económicos y políticos, desde ya, tienen la orientación de hacer esfuerzos para que la cifra de inflación el año próximo supere el 2000 por ciento. Indicativo, que la guerra económica, lejos de apaciguarse, se va incrementar. No esperábamos menos, tratándose de un año de elección presidencial.

El imperialismo, quien es, a fin de cuentas, quien mueve tras bastidores todas las piezas: organizaciones políticas, económicas, eclesiásticas, mediáticas, culturales, sociales, que se han unificado para desplegar esta acción belicista contra la economía venezolana; cuyo fin, no es otro sino desestabilizar la psiquis del venezolano común, y conducirlo a desconectarse de su fe y creencia, de que el modelo Bolivariano es el más beneficioso para sí y su familia. Es, en fin de cuentas, una auténtica guerra la desplegada por el imperialismo de EEUU y ejecutada, en territorio de ultramar, por la llamada MUD, Fedecámaras, Consecomercio, Venancham, Cavidea, y demás organismos empresariales de corte derechista, medios de comunicación privados, sectores de transportistas ganados y financiados por éstos, la Conferencia Episcopal de Venezuela, la Averu (universidades autónomas y privadas), gobiernos de derecha de la región y más allá, como Colombia, Brasil, Argentina, Uruguay, Paraguay, Costa Rica, Panamá, Canadá, España, Alemania y Francia, organismos multilaterales como la OEA y la Unión Europea. No es poca cosa, la fuerza retrógrada que ha aglutinado el gobierno de EEUU para atacar a la Venezuela Bolivariana. Ni mucho menos, la cantidad de amenazas que han proferido desde esos núcleos de agresión, contra el pueblo, las instituciones, Gobierno y Fuerza Armada Nacional Bolivariana. Por ello, la grandeza y fortaleza que ha evidenciado para resistir tamaña agresión, de parte de los y las fuerzas patrióticas.

Cuando reseñamos los pronósticos de inflación del FMI, lo hacemos porque en su enfoque de caotización de la economía venezolana, se han concentrado en ese índice para lograr el objetivo de molestar, más bien irritar al pueblo, y procurar una vez logrado tal objetivo, reencauzarlo a luchar contra el "causante" de tamaña molestia: el gobierno del Presidente Maduro, y sus "erradas" políticas económicas. De allí, que tal política la acompañan de una intensa guerra psicológica, sin igual contra pueblo alguno sobre la faz del planeta. Cuyos efectos, lo podemos apreciar en el considerable número de compatriotas que han emigrado hacia países que son presentados, por la propaganda imperialista, como "modelos" de economía de mercado. Solo que, la realidad no tiene nada de distinto a la vivida en territorio venezolano, pues si algo han ejecutado, las marionetas del imperialismo en la Venezuela Bolivariana, es el libre mercado que se expresa en la liberación de precios y especulación, mecanismos que ya tienen obstinado a la mayoría del pueblo venezolano y si no ha explotado, como lo hizo en febrero de 1989, es gracias a la conciencia política adquirida y nutrida por el Comandante Chávez, el respeto y seguimiento de la dirección política nacional, construida en Revolución. Si no fuera así, hace tiempo que Fedecámaras, su liderazgo ya hubiese huido, despavorido del país ante el "terror" popular. No mereciéndose menos, quienes han causado estos últimos cuatro años, todo tipo de insatisfacción y penurias, a todo un pueblo.

Los economistas, más bien, palangristas de la burguesía, han inventado todo un conjunto de coartadas para engañar al pueblo sobre la definición acertada de lo que es realmente la inflación. Friedman, lo acotaba a la moneda, mucha masa monetaria en circulación es una causa de alta inflación. Hecho desmentido por la realidad venezolana, considérese la escasez de efectivo o masa monetaria. Keynes, en contraposición, propuso como responsable de la inflación a la "demanda agregada". El investigador social argentino, Fernando Pisani, se planteó redefinir esos paradigmas que poco dicen de la realidad de la inflación en nuestros países al sur del Río Bravo. En su obra: "La inflación, el caballo de Troya del neoliberalismo", vista la experiencia Argentina en tiempos de Cristina de Kirchner, muy similar a la vivida en la Venezuela, en tiempos del camarada Nicolás Maduro, llega a una acertada definición: "La inflación es la transferencia generalizada de ingresos de un sector a otro, utilizando el mecanismo de aumento de precios". La cual, va puliendo una vez que analiza los procesos hiperinflacionarios, vividos en esos tiempos de procura de desestabilización del gobierno de la bella Presidenta Cristina.

En su análisis, no cuenta la puja tradicional, entre el factor capital y el trabajo, sino la "puja inclemente entre los distintos sectores del capital y de la renta para quedarse con una tajada mayor, tanto de plusvalía global como de las ganancias extraordinarias". Intensa lucha, que los lleva a incrementar los precios mes a mes, día a día, caso venezolano. La inflación, al igual que ocurre con el gobierno del camarada Maduro, fue empleada como arma de destrucción del gobierno de la bella Presidenta Cristina. La derecha argentina, celebraba ardorosamente, cada vez que las cifras de inflación subían, tal cual se expresaba uno de ellos: "la inflación es un fuego santo, purificador, que incendiará a todo el kirchnerismo en la hoguera". A tal grado de locura, llegaron los seguidores de la derecha macrista. En Argentina, se complementó con el llamado dólar blue, como mecanismo para aparentar la realidad verdadera y ocultar a los verdaderos autores de la inflación inducida en dicha hermana República. En Venezuela se creó el llamado dólar today, que funciona desde Miami. Un dato, poco difundido, el BCV intentó una querella judicial contra quienes aparecen como supuestos responsables de la página web, a través de la cual se difunden sus directrices a la burguesía venezolana. Al poco tiempo, tuvo que desistir de tal pretensión, pues la justicia estadounidense no permitió que procediese la demanda, porque se trataba de una agencia de seguridad nacional, la que tenía el dominio de la página cuestionada.

Si coincidimos, en la definición de Pisani, en cuanto a que la inflación no es ni más ni menos, sino un mecanismo de transferencia de ingresos de un sector a otro de la sociedad, "utilizando el mecanismo de los precios", por ende, garantizándose con ello, la burguesía, una elevada tasa de ganancia o máximo beneficio posible, objetivo supremo de todo capitalista. Era más que obvio; que el camarada Presidente Maduro, empleara las propias armas que la burguesía venía empleando contra el pueblo y atendiera el llamado que venían realizando desde la izquierda, camaradas sindicalistas del PCV, u otros, desde la derecha, como Orlando Chirinos, que proponían ante la crisis de los precios, la alta inflación: la Escala Móvil de Salarios, añadiéndole el camarada Presidente Maduro, el Cesta Ticket Socialista y las pensiones del Seguro Social. Con ello, recogía el camarada Presidente Maduro, un arma del arsenal que, históricamente, ha sido propuesto por las fuerzas de izquierda. Es así, que en el segundo semestre de 2016, inicia el experimento social de incrementar los salarios trimestralmente, acompañándolo con ajustes similares de las pensiones del Seguro Social, las Escalas Salariales de todos los trabajadores y trabajadoras de la Administración Pública, y del Cesta Ticket Socialista. Protegiendo el empleo, mediante el Decreto Anual de Inamovilidad Laboral. Valga decir, se protege el empleo y el ingreso del trabajador y trabajadora de la Patria. En resumidas cuentas, si la burguesía se apropia –indebidamente- de los ingresos de los trabajadores y trabajadoras, el Gobierno en uso de sus atribuciones protectoras de la sociedad, actúa mediante el mecanismo de la Escala Móvil Salarial, como Buen Padre de Familia, obligando al burgués a retornar al patrimonio de la clase trabajadora, parte de lo robado en incrementos de precios para incorporarlos al salario, cesta ticket y pensiones, y otra parte de lo robado al pueblo con los precios, el Gobierno se lo sustrae mediante el Impuesto Sobre la Renta. Ladrón que roba a ladrón, tiene mil años de perdón!

Con el mecanismo de la Escala Móvil Salarial, el Gobierno Revolucionario ha pretendido desestimular ese mecanismo perverso de la inflación inducida, utilizado por la burguesía comercial para propiciar descontento en la población. Ya va para cerca de un año, instrumentándose el mecanismo antiinflación. En el forcejeo, más bien lucha de clases, burguesía-pueblo, vistos los resultados de las elecciones de gobernadores y gobernadoras, la puja la está perdiendo la burguesía, con altos costos para ambos contendientes. El pueblo, ha demostrado una fortaleza sin igual, en comparación con otros países hermanos que fueron o son objeto de tal mecanismo de guerra no convencional. En la Argentina, con la victoria de Macri, lograron su objetivo. Y hoy, el FMI ha vuelto por sus fueros a dirigir la economía en esa República hermana. En la Venezuela Bolivariana, se les pone cuesta arriba que logren alguna victoria, todo lo contrario, según encuestas hechas públicas el pueblo venezolano ha reforzado sus creencias de que es, en el modelo de economía Bolivariana, impulsada y creada por nuestro Comandante Chávez, que está el futuro de la Patria.

Difícilmente, esa burguesía perversa pueda doblegar al pueblo de las dificultades, no quedándoles otro camino que la negociación. Ir a un armisticio de paz económica, tal cual se ha propuesto el camarada Presidente Maduro con el Sistema de Precios Acordados, que duerme su siesta en la Asamblea Nacional. La victoria será del pueblo. En la Venezuela Bolivariana, no hay posibilidad alguna que se desarrolle un panorama similar al que vive el pueblo Libio o Sirio. El Diálogo es la única salida, y así deben comprenderlo los factores de la burguesía comercial, empecinados como están, en destruir el país. El chavismo, lo que ha hecho es crecer como fuerza política hegemónica en Venezuela, y eso deben aprender a leerlo esa burguesía apátrida y retrógrada, rentista hasta más no poder. Les llegó la hora de cambiar o perecer en el intento. En la hora de los pueblos, la burguesía huye despavorida!!…

Post-scriptum: Saludamos las iniciativas impulsadas por el camarada y flamante nuevo gobernador del Estado Bolivariano de Carabobo, camarada Rafael Lacava, contra el bachaquerismo con su "carro de Drácula", que ya comienza a imponer terror y miedo su sola mención entre los bachaqueros. Hacía mucha falta, tan enérgica acción, sobre todo si se habla de pronta puesta en práctica del sistema de precios acordados. Cuánta falta hacen, no un Lacava sino 24 Lacavas. Asimismo, destacan los cambios de la presidencia del BCV, en que entra el camarada Ramón Lobo a dirigir esa importantísima institución, tardía decisión pero esperemos todo el empuje del camarada Lobo para recuperar el tiempo perdido. Desde ya, debe considerar un nuevo cono monetario en moneda metálica, que reivindique la razón de ser y existir de nuestra Casa de la Moneda, creada por nuestro Comandante Chávez en Revolución. Aspiramos sí, que vaya a fondo de manera de recuperar ese espacio, tan alejado de la Revolución Bolivariana como está. Que se vea en el espejo de Tarek, y la nueva Fiscalía General de la República, que despunta como un espacio revolucionario y de justicia. Implacable contra la corrupción.

Caracas, 28-10-2017



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Henry Escalante


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