Cripto-monedas

Las cripto-monedas han experimentado un estallido de valoración durante el 2017. Su valor de mercado aumentó 1.470% en sólo un año, dominado por el comercio en Bitcoins, aunque para el ciudadano común sea difícil diferenciar entre cripto-monedas como el Bitcoin, Ethereum, Ethereum Classic, Litecoin, Ripple, Daesh y cientos de otras de menor circulación. En la actualidad existen 710 cripto-monedas con un valor que supera los $414.000 millones a precios actuales (09 12 17). El bitcoin es la más importante, con un valor equivalente al 59% de ese total en la actualidad.

El bitcoin es una moneda virtual introducida al mercado en 2009. Su comercio se fundamenta en un sistema digital encriptado y descentralizado que, al igual que con las otras cripto-monedas señaladas, no está ni controlado ni respaldado por ningún banco y ningún gobierno. Es un sistema de consenso entre todos los nodos que integran una red digital, vía internet. Si Ud. posee un bitcoin, lo que efectivamente controla es una clave digital que puede demostrar a todos los nodos de esa red que ese bitcoin efectivamente le pertenece. La historia, la confidencialidad y la seguridad de las transacciones de ese bitcoin es un registro permanente e inalterable que se conoce como cadena de bloques (blockchain).

Las transacciones no necesitan de intermediarios y el protocolo es de código abierto. En la práctica es un sistema de pagos P2P (peer to peer, o cliente a cliente) de dinero electrónico que se envía directamente de un cliente a otro sin pasar por ninguna institución financiera (bancos).

Ewald Nowotny, presidente del banco central de Austria y miembro del Consejo Directivo del Banco Central Europeo, anunció en conferencia realizada en Florencia el 19 de noviembre 2017 que los bancos centrales europeos están considerando la introducción de regulaciones a las cripto-divisas. “Consideramos intervenir, tal y como ocurrió en China donde el uso de cripto-divisas fue prohibido por considerarse fraudelentas”. Subestimó el potencial de daño del volumen actual del comercio de cripto-divisas “por ser tan pequeño que aún no puede generar inestabilidad financiera

Otra de las preocupaciones con el bitcoin es su uso en la llamada “dark web” para una variedad de actividades ilícitas, desde el lavado de dinero y el comercio de drogas hasta el financiamiento al terrorismo, la prostitución y el chantaje.

A pesar de los mecanismos de seguridad y monitoreo inmersos en la cadena de bloques, la bolsa de cripto-divisas de Tokio se declaró en quiebra en febrero 2014 alegando que cerca de 500 millones de dólares en bitcoins habrían sido robados. Una situación similar se presentó en Hong Kong con el robo de $65 millones en la moneda digital de la bolsa Bitfinex en el 2016.

En noviembre 2017 se reportó el caso de la empresa Parity donde un hackeo congeló cientos de millones de dólares en la cripto-moneda Ethereum. La empresa The DAO perdió 50 millones de dólares en Ethereum.

La empresa NiceHash, especializada en el “minado” de cripto-monedas anunció el 7 de diciembre 2017 que le habían robado todo el contenido de su cartera virtual: 4.736 bitcoins, con un valor de $63 millones. “Nuestro sistema de pago se vio comprometido y los contenidos de nuestra billetera fueron robados” destaca el comunicado de NiceHash. La empresa ofrece servicios de minado de bitcoins, permitiendo que los usuarios ofrezcan la potencia extra de sus ordenadores para minar la cripto-moneda. También permite que estos se lleven los bitcoins a otros monederos, aunque también pueden utilizar los proporcionados por la empresa.

Nada garantiza que el valor actual no se precipite nuevamente a los $200 o $300 dólares, tal y como ocurrió en el 2015, aunque haya quienes apuesten a una valoración significativamente superior a la actual, previo a su colapso.  ZeroHedge pronostica el colapso del bitcoin en el 2018 a su “costo de producción”: $ 1.000 (ZH Dec 08 2017)

El valor del bitcoin ha aumentado drásticamente debido en parte a la creciente inestabilidad del sistema financiero actual, instabilidad que podría provocar a corto plazo una crisis financiera global aun peor que la del 2008. La acelerada pérdida de confianza en el dólar y el establecimiento de sistemas comerciales libres del dólar entre China, Rusia, India e Irán corroen la confiabilidad en los sistemas prevalentes del comercio internacional. El uso arbitrario del sistema financiero occidental, controlado por Estados Unidos y la Unión Europea, como instrumento político para imponer sanciones en violación de la legislación internacional vigente, incrementa la búsqueda de mecanismos alternativos para evitar sanciones arbitrarias y facilitar el flujo de bienes, servicios e inversiones a escala global.

El bitcoin fue concebido como una unidad de cuenta virtual, para facilitar equivalencias entre mercancías o servicios comercializados en cualquier parte del mundo sin recurrir a divisas como el dólar o el euro. Quienes vendían mercancías o servicios en bitcoins tenían por objetivo obtener divisas tradicionales (dólares) o recibir a cambio mercancías o servicios que pudiesen intercambiar por los bitcoins recibidos. El interés en el bitcoin, como en el de las otras cripto-monedas existentes sin control ni respaldo, es su presunto valor en divisas convencionales.

Tiende así a interpretarse que el bitcoin dispone de un valor intrínseco, respaldado por el dólar. Una interpretación ficticia, pues tal respaldo es ilusorio. El valor del bitcoin es subjetivo, una expectativa, una promesa no tangible de pago. Las cripto-monedas sin respaldo son ejemplos de dinero fiduciario: basado en la fe, en la confianza.

A diferencia del dinero fiduciario, el dinero mercancía puede o valer su propio peso en el metal en que ha sido acuñado (oro, plata) o equivaler a una cantidad de esos metales que se encuentran como reservas en las entidades que emitieron ese dinero mercancía: normalmente los bancos centrales. Para que tal equivalencia sea efectiva el dinero mercancía debe contar explícitamente con dicho respaldo.

Tal fue el sistema acordado en Bretton Woods tras la segunda guerra mundial con el patrón de equivalencia entre el oro y el dólar. Cuando Estados Unidos decidió arbitraria y unilateralmente violar el acuerdo de Bretton Woods y romper con el patrón oro en 1971, el dólar perdió su respaldo y se convirtió en una moneda fiduciaria, base endeble del sistema monetario neoliberal de la actualidad.

Ante tales circunstancias, cuando cambian las expectativas y se produce un colapso, o estalla una burbuja, no hay a quien reclamar las divisas que invirtieron en bitcoins o en cualquiera otra cripto-moneda sin respaldo, ni el valor de las mercancías que vendieron ni el de los servicios que prestaron. Las cripto-divisas que recibieron carecen de respaldo alguno.

Situaciones similares ya se han producido en diferentes etapas de la historia económica de los países. El caso más reciente es el de la especulación con derivados financieros que condujo a la crisis hipotecaria y financiera del 2008, crisis de la que aún no se ha podido recuperar la economía mundial.

Una de las novedades más recientes que afectan el valor de las cripto-monedas es la decisión de los países miembros del grupo BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Suráfrica) de rechazar el bitcoin y establecer un sistema propio para el comercio de oro físico que entra en efecto en el 2018.

China y Rusia son los más grandes importadores y consumidores de oro físico. Para finales del 2017 Rusia cuenta con 1.800 toneladas de oro en su banco central, mientras que las reservas de China superaban las 1.842 toneladas. Este novedoso sistema de comercio en oro físico desplazaría a los centros tradicionales del comercio de valores en oro: Londres, Nueva York y Ginebra. Estos centros tienden a comerciar en valores equivalentes en oro, o derivados sintéticos de oro, sin que tales transacciones incluyan movimientos reales de oro físico.

El precio del oro es arbitrariamente manipulado a través de las bolsas de Londres (London Over the Counter, OTC) y la de Nueva York: COMEX. Este fraude, de magnitudes gigantescas, se evidencia cuando se analiza el comercio de derivados de oro en el 2016. De acuerdo con London Gold Clearing Statistics, el mercado de Londres (OTC) superó 1,5 millones de toneladas de oro, mientras que el COMEX comercializó 179.000 toneladas.

Sin embargo, según el Consejo Mundial del Oro (World Gold Council) la cantidad total de oro actualmente comercializable (extraído) es de sólo 183.6000 toneladas. El 47% en forma de joyas, el 17% en reservas oficiales, el 20% en inversiones privadas y el 16% en otros activos.

Según US Geological Survey, la cantidad de oro en depósitos aun por extraerse es de 52.000 toneladas.

La cantidad ficticia de oro que se comercializa en forma de derivados magnifica artificialmente las existencias reales, deprimiendo los precios. La implementación de la plataforma para el comercio de oro físico (real), junto con el sistema de comercio de petróleo sin el uso de dólar, tiende a reconfigurar la economía global y a desenmascarar el valor fiduciario del comercio de derivados ficticios de oro. Se precipitará entonces un enfrentamiento entre las monedas respaldadas por valores reales, como el oro o el petróleo, y las fiduciarias respaldadas sólo por promesas de que generaciones futuras reconocerán las deudas respectivas, la inflación y los impuestos asociados.

China, Rusia, India e Irán han establecido sistemas bilaterales y multilaterales de comercio independientes del dólar, amenazando su supremacía y provocando represalias financieras y comerciales por parte de Estados Unidos y sus principales aliados en Europa. China también ha establecido un sistema para el comercio de petróleo en yuanes respaldados por oro, una peligrosa amenaza adicional al petro-dólar, soporte fundamental de la economía Norteamericana.

La creciente inestabilidad del dólar norteamericano, la reciente inyección de más de 4 billones de dólares inorgánicos a las economías de Estados Unidos y de la Unión Europea; la explosiva deuda pública de Estados Unidos que ya supera el 100% de su producto interno bruto; las igualmente insostenibles deudas de Alemania (80% del PIB), del Reino Unido ( 103% del PIB), de Francia (116% del PIB) y de Japón (232% del PIB); tasas de interés negativas contra los ahorros de la ciudadanía, más la represión artificial del precio del oro en los mercados de Londres, Nueva York y Ginebra, son factores que han contribuido a apostar por inversiones con mayores tasas de retorno, a pesar de los elevados riesgos involucrados.

Joseph Stiglitz, premio Nobel de economía, considera el explosivo crecimiento del valor del bitcoin como una burbuja especulativa sin asidero alguno, por lo que ha propuesto su prohibición. “No cumple ninguna función social útil” señala en su declaración a Bloomberg TV del 29 de Noviembre 2017. “Es una burbuja que va a provocar sentimientos encontrados en mucha gente por sus subidas y bajadas repentinas. El éxito del bitcoin se debe solamente a la falta de supervisión y su potencial para evadir responsabilidades” 

Jamie Dimon, Director Ejecutivo de JP Morgan, se refiere al bitcoin como un gigantesco fraude que puede causar mucho daño si no se detiene a tiempo. “No es una cosa real. Eventualmente tendrá que desaparecer. Si eres suficientemente estúpido como para comprar bitcoins, más temprano que tarde pagarás el precio” señaló en una conferencia presentada por CNBC Institutional Investor.

Lloyd Blankfein, director ejecutivo de Goldman Sachs, afirma sin ambigüedades que el bitcoin es “un vehículo para el fraude” (The Guardian Nov 30 2017) 

Andreas Treichl, director ejecutivo de Erste Group Bank de Austria coincide con el siguiente señalamiento: “No creo en el bitcoin. De mantenerse amenazaría el control de los bancos centrales, cosa que no van a permitir. Si se fortalece, tendrá que ser controlado por los bancos centrales” 

Mark Haefele, jefe de inversiones del UBS Group, señala que no invertirán en bitcoins porque “sólo tomaría un incidente terrorista financiado por bitcoins para que los reguladores de Estados Unidos actúen y tomen control”. Los bitcoins tienden a convertirse en víctimas de su propio éxito si se convierten en amenazas para el control de actividades ilícitas, la recolección de impuestos y la eficacia de la política monetaria.

Alan Greenspan, antiguo director de la Reserva Federal de los Estados Unidos, señala: “habría que ser muy imaginativo para inferir el valor intrínseco del bitcoin. No es más que una burbuja”

Podría terminar como la burbuja del dot.com – cuando los inversionistas que no tienen idea de cómo manejar valores de alto riesgo empiecen a emigrar en masa” señala Bloomberg.

El billonario Warren Buffet considera al bitcoin “una burbuja”, mientras que el director ejecutivo de Credit Suisse, Tidjane Thiam, lo califica como “la definición misma de una burbuja

Ron Insana, analista principal de CNBC señala: “El bitcoin es una burbuja, no hay duda. Para muchos terminara mal”

Stephen Roach, profesor titular de la Universidad de Yale, economista jefe de Morgan Stanley y uno de los economistas más influyentes de Wall Street señala: “El bitcoin es una peligrosa burbuja especulativa. Es un concepto tóxico. Como toda burbuja, explotará. Los que hayan hecho las inversiones más recientes son los que más sufrirán. No hay ninguna duda al respecto”.

El presidente de Rusia, Vladimir Putin, declaró el 9 de octubre: “Las cripto-divisas actuales acarrean riesgos significativos, sirviendo para el lavado de dinero proveniente de actividades criminales, evadir impuestos, financiar el terrorismo y facilitar el fraude. Como son emitidas por fuentes anónimas, en caso de problemas, incluyendo fallas en el sistema o la formación de burbujas, nadie es responsable”.

 Sergey Shvetsov, gobernador del Banco de Rusia, destacó: “El bitcoin se ha transformado de un sistema de pagos en un activo que se compra para obtener ganancias en plazos breves de tiempo. Esta es la definición de una pirámide

Por otro lado, de acuerdo con el Wall Street Journal, NASDAQ planea lanzar cantidades limitadas de futuros en bitcoin a mediados del 2018. Mientras que CANTOR, un servicio financiero global, planea lanzar derivados en bitcoins, lo que permitiría el intercambio de bitcoins con protección de pérdidas “en caso de que la cripto-divisa se salga de una banda comprendida entre $5.000 y $15.000”.

El reciente anuncio de la Bolsa de Opciones de Chicago (CBOE) de albergar contratos a futuro con bitcoins se publicita como una infusión de legitimidad para la cripto-moneda. Sin embargo, los contratos a futuro son simplemente acuerdos entre un comprador y un vendedor para la transacción de un producto o un servicio en una fecha futura a un precio acordado en el momento del contrato. En el caso del bitcoin, lo que se acuerda es el intercambio futuro de una cantidad de cripto-divisas a un precio acordado de antemano. Es fundamentalmente una apuesta sobre la posibilidad de que el precio suba o baje para el momento en que se concrete la transferencia. No implica respaldo alguno ni para el precio actual ni para la tendencia futura.

Otro componente del vertiginoso aumento en el valor del bitcoin es su limitado número: 21 millones de unidades. Al aumentar la demanda y mantener este límite, aun siendo artificial, el precio tiende a elevarse debido a su creciente escasez relativa.

 

Cripto-divisas estatales

Más importante que las cripto-divisas mismas es la matriz tecnológica de encriptación, seguridad, seguimiento e independencia que las soportan. La independencia respecto al sistema financiero establecido es de vital importancia estratégica en la actualidad, cuando se utiliza abiertamente y de manera arbitraria e ilegítima como arma de dominación e instrumento de castigo. La combinación de la tecnología de encriptación con una plataforma de respaldo del valor de las cripto-monedas y cripto-divisas tiende a convertirse en el nuevo patrón monetario global. Los instrumentos más viables de respaldo en la actualidad tienden a ser el oro y el petróleo.

Michael Corbat, director ejecutivo de CitiGroup, anticipa que las amenazas del bitcoin al sistema financiero propiciarán el establecimiento de cripto-divisas estatales: los gobiernos fomentarán sus propias divisas digitales. “No creo que los gobiernos permitan que actores independientes y frecuentemente anónimos desestabilicen sus campos de acción en cuanto al manejo de datos, el cobro de impuestos, intereses y comisiones; el control del lavado de dinero, el contacto con los clientes” (Bloomberg 20-11-2017). Citibank ya se encuentra experimentando con su propia cripto-divisa: CitiCoin. Además se ha asociado con NASDAQ para aplicar la tecnología de las cadenas de bloques a las transacciones privadas de acciones.

Hace un mes el titular del Ministerio de Comunicaciones de Rusia, Nikolái Nikíforov, informó sobre el establecimiento de una criptodivisa propia: el cripto-rublo, emitido y respaldado por el Estado ruso.

El uso de cualquier otra cripto-moneda será considerada ilegal, mientras que la divisa virtual rusa será regulada y respaldada por el Estado. Todas las operaciones que involucren la divisa electrónica oficial serán gravadas por el Estado. Las retenciones tributarias se aplicarán también a las fluctuaciones del valor del cripto-rublo en el mercado. Al realizar transacciones de compra-venta del cripto-rublo, el impuesto constituirá el 13% de la ganancia. Se prevé que la moneda electrónica rusa circule también en los mercados internacionales.

Varios países europeos, como Alemania, Dinamarca y Suecia han anunciado sus intenciones de eliminar el uso de efectivo, reemplazándolo por sistemas tecnológicos similares al de las cripto-divisas de la actualidad. La propuesta sueca se conoce como e-Krona, promovida por el Sveriges Riksbank.

El BIS (Bank for International Settlements), considerado como el banco central de los bancos centrales, sugiere un sistema novedoso en el uso de cripto-monedas para reemplazar el efectivo. Establece una diferencia entre una cripto-moneda, como el FedCoin para las transacciones generales y una cripto-divisa para operaciones de gran envergadura utilizada sólo por los bancos. El Banco Central de China ya se encuentra en la fase experimental de un sistema de divisa digital de estas características para operaciones inter-bancarias.

El Fedcoin es una propuesta de moneda digital respaldada por la Reserva Federal de los Estados Unidos, para sustituir a la moneda física y eliminando la volatilidad característica de cripto-monedas como el bitcoin. Sería una moneda digital tanto descentralizada en las transacciones como centralizada en la oferta, basada en el protocolo de la cadena de bloques. Cumpliría con tres condiciones básicas: ser una moneda electrónica emitida y respaldada por el banco central y monitoreada por un protocolo de cadena de bloques, ser de acceso universal y servir tanto para el intercambio cliente a cliente (P2P, peer to peer) como para transacciones bancarias.

El 28 de noviembre 2017 se abrió en el senado norteamericano la discusión de la propuesta de ley “Senate Bill S.1241: Combating Money Laundering, Terrorist Financing, and Counterfeiting Act of 2017”. Obligaría reportar al gobierno federal la tenencia de cripto-monedas y criminalizaría el ocultamiento de cuentas bancarias y cripto-monedas.

En Junio 2016 los presidentes de 90 bancos centrales se reunieron en Washington D.C. en una conferencia con expertos en cripto-divisas. La conferencia fue presidida por Janet Yellen, presidente de la Reserva Federal, con participación del Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y el BIS (Bank for International Settlements). La emisión coordinada de monedas digitales adoptando el protocolo de la cadena de bloques fue activamente explorado. 

Venezuela ha anunciado el establecimiento de una cripto-divisa, el Petro, respaldado por sus gigantescas reservas de petróleo, oro, gas y diamantes. El gobierno venezolano trata de esta manera aliviar el acoso financiero y económico al que ha sido sometido por Estados Unidos y la Unión Europea, por motivaciones políticas y en contravención de la legislación internacional vigente. La operatividad de esta cripto-divisa venezolana entraría en efecto en el 2018.

El Petro venezolano sería así una cripto-divisa oficial, respaldada por riquezas tangible, una moneda mercancía inusual en un mundo donde ningún país respalda sus monedas. Es una moneda mercancía que genera deuda, o compromisos de pago, equivalente a la emisión de bonos. Este delicado aspecto del Petro debe administrarse con extrema cautela: dependiendo de las condiciones que se establezcan, los fondos especulativos propendrán a abalanzarse sobre el Petro en búsqueda de las riquezas tangibles que lo respaldan.

Si un Petro se hace equivalente a un barril de petróleo, la disposición de sólo el 1% de las reservas probadas y certificadas de petróleo de Venezuela (300.000 millones de barriles), respaldaría la emisión de 3.000 millones de Petros. Si su emisión se distribuye en 20 años, la emisión anual, 150 millones de Petros, sería equivalente al 14% de la producción anual de petróleo durante ese período, estimada conservadoramente en 3 millones de barriles diarios. El ingreso por concepto de la emisión de Petros en tales condiciones sería equivalente a $9.000 millones anuales a precios actuales ($60/barril).

Las cripto-divisas se han convertido en vehículos para la restitución de un sistema monetario racional y con respaldo físico seguro: la restitución del patrón oro a escala mundial. La tecnología de la cadena de bloques ha superado los obstáculos relacionados con la velocidad de transmisión, la divisibilidad y la propiedad del oro. La combinación de la tecnología de la cadena de bloques con el respaldo asegurado en riquezas tangibles tiende a revolucionar el flujo ágil y confiable de valores, monedas y divisas a escala planetaria.

JC-centeno@outlook.com

 

 

 

 



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Julio César Centeno

Ingeniero; estudios de maestría y doctorado en la Universidad de California. Profesor de la Universidad de los Andes. Director Ejecutivo del Instituto Forestal Latino Americano. Vicepresidente de la Fundación TROPENBOS, Holanda.

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