Desde que el Presidente Maduro anunció que el Gobierno Bolivariano emitiría una criptomoneda, la cual denominaría Petro, y que se legalizaría la creación de otras criptomonedas y la minería, en los medios de comunicación, tanto detractores como defensores han propagado una serie de informaciones falsas sobre este asunto. Por un lado, es una muestra del desconocimiento de las criptomonedas y, por el otro, una contribución, intencional o inconsciente, a la reproducción de esa ignorancia entre la mayoría de las y los venezolanos. Ignorancia que beneficiaría solo a los que enriquecen con el negocio de las cripto-monedas. A esas informaciones falsas sobre las cripto-monedas las denomino cripto-mentiras. Veamos un primer ejemplo. Se ha afirmado numerosas veces que el Comandante Chávez había sugerido la creación de una moneda llamada Petro, lo cual supuestamente dio origen a la criptomoneda mencionada. El nombre Petro para una moneda fue mencionado por primera vez por el ex-Presidente Chávez en 2009, sin ninguna relación con las cripto-monedas. No es posible que el ex-Presidente Chávez se refiriera a este tipo de monedas. Porque el artículo fundacional del sistema de pago persona-a-persona fue publicado por Nakamoto, un seudónimo, en 2008. Este documento circuló entre un número muy reducido de personas. Y no fue sino hasta enero 2009 que comenzó a funcionar la red descentralizada de Bitcoin entre un grupo muy pequeño de personas del mundo de la computación. Lo cual indica que no era posible que el Comandante Chávez conociera la Bitcoin en 2009. A pesar de este hecho objetivo, muchos siguen repitiendo que la idea de la criptomoneda, criptoactivo o cripto-lo-que-sea Petro fue del Comandante Chávez. La ristra de cripto-mentiras que sigue a la mencionada anteriormente es muy larga.
Hemos oído con estupor a algunos funcionarios y propagandistas afirmar que podríamos recibir sueldos y salarios en Petros y que podríamos pagar bienes y servicios con esta cripto-moneda en el país. Vuelvo y repito, uno no sabe a ciencia cierta si estas cripto-mentiras son producto de la ignorancia o de una operación intencional para engañar a la mayoría. Lo cierto es que se trata de ignorar deliberadamente lo establecido en materia monetaria en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (CRBV). Veamos que dice el artículo 318 de la CRBV:
"Las competencias monetarias del Poder Nacional serán ejercidas de manera exclusiva y obligatoria por el Banco Central de Venezuela. El objetivo fundamental del Banco Central de Venezuela es lograr la estabilidad de precios y preservar el valor interno y externo de la unidad monetaria. La unidad monetaria de la República Bolivariana de Venezuela es el bolívar. En caso de que se instituya una moneda común en el marco de la integración latinoamericana y caribeña, podrá adoptarse la moneda que sea objeto de un tratado que suscriba la República."
Por otro lado, se establece claramente y en primer lugar que es el Banco Central (BCV) es el único organismo autorizado para acuñar monedas y gestionar el comercio de divisas en el país.
Está claro como la Luna llena que la única moneda de curso legal en el territorio venezolano es el Bolívar. Esta demás decir entonces que es inconstitucional la emisión de otras monedas, así como su uso en nuestro país.
Las cripto-mentiras más patéticas las he oído en torno a la llamada "minería". Aquí sí es verdad que hemos alcanzado el umbral máximo de ignorancia manifiesta. Es muy común que el ser humano recurra a un término ya en uso para referirse a una nueva actividad o cosa. En el segundo caso se usa en sentido metafórico, podríamos decir. Tal es el caso del término minería. En el mundo de las cripto-monedas se usa para referirse a una actividad que produce algún beneficio. Pero no tiene absolutamente nada que ver con la minería, la explotación de minas de minerales o materiales no minerales. Algo que sabemos, es que la "minería" resulta ser un negocio rentable solo para aquellos que ya tienen dinero. No viene al caso en este artículo explicar de qué trata la "minería". Lo explicaré con detalles en otra oportunidad.
El uso de terminología en inglés, la mayoría de las veces mal pronunciada, se ha convertido en una manera de encubrir las cripto-mentiras y pasar por conocedor de la materia. Las palabras coin, commodities, exchange, hash, blockchain, etc. se han incorporado al lenguaje cotidiano de los propagandistas de las cripto-monedas en el país, de los políticos desprevenidos y de un sector de la población engañado por el "Dorado endógeno". Muchos han encontrado en el abandono progresivo del español para hablar de un tema tan delicado, como una táctica para darle mayor credibilidad a las cripto-mentiras.
Por último, me referiré al propio decreto de creación de la superintendencia que se encargará de manejar los asuntos relacionados con la actividad de cripto-divisas en el país. La manera en que está redactado el artículo, por su ambigüedad en un asunto tan central como la definición del propio Petro, contribuye enormemente a la elaboración de cripto-mentiras. En el decreto en cuestión, el Petro es definido como una "divisa internacional", un "cripto-activo" y una "cripto-moneda". Bueno, alguien diría que está bien, que el Petro sería algo así como una ornitorrinco (recordemos que es un mamífero que pone huevos). Tal como ya dije, esa falta de precisión en la definición del Petro se presta para la elaboración de un arsenal de cripto-mentiras y de ocultar las verdades en el decreto mencionado.