A propósito de ser ciego

Jorge Rodríguez, el primer hombre en el mundo que trabaja 800 horas mensuales

Recuerdo que cuando estudiaba bachillerato por allá en la década de los 80, un profesor de matemáticas colocó de estricto cumplimiento para sus estudiantes la lectura del libro, El hombre que calculaba, tejiendo pedagógicamente con ese fascinante pensamiento del autor, el sentido crítico sobre la numerología y sus posibles alternativas en el contexto y la interrelación humana.

En tal sentido, si un trabajador cumple un horario de ocho horas diarias, en cinco días, poniendo como ejemplo que sus responsabilidades sean de lunes a viernes, resulta obvio que semanalmente cumplirá 40 horas y mensualmente – si asumimos 20 días hábiles o cuatro semanas – no podrá sobrepasar las 160 horas.

Por ello, que Jorge Rodríguez nos intente explicar con el ejemplo mencionado que un trabajador alcanza la cifra de 800 horas mensuales¹, es porque estamos en presencia de tres alternativas. La primera que el susodicho, ministro de comunicación y psiquiatra de profesión, supongo que deberá ser postulado a cuanto premio exista en el mundo académico y de las ciencias, porque ha elaborado una nueva teoría que determina resultados distintos sobre los que el mundo hasta ahora conocía, y por esa razón ante periodistas nacionales e internacionales, con lámina impresa en mano, demuestra ante su audiencia que cualquier trabajador que labora la cantidad mencionada de horas en esa cantidad de días, pues no cumple las 160 horas al mes, sino las 800 horas señaladas. En otras palabras, supongo que en lo sucesivo estamos ante la más impresionante revolución matemática desde los tiempos de Pitágoras.

La segunda alternativa está asociada con los significantes y significados del madurismo que se sintetizan en una bazofia política, que cada día demuestra que estamos gobernados por una partida de ineptos que ni siquiera se inmutan de revisar hasta los trabajos que realizan sus “colaboradores”, al punto que son capaces de vociferar al mundo que un trabajador puede alcanzar las 800 horas mensuales en sus funciones productivas, cuando ni siquiera asumiendo que un mes este compuesto por 31 días, es posible matemáticamente, ni trabajando las 24 horas del días, alcanzar semejante cifra.

¡Claro! Ya dirán los defensores del madurismo, para tratar de justificar lo injustificable que como seres humanos, todos estamos propensos a equivocarnos. Eso es cierto. La equivocación en inherente al ser humano. Lo inadmisible es que semejantes equivocaciones están referidas no sólo sobre temas tan sencillos, que hasta un niño que sea estudiante de los primeros años de educación primaria hubiese notado no sólo el error, sino el horror matemático, porque además una barbarie de cálculo de este tipo, que precisamente se realice ante las cámaras de televisión, deja en evidencia que en este gobierno todo es vacuo y completamente improvisado.

La tercera alternativa, sin duda, sería muy grave. ¿Y cómo saber si está afectado por esta posibilidad? ¡Muy fácil! Sí Jorge Rodríguez, no sale rebatiendo la matemática que conocemos hasta ahora (primera alternativa), o aparece dando excusas diciendo que fue “infiltrado” por la “derecha” o el “imperio” para justificar la aparición de esas 800 horas, es evidente que estamos ante una simbiosis de alteraciones neuro-psicológicas y cognitivas que como autor de la Regeneración del Pensar² hemos estudiado en los últimos años. En otras palabras, Jorge Rodríguez estaría muy afectado por una enfermedad de carácter gubernativo que hace confundir la realidad social bajo esquemas de delirios, y anclado con una hipomnesia como producto de un ecotoma político.

En consecuencia, ante tales síntomas, el psiquiatra Jorge Rodríguez está siendo víctima de una acalculia que lo hace pronunciar una permanente bazofia discursiva en sus diferentes intervenciones “comunicativas”, que tiene su origen entre una coprolagnia política que a su vez se mezcla con una prosopagnosia política³, ésta última siendo una enfermedad que también afecta a Nicolás Maduro, generando tan inestable proceso conductual.

En lo personal, puedo decirle a Jorge Rodríguez que estoy a sus órdenes para cualquier terapia neuro-cognitiva que necesite, no solamente para superar esa acalculia, sino también para ayudarlo a revertir todos aquellos pensamientos que lo han convertido en un ser envuelto con una interminable jergofasia. 

Jorge Rodríguez, se ha convertido en el “primer hombre que trabaja 800 horas mensuales”. ¿Será que cobra sus salarios y viáticos en “petros” y paga con ellos sus traslados, restaurantes y hoteles cuando hace sus viajes al exterior? A propósito de ser ciego. Quien tenga ojos que vea.

***

¹http://puntodecorte.com/reacciones-vea-las-horas-mensuales-de-lunes-a-viernes-del-ministro-rodriguez-aqui/

²https://www.apeironediciones.com/libros/La-regeneraci%C3%B3n-del-pensar-y-las-texturas-del-pensamiento-generadas-por-la-epistemolog%C3%ADa-de-la-trans-onto-complejidad-Javier-Antonio-Vivas-Santana-p77676330

³ https://www.aporrea.org/ideologia/a209756.html



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Javier Antonio Vivas Santana

Más de 6 millones de lecturas en Aporrea. Autor de la Teoría de la Regeneración del Pensar. Dr. en Educación (UPEL). Maestría en Educación, mención Enseñanza del Castellano (UDO). Lcdo. en Educación en las menciones de Ciencias Sociales y Lengua (UNA). Profesor de pre y postgrado tiene diversas publicaciones y ponencias internacionales acreditadas y arbitradas por editoriales, universidades e instituciones de España, Rusia, Estados Unidos, Alemania, Francia, y naciones de América Latina.

 jvivassantana@gmail.com      @_jvivassantana

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