Las cosas como son, esa lista de 25 artículos presentada ayer miércoles no se corresponde a ningunos "precios acordados"; es una lista de "precios impuestos" por el mercado capitalista. Sería más sincero el Gobierno si informara que los precios inflados establecidos por los capitalistas, los de la lista presentada, en adelante deben ser respetados y no podrán modificarse unilateralmente como lo venían haciendo ellos en estos últimos años.
Haciendo un poco de memoria podemos recordar que meses atrás el gobierno prometió que se pondría en marcha la metodología de "precios acordados" de productos esenciales, para lo cual se sentaría el gobierno con los agroindustriales y los definirían. Esto ocurría como consecuencia de que los precios de productos esenciales eran incrementados indiscriminadamente sin que hubiese forma de ponerle coto al alza de precios. En algunos pocos rubros se anunciaron "precios acordados", pero en ningún caso se detuvieron los incrementos de precios.
Más recientemente en el marco de los "precios acordados" el gobierno anunció la lista de 50 rubros esenciales que se incorporarían a esta lista y que debían mantener el precio como medida de protección al pueblo. Tampoco se llegó a anunciar la lista y ahora aparece esta lista de precios de sólo 25 productos que fueron fijados unilateralmente por la agroindustria y el gobierno la convalida y la presenta como "precios acordados".
Que la alegría por un salario mínimo mejorado intempestivamente, de menos de 1 dólar a 30 dólares mensuales, no haga que nos olvidemos que fácil fue, durante este pasado cercano, para quienes manejan los capitales, pulverizar los sueldos y salarios de la gente.
Los capitalistas no tendrán freno moral alguno que les impida intentar maximizar sus ganancias, como lo han venido haciendo todo este tiempo. En la lógica del libre mercado, si más personas tienen posibilidades de pagar más facilidades existen para que los precios se incrementen. El papel del Estado es el de evitar que en el corto mediano plazo se imponga esta lógica, que en poco tiempo pulverizaría de nuevo los sueldos y salarios.
Claro es muy fácil para un simple opinador decirlo, denunciar que el gobierno no nos dice toda la verdad en relación a lo que hoy están presentando como "precios acordados" con la agroindustria, cuando en realidad estos precios fueron "dolarizados" unilateralmente por los oligopolios que, como dice Marcos Terrugi, "son parte vertebral de la desestabilización económica".
No podemos olvidar tampoco que la reactivación de la producción nacional es indispensable para lograr superar la dependencia exclusiva de la renta petrolera. Para ello parece fundamental contar con "empresarios serios" dispuestos a invertir y a apostar en que se superará la crisis económica que vivimos.
Como afirmó recientemente otro muy crítico de las medidas recientemente implementadas por el gobierno, ganar la confianza de los capitales y de los capitalistas, no es cuestión de soplar y hacer botellas. Debe seguir lidiando el gobierno con un sector empresarial acostumbrado a ser subsidiado por el Estado, pero muy dispuesto a ganar más en el menor tiempo, siempre y cuando las condiciones se lo permitan y si quien debe poner frenos y límites se hace el loco.
Por eso he insistido en que inevitablemente se comerán la luz, es su naturaleza, como la del escorpión de la fábula que hace tres artículos comenté. ¿Qué hará el gobierno ?
Juan González.