Ya han pasado más de tres semanas, desde que el gobierno de Maduro estableció el 20 de agosto, un programa de recuperación y prosperidad económica, en la que se buscan nuevos equilibrios fiscales, monetarios, cambiarios…con objetivos centrados en reducir drásticamente el alto costo de la vida, aumentar la producción, mejorar la productividad, defender el valor de la moneda nacional y restituir la capacidad adquisitiva y poder de compra de la inmensa mayoría de la población venezolana…
¿Qué ha ocurrido hasta ahora?...hubo una mejora sustancial en los ingresos de la masa trabajadora, al aumentar 37 veces el salario nominal, pero que seguimos en presencia de una anarquía de precios…en donde los bienes y servicios, los están incrementando, prácticamente todos los días, que ya se está hablando de una tasa de inflación mensual, que pasa del 100% y eso significa, que más temprano que tarde, ese contundente aumento en el salario mínimo, sólo va a alcanzar para adquirir muy pocos productos de la canasta básica alimentaria…
Los precios se han ido convirtiendo en la verdadera punta de lanza del ataque más feroz y despiadado a nuestra economía, lamentablemente desde hace rato estamos sufriendo una espiral hiper-inflacionaria, que hasta ahora no parece haber tocado techo y sigue destrozando y pulverizando nuestro poder adquisitivo…que ya ni es poder, ni es adquisitivo…
El ataque frontal de la derecha nacional e internacional es seria y cada vez más terrible, aumentando lo que se conoce como "la presión" sobre el Estado y al pueblo venezolano…y definitivamente la especulación con los precios, se convierte en un elemento clave y protagónico en esta particular y nefasta guerra no convencional, con el fin último de desalojar al chavismo del poder político…
La altísima inflación inducida son unos misiles con dos puntas: matar la esperanza y tumbar al gobierno…