Con un remanente de mi primera quincena completa “reconvertida” compré el martes medio kg de queso, a 365 el kg. Este viernes, 3 días después, con mi cuarto de salario compré otro medio kg., pero ésta vez a 410 Bs. el kg. En tres días le incrementaron un 12%. Mi sueldo no ha variado desde el anuncio del 20 de agosto.
El gobierno anuncia que pagará a los empleados públicos semanalmente, pero no dice nada respecto al incremento descomunal de los precios. Esta medida de pagar cada semana el salario de los trabajadores en poco o nada favorece a los trabajadores, sobre todo considerando que el sueldo se sigue haciéndose aguas con estas prácticas especulativas impuestas.
Al día de hoy un trabajador con salario mínimo al cobrar su “semana” apenas podrá comprar 1 kg de queso y apenas le sobrarían 40 soberanos, ¿con qué compra otras proteínas para el sustento semanal de su familia? , ¿cómo adquiere otros rubros?.
El Presidente anuncia que pagará los aguinaldos en Petros, pero se olvida que la mayor parte de las mercancías fueron “petrolizadas” por los capitalistas hace tiempo ya.
En relación a las escalas salariales y la igualación hacia abajo de los sueldos y salarios de los empleados públicos después del 20A, aún ninguna voz calificada dice nada serio al respecto. Apenas se sigue repitiendo que se está discutiendo el asunto, pero por los vientos que soplan los grandes favorecidos con la reconversión son los dueños de capital y los comerciantes que si antes especulaban en bolívares fuertes ahora especulan en soberanos y dentro de poco especularán en petros. El gobierno se desentiende del asunto especulativo y en no pocas ocasiones ha dejado ver que el pueblo es quien debe ponerle freno al irrespeto y a la usura de parte de los comerciantes, olvidando que el gobierno tiene el deber de hacer cumplir las leyes y de defender los intereses del pueblo que lo eligió.
Pero como “tarifado” serio que soy, no puedo dejar de denunciar que también creo que el imperio y sus lacayos apuestan por derrocar a Maduro para controlar nuestros recursos. Es deplorable que el erario público financie a quienes pretenden destruir la Revolución, no puedo dejar de insistir en denunciar que 24 millones de cuadernos fueron importados de Colombia y aún nadie se pronuncia respeto a esta operación que permite financiar a los enemigos de nuestra Patria.
No hablaré más huevonadas en este escrito, ya la verdad que sólo huevones siguen consumiendo huevos a los precios que han impuesto quienes ofertan este rubro.
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