Mientras en naciones de falsa democracia representativa, se sacrifica al pueblo decretando aumentos de tarifas en los servicios básicos, más costosa la atención a la salud, más cara la electricidad, aumenta el costo del agua, y la educación pública sólo ocupa un minúsculo porcentaje sin ser totalmente gratuita ni obligatoria, al contrario en Venezuela el presupuesto oficial para el año 2019 destina más del 74% al desarrollo social, beneficiando la salud, educación, etc., etc., ejemplos de fórmulas siglo XXI, venezolanas, bolivarianas, zamoranas, rodrigueanas y profundamente chavistas.
Por encima de la campaña inmoral de quienes achacan los altos precios a una presunta inacción gubernamental en Venezuela, y no a los sectores capitalistas salvajes de empresarios privados, que no son demócratas sino fascistas y corruptores, el pueblo mayoritario que los vence electoralmente, se ha dado cuenta del maleficio de sus aumentos sucesivos en el precio de alimentos y toda clase de productos. Ronda el castigo a los capitalistas del chang–chullo, que no son chinitos únicamente, sino de distintas nacionalidades, y también criollos criollitos.
En síntesis, el presupuesto, el erario para la Venezuela socialista 2019, aprobado en la ANC, servirá no solo al beneficio de todas las capas sociales, sino para cubrir gastos provocados por los violentos güarimberos del 2017, y los continuos destrozos de quienes queman plantas eléctricas, aplauden apagones y nos hablan de falta de mantenimiento. Por eso la inmoralidad política de cierta oposición desvencijada y sin proyecto país, simplemente volverá a caer en manos de quienes violan los precios acordados, y miran para otros lados.