Aprovechar la moda de las marchas y caravanas se convierte en la mejor oportunidad para que en Venezuela el pueblo se movilice, y reivindique sus derechos y soberanía. Sería la mejor forma de resistir los embates que la empresa privada del alimento acomete diariamente en perjuicio del bolsillo y economía del venezolano.
No es justo que después de tanta espera por la recuperación de la economía, el apetito desmedido por ganancias a costa del pueblo por parte de la empresa privada, haya hecho que el venezolano pierda la esperanza que tenía en el programa de recuperación económica que el gobierno se había trazado.
De hecho, existe una queja permanente por el aumento del precio de los productos básicos y no se puede hablar de boicotear algún producto, por ejemplo de la empresa polar, porque ella en sí, es un monopolio. En efecto, el impacto que tienen los precios cada día en el venezolano, a la larga debe traducirse de manera consciente en alianzas para resistirlos. De allí deberían surgir los descontentos con una empresa privada que se burla del pueblo, del gobierno, de sus decisiones, de sus acuerdos.
De tal manera que, los abusos de la empresa privada del alimento deben ser contrarrestados en la medida en que se articulen movimientos de afectados, decididos a presionar para que las empresas revisen los precios de sus productos y, para eso es necesario que los acuerdos deben darse ser entre el pueblo y una empresa de buena voluntad, quedando solo el gobierno como testigo.
Respecto a la conformación de tales movimientos, hoy se muestra como un ejemplo la gran caravana o éxodo que se produce desde Centroamérica hacia los Estados Unidos. Pues, en las primeras reacciones de Trump ha aflorado el miedo ante una avalancha de personas que van hacia su frontera en busca de mejor vivir, por lo tanto dudo que a Lorenzo Mendoza no le dé un sustico el ver tanta gente frente a su empresa. Hay que hacer algo para que Lorenzo, respete los acuerdos con el gobierno y si no baja el precio de los productos, al menos, no siga aumentándolos. Ya basta; una gran mayoría de venezolanos rechazan los precios que cada día imponen las empresas de alimentos que afecta la economía que, supuestamente, con el programa gubernamental debía recuperarse de acuerdo a los precios acordados previamente entre el gobierno y los empresarios. Desde ya me anoto en esa caravana. Creo que es hora de la resistencia popular. Ya basta de irrespeto a los acuerdos.
