Mi decreto de emergencia económica

En vista de que en esta guerra económica dirigida contra el pueblo venezolano, cada vez se hace más difícil que los empresarios bajen los precios de los productos que elaboran; y que los comerciantes manipulan los precios como quieren sin respetar los precios acordados; además, que el gobierno no hace respetar los mismos, ni hace ajustes salariales cónsonos con la hiperinflación que padecemos, me obliga en un estado de emergencia hogareño que afecta mi buen vivir a adoptar medidas urgentes que me permitan el acceso a bienes, alimentos y medicinas con poco dinero. En este caso, yo, por el poder que me confiere el ser cabeza de casa, preferible a ser cabeza de otra cosa, a partir de hoy decreto la prohibición en todo el territorio de mi casa la compra de los productos que se mencionan a continuación:

La carne se considerará un producto de lujo, no así los huesos blancos, ni los pellejos para perros; El pollo, igualmente de extra lujo, tampoco podrá ser comprado, ni por piezas, a menos que sean las patas para hacer un caldo, por situación de emergencia ante un posible dengue. El pescado solo se comprará si es sardina y a precios acordados; mientras que el cochino, excluyendo el rabo, que es chicharrón, y las orejas son los que se pueden comprar, a menos que seamos beneficiados con el pernil. No se podrán comprar vegetales, a excepción de la berenjena y la yuca para sustituir la harina de arepa.

Queda igualmente suspendida la compra de harina de trigo, la harina de Lorenzo o la harina Doña Goya, se excluye de este grupo la harina artesanal previa comprobación del amasamiento. No se debe comprar azúcar, ni café por kilos, solo se debe comprar "téticas" para el momento. Del mismo modo, no se debe comprar jabón de baño, quedando excluidos los artículos de limpieza para lo cual hay que llevar una botella al sitio en donde venden líquidos multiuso que sirven para lavar, bañarse y fregar. También, la crema dental y los desodorantes no podrán ser comprados, para lo cual su sustituto será el bicarbonato de sodio.

En cuanto a otros productos de importancia general, se prohíbe comprar pinturas para la casa, se recomienda lavar las paredes con el líquido multiuso para recobrar el color; se prohíbe comprar zapatos, a menos que el zapatero por arreglar los viejos cobre lo mismo que cuesta comprar un par nuevo. Se prohíbe comprar ropa. Solo se permite voltear los cuellos de las camisas, reducir los pantalones de acuerdo a la talla generada por las privaciones en la alimentación. Finalmente, se prohíbe comprar medicamentos de laboratorios, solo se podrán tomar zumos de plantas previa revisión de sus características y posología a través de internet.

Este Decreto tendrá una duración, hasta que el gobierno se decida a poner mano dura a los empresarios que están jugando con la salud y el bienestar de los venezolanos.



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Jesús Rafael Barreto


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