Importantes observaciones de Arles Gómez al Plan de Recuperación Económica…: ¿Por qué no ha funcionado?

Octubre, noviembre y diciembre de 2018 fueron para Arles Gómez fueron arduos meses de estudio y trabajo y de mucha preocupación sobre el problema económico que vivimos. Suelo comunicarme con él, y en esos días me dijo que veía en el Plan de Recuperación Económica y Prosperidad (PREP), algunas fallas estructurales y que íbamos a ser arrollados nuevamente por una terrible inflación.

  1. Todo este cuadro se recrudece e intensifica si tomamos en cuenta que cada vez es más difícil producir algo si no se controla la locura de los precios. Uno lo ve en los pobres artesanos que si colocan a consignación un bolsito en un tarantín tiene que ir todos los días cambiarle el precio a su producto porque si lo llega a vender por tres lochas con que va a comprar a material para hacer algo nuevo. Y esto se va apreciando de manera tétrica hasta en los mercados populares donde se está dando el fenómeno de que la gente casi no está comprando, con las consabidas enormes pérdidas, porque uno ve cómo se van pudriendo los tomates, los aguacates, cambures, naranjas, zanahorias, papas, etc., y luego para reponer todo eso…

  2. Ciertamente, el 20 de Agosto de 2018 el Gobierno Bolivariano y el presidente Nicolás Maduro Moros lanzaron el Plan de Recuperación Económica y Prosperidad (PREP), acompañado de una Reconversión Monetaria. Dentro de dicho plan se contemplaba un "anclaje del salario al Petro", el presidente dijo en una alocución pública que había descubierto una fórmula única, una "Ecuación" maravillosa que permitiría darle valor al salario. Por espacio temporal de 20 días el salario mantuvo más o menos su valor, desde el 10 de Septiembre en adelante la caída del salario frente al costo de la vida ha sido abismal.

  3. Converso con Arles Gómez sobre estos temas y lo primero que le pregunto es por qué se ha estado generando este nuevo desangre en nuestra economía:

RESPUESTA DE ARLES: Lo primero que observamos es que ningún organismo ni siquiera el poder popular organizado tiene capacidad para controlar el desmadre de la especulación que se genera en todos los comercios. Se da una orden en Estados Unidos, y entre los comerciantes nuestros se produce una reacción en cadena que perturba gravemente incluso la ley de oferta y de la demanda tan sagrada y amada por los capitalistas. En pocos días, pues, el llamado salario se convirtió en un cartón de huevos o un kilo de queso. La inflación ha sido alrededor de 500% intermensual, mientras que el salario en los últimos 5 meses sólo ha subido 450%. El dólar de guerra sigue subiendo como la espuma y a diferencia de ésta, no se disipa. En fin, el plan ya no parece tal, y sus resultados son básicamente nulos. El precio del innombrable en el sistema DICOM (casi un cuento de hadas) ha seguido la senda de subidas que ha marcado el dólar criminal y aún así no se ha podido frenar el desangramiento del pueblo venezolano; peor aún, sólo se ha agravado el asunto, al punto de que ya empieza nuevamente la escases de dinero en efectivo y, al ritmo en que suben los precios se haría necesaria otra reconversión hacia mediado de Julio o Agosto de éste mismo año. La situación se nos presenta desbordada, y amenaza con serlo aún, con los planes desestabilizadores de nuevas sanciones y más bloqueos por parte de Estados Unidos y la Unión Europea.

  1. Entonces, Arles, ¿por qué no funcionó la referida ECUACIÓN que se nos presentaba como algo que nos podía sacar del atolladero?

RESPUESTA DE ARLES: El asunto es de gran complejidad, pues concurren en el mismo punto un gran conjunto de variables y operadores; pero, vamos a disgregarlos un poco: lo primero que observamos como ya lo ha planteado el constituyente señor Julio Escalona es que apenas se inicia el Plan Económico de Recuperación y Prosperidad, se intenta hacer llegar a "acuerdos" con quienes nos están masacrando. Esto es un error mortal. No se puede acordar los precios de los artículos de consumo con los mismos empresarios que intentan derrocar al Gobierno a través de la inflación especulativa. Peor aún es acordarlos en Petros, de esa forma cada vez que suba el valor del Petro en Bolívares Soberanos, subirán los precios. En la práctica los precios han subido sin respetar los acuerdos, mientras que el salario no ha subido a causa de respetar los acuerdos. No se puede establecer el valor de un barril de petróleo por definición, así que no se puede fijar el valor del Petro en 60$, porque en el mismo White Paper dice que el Petro está respaldado por el petróleo venezolano y equivale a un barril de petróleo venezolano, de igual forma que sólo puede ser cambiado cada Petro por un barril de petróleo venezolano; de ser cierto lo anterior, ¿cómo podemos decir que vale 60$? Porque un barril no vale 60$, el precio del petróleo fluctúa a diario de forma considerable, no es un valor estable, y no tiene una tendencia clara de fluctuación. Peor aún, es el asunto de la ecuación para incorporar el respaldo en otros activos (diamantes, oro y otros minerales), porque con ella se busca mantener el valor en divisas del Petro pero, es incongruente con el valor de su respaldo: si un inversionista extranjero decide comprar o recibir pagos en Petros tendría que aceptarlos por un valor de 60$ cada uno, y cuando quiera cobrar el respectivo respaldo del Petro a la nación venezolana, sólo recibirá un barril de petróleo por cada Petro aún cuando el valor del barril esté por debajo de dicha cifra, eso significa una pérdida de dinero para el inversionista, porque el Petro a 60$ está valuado en petróleo, oro, diamantes, etc. Es decir, el que quiera cobrar el respaldo, sólo recibe el petróleo sin importar si el mismo vale menos. En el caso contrario de que el valor del barril suba, cobrar el respaldo significa una pérdida de capital para la nación, porque estaríamos registrando un valor contable de 60$ por Petro pero el petróleo entregado a cambio de estos tendría mayor valor en el mercado… todo eso es una incongruencia que no favorece al fortalecimiento del Petro, y en el momento actual toda la economía está anclada a dicho instrumento, lo que no fortalezca al Petro sin lugar a dudas debilita a Venezuela.

Otra incongruencia es el anclaje del Bolívar Soberano y del salario al Petro; cada vez que el Petro suba de valor respecto al Bolívar Soberano se está depreciando la moneda de curso legal por mandato constitucional en nuestro país. Cada vez que suba la tasa de cambio oficial del dólar debería subir el Petro (porque a 1 Petro tiene un valor en divisas establecido en 60$); siendo cada Petro el reflejo de 1 barril de petróleo, cada vez que suba el precio del petróleo debería subir el valor del Petro y el salario debería subir también, a la vez que si baja el precio del petróleo deberían bajar tanto el sueldo como el valor del Petro. En la práctica, cada vez que el dólar DICOM ha subido, el valor del Petro en BsS se ha mantenido constante (entonces 1 Petro no son 60$), cada vez que el barril de petróleo ha fluctuado en su precio, el valor en divisas del Petro no lo ha hecho (entonces no es el reflejo de 1 barril de petróleo venezolano). El umbral de pobreza establecido por la ONU es 1$ al día, ya que el sueldo es ½ Petro, entonces en Venezuela todos los que ganan sueldo mínimo son pobres por definición, aunque es más dramático el hecho de que el sueldo no sube a la par de la inflación que nos está asfixiando.

Finalmente es incongruente con el socialismo tratar de mantener constante el valor de cualquier divisa, sea nacional o extranjera, sea fiduciaria o no, porque lo único que tiene valor real en la economía es el trabajo que a diario realizan los trabajadores asalariados de nuestro país (definido así por todos los economistas, desde Adam Smith hasta Karl Marx). Es el trabajo el que debe mantener constante su valor (que no es su precio), según lo definió Karl Marx en su obra maestra El Capital, esto significa que si todo sube de precio, El Salario debe subir a la par de todo lo demás. De igual forma es incongruente con el socialismo la anulación fáctica de los contratos colectivos y el aplanamiento de las tablas salariales de los trabajadores, siendo Karl Marx quien postuló la diferenciación social del trabajo y la valoración social del mismo, lo cual dio bases a la lucha sindical por los contratos colectivos y las escalas (llamadas tablas) salariales, incongruente por demás esto de las tablas salariales con el hecho histórico de ser la izquierda quien en las décadas de los 70, 80 y 90 del siglo pasado, liderizó toda la lucha por las reivindicaciones salariales y por salarios justos así como por mejores contratos colectivos; incontables artículos de periódicos en las hemerotecas de nuestro país lo demuestran.

En definitiva, pues, una Guerra Económica que nos tiene pavorosamente atenazados y que de momento sigue ganando el miserable y criminal capitalismo.

RESPUESTA DE ARLES: Que más adecuadamente podría llamarse Masacre al Bolsillo del Venezolano o Genocidio Económico. La Ecuación que sirve de piedra angular del Plan de Recuperación Económica y Prosperidad, no contempla entre sus variables los ataques del enemigo. El enemigo nos ataca con el dólar, que se traduce luego en inflación. El dólar de guerra es un misil desde los bombarderos de mister Trump y ¿cómo se hace para construir un refugio contra esos ataques despiadados? La Ecuación por la cual se calcula y corrige la operatividad del Plan de Recuperación Económica y Prosperidad, fue como un refugio antibombaderos, pero estuvo diseñada para reajustar la economía con respecto a las variaciones del precio del dólar, y eso no funciona.

En nuestro país la inflación está porcentualmente muy por encima de las variaciones porcentuales del dólar criminal (así lo ha demostrado en numerosos estudios la profesora Pasqualina Curcio). Aún más, tenemos inflación incluso en dólares: los comerciantes están fijando precios en dólares (ya sólo faltan las panaderías, licorerías y charcuterías que no tardaránn en fijar los precios en verdolaga), e incluso suben los precios en dólares: alguien compra un carro en 1000$ y en dos meses lo quiere vender en 1500$ ó 2000$. Eso es algo para lo cual La Ecuación no está capacitada y no es operativa; la mágica ecuación no contempla la realidad de la inflación. Es así que necesitamos un refugio antibombas, necesitamos una forma de refugiarnos de la inflación. Las variaciones del dólar en el sistema DICOM no han tenido como consecuencia la variación del valor del Petro en Bolívares Soberanos y no han variado el salario tampoco.

En resumen, La Ecuación ha fallado porque lanzamos el ancla de un solo lado con un peso muy elevado, y lo único que ha pasado es que, El Acorazado Venezuela se está hundiendo, en la medida que lo va arrastrando la marea tormentosa de la inflación.

  1. Valor del Trabajo: Un grave problema en la economía venezolana es la enorme plusvalía que actualmente obtienen los patronos y empleadores; dicho hecho es posible gracias a la desconexión que existe actualmente entre el Valor del Trabajo y su precio (El Salario). Para todos los más renombrados economistas clásicos desde Adam Smith, David Ricardo e incluso el mismo Karl Marx; es El Trabajo un activo real (el único que poseen los trabajadores asalariados), es decir, es igual a un lingote de oro; esto significa que El Trabajo tiene valor por sí mismo, tiene valor propio intrínseco. Además, es El Trabajo el único activo real capaz de dotar de valor a otros activos, productos manufacturados y servicios, dicho de otro modo: es El Trabajo el único medio para darle valor a todos los demás activos, productos y servicios que se intercambian en la economía del día a día. Es por eso que las cosas que compramos (comida, artículos de higiene y limpieza, casas, carros, etc.), tienen necesariamente un valor correspondiente al tiempo mínimo de trabajo socialmente necesario para producirlos. No compramos con dinero, compramos con el tiempo de vida (tiempo de trabajo), que tardamos en ganarnos el dinero que nos cuestan las cosas, así lo ha explicado muy claramente José "Pepe" Mujica. Se diría que compramos con el acumulado del tiempo de vida que debemos gastar para obtener la sumatoria del precio de un determinado producto, activo o servicio, en función de la valoración que la sociedad hace de nuestro tiempo de trabajo; es decir, según se valore El Trabajo (único activo real de la economía y que sólo lo poseen los trabajadores asalariados) que haga un individuo u otro en un determinado tiempo y por el cual recibe un Salario o sueldo (entiéndase aquí: precio del esfuerzo). Esto significa que el Salario es el precio que socialmente le corresponde al único activo real y, éste debe estar en proporción a la valoración que socialmente se hace del Trabajo que desempeña un determinado trabajador asalariado. Ahora bien, ya que sólo El Trabajo le confiere valor a los demás activos, productos o servicios que se intercambian en la economía, y ya que todas las mercancías que podamos comprar o vender tiene un valor que sólo depende de las horas de Trabajo necesario para producirlas o transformarlas; entonces, el único activo que tiene Valor Real y cuyo precio debería ser el índice para todos los demás activos, productos, servicios o mercancías es El Trabajo. Lo anterior nos conduce a un hecho incuestionable: El Salario debe ser el indicador económico de cuánto cuestan las cosas y, El Salario debe poseer un poder de compra constante en el tiempo económico, que le garantice al trabajador la reposición de su fuerza de trabajo, lo que en la modernidad incluye desde la alimentación hasta la recreación y el esparcimiento, acceso a la cultura, a la asistencia médica y los medicamentos, los productos de higiene y limpieza, la educación, el acceso a la tecnología y entre otras tantas cosas "el ahorro". En la práctica, desde hace unos 7 años que el precio del Trabajo, es decir, El Salario, no se corresponde con la realidad económica que vivimos; el costo de todas las necesidades básicas que posee un trabajador asalariado para poder reponer su fuerza de trabajo, está abismalmente por encima del poder de compra de su Salario (tenga o no una familia que mantener). La destrucción del poder de compra del Salario es el eje táctico estratégico de los enemigos que buscan destruir El Estado Venezolano a través de la guerra económica.

Señor Presidente, humildemente están aquí unas sugerencias que únicamente buscan ayudar al pueblo de Venezuela:

  1. Corregir el White Paper del Petro:

  2. Estipular que sólo se respalda en petróleo.

  3. Que cada Petro está respaldado por uno y sólo un barril de petróleo venezolano.

  4. Que el valor en divisas del Petro sólo será igual al valor que tenga un barril de petróleo venezolano en los mercados internacionales.

  5. El valor de un Petro en Bolívares Soberanos sólo dependerá del valor que tenga en divisas el Petro, multiplicado por la tasa de cambio de dichas divisas respecto al Bolívar Soberano.

  6. Romper el anclaje del BsS al Petro y, romper el anclaje del salario al Petro también.

  7. Utilizar el Petro como una divisa de intercambio internacional para importar o exportar bienes, servicios y productos desde o hacia Venezuela. Se debe negociar tratados de intercambio bilateral con Rusia, China, India, Turquía, Alemania entre otros, para que los bancos centrales de esos países acepten los Petros como pago por importaciones realizadas por Venezuela y nosotros aceptamos las divisas de dichos países como pago por las exportaciones que realicemos. El BCV le asegura a los otros bancos centrales el cambio de los Petros por petróleo o por sus respectivas divisas nacionales, mientras que los bancos centrales de esos países les aseguran a sus ciudadanos el cambio de los Petros por las respectivas divisas de curso legal en esos países. De ésta forma venceremos el bloqueo económico y podremos reabastecernos a un ritmo más acelerado.

  8. Crear el Bolívar Oro: Utilizando el Patrón Oro, también llamado Ley Oro. De tal forma que 100 Bolívares Oro estarán respaldados y son equivalentes en valor a 1 onza troy de oro monetario (oro de 24 quilates). De esa forma el valor en divisas de dicha moneda es imposible de manipular; además sería un valor sumamente estable, porque toda la economía mundial está respaldada en el oro, y es por eso que el precio de dicho metal siempre es estable con una tendencia histórica al alza. Sería imposible para el imperio derrumbar el precio del oro, porque se depreciaría automáticamente las reservas del FMI, del Banco Mundial y de Fort Knox, así como las reservas de Alemania, Reino Unido, Rusia, China, todos los monarcas europeos, etc. Entre las medidas necesarias para implementar con éxito "El Plan Estratégico Integral Para Vencer la Guerra Económica" están:

  9. Emitir solamente la cantidad de Bolívares Oro que nos permitan las reservas de oro del BCV. Cuando haga falta emitir más dinero, si no se dispone de mayores reservas de oro, se pueden emitir más Bolívares Oro a contrapartida de la cantidad de Petros circulantes aún disponibles, según la tasa de cambio entre ambas monedas.

  10. Fijar el sueldo mínimo en 25 Bolívares Oro para trabajadores y empleados públicos y privados.

  11. Restituir las tablas salariales que estaban en vigencia antes de la reconversión del 20 de Agosto de 2018.

  12. Fijar el precio de la gasolina y del diesel, a precios internacionales usando los Bolívares Oro, y otorgar el subsidio en dinero directamente al ciudadano venezolano por una cantidad fija de 200 litros al mes.

  13. Fijar el precio del transporte urbano en 0,10 Bolívares Oro.

  14. Fijar el precio de la electricidad residencial, el agua residencial, el gas residencial y los demás servicios propiedad del Estado en Bolívares Oro, a precio de costo (sin margen de ganancia). Fijar el precio de todos esos servicios a los comercios e industrias a un 70% del valor internacional promedio en la región, en Bolívares Oro.

  15. Indexar la tasa de cambio entre el Bolívar Soberano y el Bolívar Oro según la inflación (de los precios en Bolívares Soberanos) medida a diario.

  16. Calcular la tasa de cambio del BsS respecto a las divisas extranjeras en base a cuantos BsS vale un Bolívar Oro dividido entre el valor en divisas del Bolívar Oro.

  17. No reconvertir los BsS a Bolívares Oro de forma automática, sino que se deban comprar los Bolívares Oro en los bancos (tal cual se hace con una divisa extranjera).

  18. Pagar las nóminas públicas directamente en Bolívares Oro, y que las nóminas privadas se paguen en BsS según la tasa de cambio del día de pago. Las nóminas privadas deben pagarse semanalmente mientras haya inflación en el Bolívar Soberano.

  19. No permitir la libre circulación del Bolívar Oro hasta que no haya parado la inflación en los Bolívares Soberanos. Cada vez que se desee gastar los Bolívares Oro, deberán ser convertidos a BsS previamente. Y los Bolívares Oro convertidos a BsS deberán ser devueltos al BCV inmediatamente por las entidades bancarias. Tampoco se deben permitir las trasferencias de Bolívares Oro entre cuentas bancarias que no sean de un mismo titular hasta que no haya cesado la inflación.

  20. Fijar la Unidad Tributaria en Bolívares Soberanos en 0,20% del valor de 1 Bolívar Oro.

  21. Establecer para empresas y comercios una escala de impuestos progresivos de 8 escalones, a partir de 2.500UT de ganancia neta mensual y 10% de impuesto, e ir aumentando en 5% los impuestos cada vez que se tripliquen las ganancias respecto al peldaño anterior, hasta alcanzar el 50% de impuesto a la ganancia neta de comercios y empresas que devenguen una renta mensual de 5.467.500UT o más.

  22. Permitir el libre cambio a divisas para el Bolívar Soberano y el Petro, pero prohibirlo e impedirlo para el Bolívar Oro. Mientras coexistan el BsS y el Bolívar Oro, sólo se podrán cambiar los Bolívar Oro por Petros o por Bolívares Soberanos.



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José Sant Roz

Director de Ensartaos.com.ve. Profesor de matemáticas en la Universidad de Los Andes (ULA). autor de más de veinte libros sobre política e historia.

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