La política y la (s) cosa (s) pública (s) del pueblo venezolano

Cuando alguna persona se tropieza en la vida pública con un conocido se saludan y se preguntan ¿Cómo están las cosas?, una de las partes regularmente le responde no muy bien, para no ser pesimista y decirle mal, mientras la otra le dice regular para el tiempo, para ser optimista, el asunto es que las cosas públicas no marchan bien, en la vida social, la vida pública las cosas no marchan bien. Bolívar cuando se refería a "la cosa pública" se refería a los asuntos comunes de la política, los asuntos de todos, por tanto se refería a la República, vale decir a "la cosa pública", el problema de todos, sin cuyas soluciones no se puede vivir en paz.

La cosa pública es singular, como es de todos, entonces merece ser tratadas como las cosas públicas, los asuntos comunes de todos, las coas nuestras, ellos son los derechos sociales, económicos, políticos, culturales, todos aquellos derechos fundamentales que hacen posible la existencia común de los ciudadanos (as), vivir y convivir en sociedad. Ellos van desde la salud, la alimentación, la educación, la vivienda, la ciudad y sus servicios básicos, la carreteras, el transporte, las plazas públicas, la infraestructura, el agua, el aseo, la electricidad, la telefonía, las redes de internets (correos), la información, la televisión, la radio, la prensa, la recreación, el cine, el teatro, la cultura, los libros, etc.

Se puede clasificar estas necesidades de los ciudadanos (as) en materiales y espirituales. ¿Que pasa cuando las cosas públicas no marcha bien?, la sociedad no puede estar bien, entonces los individuos se transmiten su malestar, se relatan sus angustias, cada quien tiene su propia narrativa, se explica mutuamente cómo marcha cada uno de estos asuntos, mejor dicho se comunican la manera de como estos problemas sociales, de las cosas públicas (La República) inciden en las relaciones sociales, en la convivencia social. Puesto que no somos un país aislado en el continente Latinoamericano y Caribeño y en el mundo, otros países también puede estar ejerciendo influencia en nuestras vida.

Tal caso; es el ejemplo de la influencia de los Estados Unidos, la Comunidad Europea y el Grupo de Lima, ellos de manera conjunta pretenden incidir en los asuntos públicos venezolanos, irrespetando la autonomía, la independencia y la soberanía, agravando aún mas los problemas nacionales, los problemas que llamamos "La cosas pública". Ciertamente en Venezuela dicho lo anterior, las cosas no están marchando bien, todo el mundo lo dice, cansados de la diatriba política, no ven soluciones en su vida, sufren las consecuencias del bloqueo, comercial, financiero y económico.

Una madre relata que su hijo murió por carecer de auxilio, por no tener la clínica planta eléctrica por causa de apagón eléctrico, cuantos casos no se presentaron en los hospitales aún teniendo planta eléctrica, no funcionaron, las narrativa son múltiples, se dice, "las cosas no están bien", "los precios cambian todos los días", "no hay control de precios", "A maduro se le escapó la economía de las manos", "el gobierno debería poner orden", "aquí todo el mundo hace lo que le da la gana, cada quien le pone los precios que quieran", los vendedores, comerciantes, transportistas, "el agua no llega", "la electricidad se va todos los días", "el aseo no pasa", " se acabaron los carritos por puestos", "se robaron los cables de internet y de la telefonía fija", "las medicinas están caras", "no se consigue el medicamento X", "la comida está cara", "no me alcanza el salario", "mejor que Maduro no aumente los salarios porque después aumentan mas los precios", "antes se vivía mejor", "el socialismo es un fracaso", "nos quieren imponer el comunismo", estas y otros argumentos más refiere la población con distintos signos políticos.

Independientemente de la tendencia política, la situación de los derechos humanos se ha vulnerado, no estamos en una situación normal, no se quiere ver que estamos en una situación de guerra, se han afectados los derechos sagrados constitucionales, se han dejado vulnerarlos, por acción o por omisión, pero también por complicidad con factores opositores, por injerencia foránea de los Estados Unidos y otros países con su política de aislamiento y bloqueos. El estado de salud de la República no es más adecuado, se ha trastornado el bienestar de la población, los logros de la revolución bolivariana en materia de salud, educación, servicios públicos se han afectado, el país no está en paz.

La malestar de la sociedad venezolana es reflejo de la crisis, la sociedad civil no está bien el pueblo lo manifiesta, el pueblo está anarquizado, incluso anarquizado, reina un clima de descontento social, no puede haber indiferencia por los sectores más necesitados, sin embargo aumentan la acumulación de capital, siguen aumentando los precios despiadadamente, sin que nadie pongan freno al empobrecimiento del pueblo, al hambre, reina la idolatría del dinero, del mercado, se invocan el principio de la libertad privada, de la propiedad privada, del mercado libre, de la libertad del capital.

El capitalismo venezolano procura privatizar "la cosa pública" (El Estado) y "las cosas públicas" (La República), acumular mas bienes comunes, hacerlos propios, individuales, personales, supeditando los valores públicos a los privados, el valor del dinero, el poder, el placer y comodidades, se desprende la corrupción, nace con ello, una desviación de la moral pública, de la moral personal. Puesto que en el capitalismo se valora más el tener que el ser, en consiguiente, muchos se orientan al hedonismo, las comodidades y el placer por encima de los demás. La política priva da prioridad a lo económico mas que al bien común de lo público, es decir sacrifica los valores del hombre en sociedad por los bienes materiales.

En Venezuela el capitalismo trata de emular las otras economías capitalistas "desarrolladas", a nombre de un desarrollo desigual, donde pocos países acumulan enormes riquezas materiales mientras que la mayoría de la humanidad se empobrece por millones a causa del progreso científico y tecnológico, esto lo llama "economía científica", economía de mercado, rechazando todo nexo entre la economía y la ética, entre la economía y la moral, desconociendo los derechos de los consumidores, el acceso a los bienes perecederos y no perecederos, bienes que no pueden ser mercantilizados tales como el agua, la electricidad, el aseo, la salud, la educación, la vivienda, la información, entre otros.

El capitalismo venezolano como parte del capitalismo mundial ha desembocado en una economía amoral, desconoce la ley natural, las necesidades humanas, cuando habla de moral se refiere al calculo económico de las relaciones y los negocios humanos, absolutiza lo económico por encima de lo social, el valor económico se superpone a los valores universales de la humanidad, incluso se opone a la identidad nacional, pretende hacer de los ciudadanos (as) apátridas, acabar con su idiosincrasia, sus costumbres, sus tradiciones, convertirlos en parias en su propia tierra, acabar con "el patriotismo", con el honor patrio y la anular la historia, equivale anular la identidad nacional, con la fe del pueblo, con su derecho al desarrollo digno.

¿Puede existir la moral pública en el capitalismo?, absolutamente no, ya lo hemos demostrado, las acciones política ván orientadas a esclavizar a los seres humanos, hacer mano de obra explotada, vilipendiada, engañada, restringiendo sus derechos sociales, económicos y políticos, además de los culturales, procurar hacer fracasar la lucha por la dignidad, niega los derechos fundamentales, el derecho a vivir mejor, no puede en consiguiente haber armonía social, no hay justa distribución de los bienes así como realización de los derechos sociales y humanos. El capitalismo busca saciar su moral, la explotación del hombre y las naciones.

Los actos e intereses de la política capitalista en "democracia" son encubiertos cuando no son falsos, su moralidad no se centra en el buen funcionamiento del hombre en sociedad, en el manejo de la cosa pública" al servicio del ciudadano, el bienestar es personal, privado, el bien común se supedita al bien personal, por eso es una contradicción el ejercicio de la política en el capitalismo, no busca la felicidad social, sino privada, está sometida al esfuerzo propio, al logro de los medios económicos, a la facultad de realización de los deseos y el placer privados, es el fin de la moral política del capitalismo, por tanto no existe moral pública en el capitalismo, sino una ética amoral.

En Venezuela decíamos las cosas públicas no marcha bien, no se responden a las demandas populares, sobre todo servir de amparo a la sociedad o el pueblo, el fin del Estado, las razones son conocidas, el desmantelamiento de los logros del chavismo mediante el ataque de la guerra económica, e ataque a la moneda mediante el dólar, la devaluación del bolívar soberano, la depreciación del bolívar, el contrabando de los bienes regulados, también los subsidiados, (Claps), del combustible, la fuga de capital y la corrupción de la extinta Cadivi, (organismo de administración de divisas del gobierno), el modelo rentista petrolero (neorentista socialista) y sus secuelas, pero en no menor medida, el bloqueo comercial, financiero y económico que nos impide recibir prestamos, mercancías ya sean alimentos, medicamentos, equipos de repuestos entre otros.

Uno de los problemas que contribuye a esta crisis de la sociedad venezolana es el papel que juega la oposición venezolana, durante la llegada de Chávez al poder no se ha resignado a perder las elecciones, contantemente en mas veinte elecciones siempre "ha cantado fraude", con excepciones del referendo para reformar la constitución, el triunfo de la asamblea nacional y uno que otro triunfo a nivel de alcaldía, gobernación u órganos municipales. El chavismo y su política del "bien común", de abocarse a la cosa pública los ha arrasado, la oposición como se vé no tiene política, no sabe como abanderar la política de manera transparente, sin engaño, no tien un discurso cristalino, cónsono con los intereses de la nación y los valores bolivarianos.

Golpes de Estado, paros petroleros, guarimbas, guerra económica protagonizada por empresarios privados que solidarizan con la oposición venezolana, responsable de la elevación de precios, acaparamiento de bienes en especial alimentos y medicamentos, especulación con los mismos, escasez, ralentización de la producción, desvío e inversiones, fraudes a la nación con las importaciones, desvío de capitales, colocación en paraísos fiscales, y mas recientemente, imposturas presidenciales, asambleas nacionales promoviendo leyes inconstitucionales, tales como la ley de vivienda, entre otras. La oposición venezolana tiene política solo para desestabilizar el país, tal cual ha implementado la aplicación de saboteos, de carreteras, paralización de actividades escolares, universidades, vías públicas, cercenamiento del derecho de circulación y transito, conculcación de la libertad, y lo peor, saboteo eléctrico exponiendo en riesgo la vida en hospitales, clínica, etc.

En este escenario, cómo ciudadano o ciudadana alguna no se va a sentir mal, cómo alguien puede negar que existe violación a los derechos humanos, si estamos en guerra, cómo pretendemos negar que las cosas están bien, que todo funciona, que no hay problemas, que no tengamos cuidados, que nos despreocupemos, que no pasa nada, sería hipócrita, falso, existe una vida desordenada en el país, existe un desprecio a la vida, sobre todo a la vida social, hay quienes apuestan a que el Estado no funcione, que el gobierno se paralice, que la sociedad no funcione, en todo caso, presionan para que Nicolás Maduro, electo Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, renuncie, se vaya, se llame a nuevas elecciones aprovechándose del ambiente creado, del caos que se fomentado mediante una crisis inducida políticamente hablando para satisfacer intereses privados, corporativos y empresariales.

Han hollado lo mas sagrado del pueblo venezolano como decía Bolívar respecto a la guerra que le hiciera en su tiempo, la opinión pública, la esperanza pública, han tratado de desmoralizar al pueblo, hacerlo sentir mal, renegar de su Patria, incluso emigrar para valorizarse en otros países, han desvalorado al pueblo a modo de castigo, para sembrar cizaña, enrumbar el odio de su situación contra el gobierno de Nicolás Maduro, aprovecharse del caos, la incertidumbre y la confusión para invitar fuerzas extranjeras para invadir al país a nombre de "la ayuda humanitaria", una intervención militar humanitaria para apropiarse del poder, de los recursos económicos acabando con la existencia de la República, tal cual lo hicieran las intervenciones militares en Libia e Irak el imperialismo de los Estados Unidos y sus aliados de la OTAN.

Toda la parafernalia política y criminal de la oposición interna y sus aliados externos, no han podido con la revolución bolivariana y sus aliados, los países del Alba, China, Rusia, Irán, entre otros, recordemos que Venezuela abandera el conjunto de países del NOAL, además es rector de la OPEP, por mucho esfuerzo que han tratado de condenarla en el foro de la OEA, no han podido, ni siquiera en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, siempre ha sabido defender su verdad, la situación política de los derechos humanos en Venezuela, por el contrario ha denunciado las agresiones internacionales, la violación a su soberanía, incluso de países vecinos como Colombia, gobierno que se atrevió a introducir en el país un cargamento de armas para apoyar la oposición apátrida venezolana.

Ahora con la impostura de Juan Guaidó como presidente autoproclamado, lo poco de democrático que le quedaba a la oposición apátrida ha quedado al desnudo, sin política, sin programa, sin discurso, sin legitimidad, sin legalidad, sin organización, sin apoyo popular, únicamente apoyados por medios internacionales muy poderosos, corporaciones mediáticas al servicio del imperialismo, sustentados por gobierno extranjeros, demostrando con ello, que el líder de la oposición es el gobierno de los Estados Unidos, interesado en la "Salida de Maduro", en las riquezas del país. La oposición en Venezuela es un muerto en vida y al imperialismo le debe enseñar que quienes violan los derechos naturales y sociales humanos acaban por derrumbarse tarde o temprano, la oposición apátrida no es la excepción, ella se ha derrumbado.



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Alexander Kórdan Acosta R.

Economista. Magíster en Gerencia de Servicios Administrativos. Doctor en Ciencias Estratégicas para el Desarrollo. Profesor de la Universidad Bolivariana de Venezuela (UBV). Instructor de Cooperativismo Comunitario.

 kordankovki@gmail.com

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