Siguiendo la lógica de lo anunciado en agosto de 2018, el salario mínimo debería ser, por lo menos, BsS 356.110 y no BsS 40.000.
Dijeron en aquel momento: 1) que tendríamos dos unidades de cuenta en la economía, el bolívar y el petro; 2) que 1 petro equivaldría a 1 barril de petróleo (US$ 60); 3) que el bolívar se anclaría al petro; 4) que si 1 petro equivale a US$ 60 y cada dólar equivalía, en ese momento, a BsS 60, la relación bolívar-petro sería 3600 bsS/petro (60 US$ por 60 BsS/petro); 5) que el salario mínimo equivaldría a medio petro (BsS 1.800, la mitad de BsS 3.600).
En un artículo publicado el 29-10-2018 titulado “Paradoja del bolívar-petro” alertábamos que dicho anclaje no era solo al petro sino al dólar, por lo que cada vez que nos atacaran la moneda se generaría una devaluación inmediata del bolívar con respecto al petro. Hoy dicha relación pasó de3.600 BsS/petro a 712.220 BsS/petro (resulta de multiplicar el tipo de cambio oficial que se ha dado a la tarea de perseguir al dólar criminal, 11.870,3 BsS/US$, por el precio del petro que se mantiene en 60 US$). El salario mínimo debería ser la mitad de 712.220, o sea BsS 356.110.
Entrampado en el cuento monetarista que reza que es el dinero “inorgánico” la causa de la inflación en Venezuela, el BCV decidió artificiosamente congelar la relación bolívar-petro en 80.000 y con ella los salarios. Tenemos entonces dos marcadores: el de 80.000 BsS/petro publicado por el BCV y el de 712.220,60 BsS/petro que se actualiza diariamente según ataquen la moneda. El que se utiliza para calcular el salario mínimo es el primero.
Insisten los dogmáticos monetaristas del BCV en no incrementar los salarios y en achatar las tablas salariales porque de lo contrario habría que aumentar la cantidad de dinero para cubrir la nómina del sector público, lo cual, según ellos derivaría en inflación. Resulta que la causa de la inflación no es la cantidad de dinero. Cómo explican entonces que la inflación desde agosto de 2018 ha sido 53.052% a pesar de que han disminuido 71% la liquidez monetaria real durante el mismo período.
Desde agosto del año pasado el poder adquisitivo del trabajador ha caído 96%. Incrementar el salario es urgente.
En revolución es del lado de la clase trabajadora que se debe estar.
Tomado de: Red Angostura