Con preocupación leía los rumores sobre el nuevo aumento salarial, no dando credibilidad a la cantidad de información o desinformación al respecto, considerando que la economía del país se encuentra dolarizada, producto de las desacertadas decisiones de tipo económicas asumidas por los actores gubernamentales, que si bien, han tenido lugar con ocasión a la procura de la búsqueda de soluciones a la situación que vivimos producto de la grave guerra económica externa a la que estamos sometidos, han resultado fallidas.
En este orden, la gran mayoría de venezolanos de a pie, no entiende la gravedad de la derogación de la Ley de Ilícitos Cambiarios, que arrojó como consecuencia la infortunada dolarización de la economía del país, que el mismo Presidente ha reconocido y le ha dado la buena pro. Lo cierto es que la dolarización del país venía siendo un hecho desde que dejaron de existir las sanciones reales que se encontraban establecidas en el marco legal regulador de la actividad de divisas en el territorio venezolano, en consecuencia, en la actualidad todo el mundo –los comerciantes formales e informales- hacen lo que les da la gana, mientras los bancos no venden dólares a los particulares, la pregunta obvia es: ¿De dónde salen tantos dólares en físico al mercado?
Asimismo, la eliminación del artículo de la Ley de Precios Justos que refería al control del 30% de ganancia en la cadena de comercialización, arrojó como resultado, la desaparición del precio final al consumidor en TODOS LOS PRODUCTOS del mercado, por consiguiente, el quiebre del equilibrio económico financiero –razonable- que debe existir en el mundo de la oferta y la demanda de un mercado justo, pues, al no existir control del margen de ganancia en el mercado, se impone el libre mercado que favorece, naturalmente, al comerciante y no al consumidor final, por lo que resulta lógico que cada quien establezca el precio que le venga en gana ante la ausencia de controles mínimos de orden económico. Dos medidas que han terminado de arrastrar por el despeñadero la economía del país y la calidad de vida de la GRAN MAYORIA DE VENEZOLANOS, anulando la capacidad adquisitiva de los ciudadanos.
Es por ello que, la expectativa del aumento salarial, se encontraba enfocada en la esperanza depositada en la posible implementación de una política salarial reivindicatoria de los trabajadores, lo que se traduce en lo debería devengar la mayoría de los ciudadanos por el trabajo HONESTO que realizamos, EN EL ENTENDIDO QUE EL SALARIO DEVENGADO MENSUALMENTE DEBE DE SATISFACER NUESTRAS NECESIDADES TANTO MATERIALES COMO ESPIRITUALES Y ESO ES UN CLARO EJEMPLO DE LO QUE DEBE SER EL SALARIO, EL MISMO NO SOLO DEBE SATISFACER LAS NECESIDADES MATERIALES, EL SALARIO DE POR SÍ, SATISFACE NUESTRAS NECESIDADES ESPIRITUALES, LO MATERIAL Y ESPIRITUAL ES UNA UNIDAD DIALÉCTICA, MARXISTA, LA POLÍTICA SALARIAL COADYUVA NECESARIAMENTE A LA REALIZACIÓN INDIVIDUAL Y COLECTIVA EN LA SOCIEDAD, CRECE SU AUTOESTIMA Y MEJORA SU CONDICIÓN SOCIAL.
Por otro lado, el deterioro del salario ante los ingresos de las diferentes formas de propiedad, como fuentes de ingreso, generan crisis y la agudización de las contradicciones en la sociedad, otro de los elementos fundamentales del problema económico en nuestro país.
En la realidad social que vivimos, existe un profundo desestimulo al trabajo y a la formación o mejoramiento académico, con el correspondiente deterioro de la productividad, la disminución de la producción y el debilitamiento del papel rector del Estado en la actividad económica del país. Ratifico, más allá de las políticas sociales que ha implementado el Ejecutivo para intentar contrarrestar tanto los efectos de la dura guerra económica que enfrentamos, las fallidas políticas económicas aplicadas en el país, así como, el deterioro gradual en la producción de las Industrias Básicas del Estado.
En la actualidad la circulación del dinero físico en divisas es mayor que la del Bolívar, nadie -comerciante formal e informal- quiere aceptar como forma de pago la moneda de curso legal en Venezuela, fija sus precios en divisas; y si de pagar en bolívares es el caso, debe hacerlo al cambio paralelo, debido a que el cambio oficial la han convertido en una quimera. Si aumenta el precio de la divisa el poder adquisitivo sigue disminuyendo, mientras que si sube y permanece estable, entonces incrementan el precio de los artículos en bolívares, sino les funciona económicamente, entonces aumentan el precio de los productos en dólares y continúan empobreciendo al pueblo venezolano ante una indolencia generalizada, mientras, las Instituciones quedaron para alimentar más el burocratismo ya que no pueden salir a supervisar, no existe basamento jurídico que les permita corregir las distorsiones.
Las redes sociales se mantienen en silencio, los “autodenominados INFLUENCERS” hacen MUTE, o siguen descargando su molestia a los -HDP- empresarios, bachaqueros y afines, ocultando (por desconocimiento o desinformación) la realidad del problema y su raíz, nadie habla sobre la derogación de la Ley de Ilícitos Cambiarios ni de la eliminación del margen de comercialización de los productos, pero cuestionan que el SUNDDE no sale a la calle, la pregunta es: ¿PARA QUÉ SALIR A LA CALLE SINO PUEDEN SANCIONAR?
Por qué no decir la verdad, de qué sirve ocultarla, hablarle claro al país es necesario. Hoy los productos no tienen precio marcado, porque fue eliminado el margen de comercialización o ganancia, eso hay que decírselo al pueblo, no existen precios justos en alimentos y medicinas. Los empresarios especulan y roban porque nadie los puede controlar ni sancionar, al igual que los bachaqueros, vivimos en una sociedad de cómplices en todos los niveles.
El aumento salarial, el mínimo antes de ser anunciado ya solo sirve para comprar un Kilogramo de Queso, por lo menos los pensionados solo tendrán para comprar un solo producto. Ya nadie quiere trabajar, solo quieren salir a la calle a ver como se ganan unos cuantos dólares, de qué sirve graduarte de profesional o especialista en un área, sino vas a ejercer; tal cual como aún sigue ocurriendo en Cuba, en la cual se invierte todo el dinero del mundo en educación, para que luego de graduado salgan a rebuscarse en la calle, ya que la económica se maneja en CUC, y los salarios en pesos que no sirven para. Venezuela sigue ese ejemplo, invierte en educación mucho dinero y luego ese profesional sale a la calle a ver como se gana unos dólares, ya que la Administración Pública y muchas Empresas pagan en bolívares mientras que el consumo es en dólares. ¿Socialismo?
Si Venezuela es hoy un país socialista o vive el carácter socialista de desarrollo, la premisa fundamental de esa orientación debería definir el objetivo de la producción socialista y las vías para su realización, que no es otra cosa que la plena satisfacción de las constantes y crecientes necesidades materiales y culturales del pueblo, por medio del crecimiento continuo y del perfeccionamientos de la producción social elevando su efectividad, lo que al mediano plazo se transforma en un creciente necesidad al surgimiento de nuevas posibilidades de desarrollo y estimularán su consiguiente aplicación en el perfeccionamiento y planificación de la producción, lo cual se traduciría en salarios justos que satisfagan las necesidades materiales del trabajador y por consiguiente sus necesidades espirituales en armonía perfecta.
Si hoy un trabajador activo vive estresado, qué quedará para un pensionado(a), jubilado(a) que vive el martirio del costo tan elevado de productos alimenticios y de medicamentos, para ellos no hay Tabla Salarial, un profesional Jubilado(a) con Magister o Doctorado ganara 250 mil bolívares, de qué sirve jubilarse y recibir una pensión en Venezuela (?), cuál es el logro de haber pensionado al 100% de los hombres y mujeres en edad de pensión, si la misma solo alcanza para comprar un kilo de queso mensual. No sé si es un caso único Venezuela, donde un profesional jubilado(a), con el tiempo, pasa a devengar salario mínimo.
Es hora de rectificar, estudiar e implementar mecanismos que permitan regular la actividad económica, ver que está sucediendo en la Argentina, por ejemplo, con los PRECIOS CUIDADOS y PRECIOS ESENCIALES, cuáles son sus beneficios y si son eficaces.
Hay que desmontar el mito de la buena voluntad de empresarios, solo como un ejemplo: cuando se eliminó el Artículo de la Ley de Precios Justos que se refería al 30% de ganancia en la cadena de comercialización, es un hecho que de inmediato aparecieron casi ocho (08) marcas de Harina Precocida, guiados por los precios que imponía la marca de los Mendoza (Harina Pan), empresarios que montaron esas fábricas en algunos casos con financiamiento del gobierno (quienes deberían ser los primeros a ser llamados a establecer márgenes de precios justos).
Es necesario regular la actividad económica del país, de lo contrario no habrá política pública que desmonte la disposición económica tan grande que vive la Nación. Si ya no se puede seguir defendiendo el Bolívar Soberano, entonces habrá que pagar el salario en divisa o en la criptomoneda, como una forma de nivelar y defender el salario de los trabajadores, obviamente, acompañado con el establecimiento de medidas regulatorias que sancionen a los infractores en la cadena de producción y comercialización.
NO HAY NADA MÁS EXCLUYENTE QUE SER POBRE.
PD: Pregunto: ¿Porque nadie en el alto gobierno escucha o atiende las propuestas de la camarada Economista Pascualina Curcio o del resto de los especialistas formados e informados en el área, si los sesudos economistas del Gobierno y los asesores externos no han podido brindar acertadas soluciones al problema económico del país?