Una de las condiciones favorables a Platón eran sus ideas sobre el desarrollo y, todo comienza como una semilla hasta alcanzar un árbol. En este sentido, el país necesita desarrollarse y regresar a su cultura y tradiciones. Por lo tanto, es necesario el crecimiento a partir de la negación de nuestra realidad, mediante una verdadera reconstrucción, desarrollarnos nosotros mismos y suspirar al lograr lo esperado
Desde el siglo XIX se viene confundiendo el progreso de la humanidad con las aventuras de la civilización occidental y, resulta ya difícil escindir ambos conceptos. Se dirá, a la vez, que la filosofía del progreso afianzo más el colonialismo europeo que, la acción de los ejércitos y diplomáticos, promovido como símbolo de la liberación del hombre que, término operando en otros contextos como signo de dominación...
Es necesario hacer la historia. Y no asumir con espíritu trágico la idea de que se trata de un proceso irreversible. Ella busca dotar de una fisonomía a los acontecimientos considerados por el pueblo como muy significativo, desde una visión de su identidad. Por lo tanto, nos llevaron estas argumentaciones a una coyuntura desde el año 2013, cuando apareció lo referente a las pandemias, cuando se aceleró los programas de experimentación con animales y, China tomo el arbitraje por su inmensa fauna silvestre hasta Indonesia.
Es un asunto muy significativo, porque provoca un corte en la programación económica y, en nuestro caso, la realidad actual y el futuro de la sociedad es una imagen exacta de nuestra inclusión o exclusión del mundo bursátil mundial. Así lo hemos expresado un grupo de articulista en la web Aporrea en este año 2020.
El neoliberalismo y el capitalismo salvaje han quebrantado nuestra historia democrática, rompiendo con el pasado y, llevarnos a una fatalidad que origina un movimiento de atracción en la revolución por la presencia del dólar, como moneda fundamental de cambio y, dejando al Bolívar Soberano en el foso, como moneda que tuvo un gran valor de comercialización.
En Venezuela, los legitimadores del pacto revolucionario lo tomaron a juego y, en vez de democratizar, asumieron el campo cultural para arremeter contra los ciudadanos y, los discursos operaron acorde con los criterios de la revolución, pero, la verdad es otra.
Solo Nicaragua y México, van hacia un verdadero nacionalismo y, el parámetro es darle un concepto formal al crecimiento económico. La revolución, en estos dos países siguen su proceso por los paradigmas utilizados. En los nichos sociales y ya se habla de procesos políticos en su estructura económica que, va más allá de una utopía.
Hay que ir a una identidad nacional. Con el fin de refundar a Latinoamérica en base al trabajo creativo para legitimar a los trabajadores autóctonos. Así que, en el Sur necesitamos una atención política y una cultura social como económica para todos. Por lo tanto, se debe revitalizar el poder político y la economía.
La realidad contemporánea ha mostrado la insuficiencia del Estado Nacional para satisfacer los requerimientos más urgentes de los pueblos., así, la necesidad de constituir bloques que permitan negociar con otros bloques en una situación de poder. Lo que hace necesario, acabar con todo egoísmo en Latinoamérica, por lo de la integración.
Así que, nuestra matriz cultural debe beneficiar al Estado.
La ciudad, en este sentido, no es simplemente el trasfondo, es como las urbes están congestionadas y, como ya desaparecen los rublos agroalimentarios del mercado comunal. Todo está congestionado y, la GNB abusa en las estaciones de servicio y en las alcabalas, quitándole productos al productor que viene a las urbes para dejar sus productos cosechados al consumidor final, lo que obliga a monopolizar el alimento básico.
Son dos o tres personas que rigen el transporte y que monopolizan todo, ahora no hay supervisión del Estado. Esto, no es revolución.
Es la cristalización de los discursos que se viene dando desde 1851, en la época de Sarmiento y, ya se dibujaba en lo que sería la concepción mariana y Martiniano en el Nuevo Mundo.
Este 2020, exige la reconstrucción del país y el continente sureño y acoplarse a este nuevo orden mundial bajo un conjunto de paradigmas que va desde el iluminismo hasta el enciclopedismo.
Lo que implica que, estamos ante la presencia de una burocracia nativa Los venezolanos estamos desprotegidos ante el Estado. Ya no tenemos nada que meter en la bolsa del mercado. Repito, estamos ante una base simétrica estatutaria.
Todo se hace bajo un nombre la libertad del mercado en un Estado netamente comunista, como se dice llamar., pero, lo extraño que es un fundamento que EEUU promueve hacia afuera, pero, nuca hacia adentro, desde los primeros años de su historia cuando fueron colonizados por ingleses., aunque, desde Reagan surgieron nuevos aforismos sobre proteccionismo en la economía, tal como lo plantea Noam Chomsky en sus trabajos periodísticos, pero, lo preocupante es la actitud de algunos revolucionarios inexactos, con gran amoralidad pública.
Los sujetos sociales somos una matriz de estado de carácter simbólico y, debemos dinamizar la economía, defender el inserso cultural tras la búsqueda de alternativas propias, de allí que el aspecto jurídico institucional del Estado. Debe estar sano de ciudadanos que se revitalizan bajo el imperialismo globalizado. Que despliega sus mitos en occidente bajo la figura de regateos, como actitudes arrogantes para viciar nuestros países de occidente y extraer sus materias primas.
Así, tenemos que los sueños integracionistas de Chávez fueron y están rotos por los mismos revolucionarios por su amor en divisas, lo cual desmonto al viejo Estado. Lo que implica que somos un Estado de base simétrica. Venezuela se ha convertido un consumidor en dólares y el pueblo no tiene acceso a ellos, lo que implica lo delicado de una futura hambruna o escasez de alimentos.