Chicharrones dolarizados

Caminaba por mi Caracas, como lo hago frecuentemente y recordé que un amigo me dijo, tú caminas más que una grulla. Pero el caso no es la caminata sino, lo que fui observando. En una esquina muy concurrida divise a una morena detrás de una pequeña vitrina de esa que usa los vendedores ambulantes. Confieso, que primero vi a la morena y lo luego lo que vendía, eran Chicharrones.

Como quien no quiere la cosa, me fui acercando, viendo por supuesto a la morena de arriba a abajo y le pregunté: ¿Amor a cómo están los Chicharrones? Ella muy melosa me respondió de inmediato, los vendo en dólares papa y los acepto si no están arrugaditos.

Quedé anonadado, bueno, eso es muy literario, en criollo quede escoñetado, por la respuesta. Inmediatamente me dije, y que pensara el cochino de esto. Este animal que mansamente engorda para que le den el tradicional palo cochinero, de la noche a la mañana y sin previo aviso, de puerco, gracias a la situación país, como dicen algunos, se ha convertido en Míster Cochino. Ahora los chicharrones que antes comía uno en cualquier esquina de Caracas, con su arepita, entran a otra categoría y pronto estarán en las vidrieras de los centros comerciales compitiendo con los productos Avon, Stanhome, Procter Gamble, Luis Vuitton y otras exquisiteces. Los productos porcinos se vistieron de etiqueta.

Bueno, dije adiós a los chicharrones, me olvide de la morena y me dije, lo mío de ahora en adelante es la carne vacuna y le voy a entrar con ganas. Pero que equivocado estaba, cuando me acerque a la Carnicería de unos Portu y otros no tan Portu, desperté de mi sueño, los precios estaban también dolarizados. Ni la panza, ni las chinchurrias, ni el bofe, muchos menos el hígado, para no hablar del solomo, el solomillo y el lomito eran accesibles, todos los productos de este noble animal, que además nos da leche, mantequilla para el pan y yogurt para lo que hacen dieta, se habían vestido también de etiqueta. De ahora en adelante serían conocidos como Míster Toro y Mis Vaca.

Bueno, ¿Y que como me dije? Como quien no quiere la cosa, me acorde del pollo. A mí no me van a especular, dije molesto y refunfuñando, de ahora en adelante comeré pollo hasta que me salgan plumas. Bueno, allí me di cuenta también, que estaba meando fuera del perol. El pollo, también lo habían dolarizado y dolarizado en todas sus partes. Como no podía comprar pechugas o muslos, me cambie para las alas, a la semana, gracias la honradez de nuestros comerciantes, las alas, valían más que las pechugas y los muslos. Entonces volví a refunfuñar y dije, bueno, me cambio para las patas, a la semana, las patas valían más que las pechugas, y que los muslos y las alas. Bueno, el pollo, también se vistió de etiqueta a pesar de estar desplumado y ahora baila Rock, al son del Dólar Today. Ahora es Míster Pollo, no podemos hablar de Mis gallina, joven o vieja, porque no se ven ni en pintura. De los huevos hablaremos en otra oportunidad, porque los comerciantes aprovechándose de que la ONU decretó el Día Mundial del Huevo, lo vistieron totalmente de etiqueta, con lacito y rabo de pingüino.

¿Qué hago? ¿Qué como? Me sentía acorralado y dije como Lusinchi en Televisión: a mí no me van a joder. De ahora y en adelante y con la ayuda de Dios, me meto a vegetariano.

Pero antes de ese cambio tan radical, no ideológico, sino, culinario, por mera necesidad, por casualidad, oí la conversación de unas comadres y me acerque para escucharlas mejor. Comadre dijo una, usted come Yuca y la otra, le respondió en forma picaresca, pero comadre quien de nosotras y a esta edad no ha disfrutado de una yuca. La preguntona le dijo, comadre no me refiero a esa yuca, sino, a la otra a la que salcochamos. Comadrita, respondió, eso ha subido tanto que no se puede comprar, dígame Ud., el topocho, el ñame, el ocumo y hasta la auyama, no hablemos del ají dulce y las berenjenas. Todo está por las nubes. Si comadre, ahora, estos verduras tan criollas como el guarapo de papelón, que casi no tomamos por que la panela también subió, se venden en dólares. Fíjese comadre, que hasta los Gochos que no conocían el dólar, ahora hablan in English y bailan ahora, no al ritmo de los violines andinos, sino, al ritmo del Dólar Today. ¡Acabazón de mundo!, dijo la otra comadre y terminó la conversación.

Ya yo estoy seriamente pensando, meterme a aeróbico, parece que es mi plan "b" y "c" y todo el abecedario. Pero mientras tanto, tomándome un cocuy en las rocas, porque el whisky es incomparable. Espero una respuesta. ¿De quién? De los políticos que en sus discursos, llenos de oropeles, pareciera que están en otro país. De los economistas (entre economistas te veas), que en sus devaneos teóricos no dan pie en tierra y realizan debaten interminables, citando teóricos, doctrinas y que se yo y no dan una solución al merequetén en que nos tienen. Mientras pasa el tiempo me debato entre: sí bailo joropo con zapatos deportivos Made in USA o Rock con alpargatas margariteñas suelas de cuero y con música de Today. ¡VAYA DILEMA!



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Jesús Sotillo Bolívar

Docente en la UCV

 jesussotillo45@gmail.com

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