A 552 días de enfrentar una dura contingencia en Venezuela producto de la pandemia global de la Covid 19, siendo el día sábado 18 de septiembre de 2021, estoy obligado producto de las circunstancias a compartir junto con todos y con todas ustedes sobre un reciente ataque sufrido al Banco de Venezuela y al sistema financiero venezolano.

Inicialmente, tenía previsto escribir con respecto al tema del Esequibo y nuestras diferencias con Guyana, a propósito del reciente pronunciamiento de CARICOM en respecto a este último país y de materiales que me hizo llegar mi "patriota cooperante" desde el exterior. Pero ante lo delicado del evento ocurrido hace varios días y la afectación que ha tenido el caso Banco de Venezuela en el sistema financiero del país, postergó de momento la publicación del tema del Esequibo para la próxima edición de esta columna, si la agenda político mediática así lo permite.

Para ponernos en contexto, y en un comunicado emitido en el día de ayer viernes 17 de septiembre de 2.021, la Vicepresidencia Sectorial de Economía que dirige el compañero Tareck El Aissami, denunció un ataque terrorista contra el Sistema Financiero Nacional, específicamente a la plataforma del Banco de Venezuela (BDV) S.A., principal entidad bancaria del país. Si la memoria no me falla, con más de 14 millones de usuarias y usuarios.

En el referido comunicado se detalla que el ataque informático ha afectado y aún afecta las actividades de los que somos usuarios y usuarias de la referida plataforma, quienes nos vemos imposibilitados de realizar el uso de transacciones electrónicas y de poder usar de los recursos que disponemos. De acuerdo al comunicado, "Se trata de un hackeo masivo que pretendía desparecer y alterar la data bancaria del sistema financiero y con ello vulnerar la integridad del patrimonio económico de los clientes del Banco de Venezuela".

De igual manera, además de la importancia del Banco de Venezuela por ser la institución bancaria con mayor cantidad de usuarias y usuarios del país, es además la plataforma bancaria más importante del Sistema Patria, mediante la cual, el Gobierno Bolivariano garantiza la política de atención y protección integral en favor de nuestro pueblo y en especial de los sectores más vulnerables del país. Es decir, no es cualquier tontería este ataque que hemos sufrido.

Importante es de destacar que el ataque a la plataforma del Banco de Venezuela es el segundo en menos de una semana que se da a un servicio esencial del país. El pasado domingo 12 de septiembre debemos recordar, se dio un ataque terrorista al servicio eléctrico nacional, cuya afectación afecta a otros servicios a su vez como los de salud, transporte, telecomunicaciones y los sistemas de bombeo y agua, por sólo mencionar algunos. En el caso de este ataque cibernético, se ha buscado atentar en contra de la estabilidad del sistema económico y financiero venezolano.

Llama poderosamente la atención de que el ataque se suscite que la caída de la plataforma del Banco de Venezuela se dé en plena quincena, en la que mucha gente espera tener acceso a su dinero para este fin de semana poder hacer su mercado. Ante esta situación, creo importante que los compañeros y compañeras del Banco de Venezuela mantengan a la ciudadanía informada y de cuando estiman el problema esté resuelto, esto para contribuir a la calma y a evitar las campañas de rumores que siempre se activan ante este tipo de contingencias.

También es importante tomar en cuenta y tomar como dato de que este ataque cibernético se suscita a poco más de dos semanas de la entrada en vigencia del Bolívar Digital, que no sé si algunos se han dado cuenta, la Sudeban emitió un comunicado en el que señaló que los días jueves 30 de septiembre y viernes 1 de octubre no habrá actividad bancaria, por lo que los usuarios y usuarias del sistema financiero venezolano deben tomar sus previsiones. Bueno es de señalar que vaya que previsiones hay que tomar tomando en cuenta que esa última semana de septiembre y de comienzos de octubre es flexible, y luego viene la semana de cuidados especiales o cuarentena radical, en la que las instituciones bancarias no aperturan sus oficinas. ¿Entonces habrá gente que no podrá disponer de su dinero hasta 15 días después cuando venga la próxima semana flexible? Creo que esto amerita a una readecuación de estos planes, ante esta contingencia presentada. Esto como una modesta sugerencia.

Aprovecho estas líneas para enviar toda mi solidaridad al compañero José Javier Morales, actual presidente del Banco de Venezuela, y a su equipo de trabajo, a quienes he tenido la oportunidad de conocer. Doy fe de su mística, de su vocación de servicio y conozco de los esfuerzos denodados que deben estar haciendo para el pronto restablecimiento de los servicios de banca electrónica que presta una institución de la magnitud del Banco de Venezuela. De hecho, me pongo a la orden en lo poco que pueda ser útil.

También envió mi solidaridad y apoyo a los equipos técnicos y personal calificado de otros organismos del Estado venezolano que no sólo han logrado detectar y neutralizar el foco de ataque a la plataforma bancaria, que han iniciado la fase de recuperación y de restitución gradual de todos los servicios de la referida plataforma y del esfuerzo que hacen por garantizar la integridad de todas las cuentas bancarias, el registro de todas las operaciones y la protección y resguardo de la data financiera del banco.

Me sumo a la solicitud realizada por parte de la Vicepresidencia Sectorial de Economía al Ministerio Público de que se inicie una profunda investigación penal que logre dar con los responsables de esta acción criminal contra el sistema bancario nacional y que se imponga verdaderamente la justicia.

Exijo como ciudadano el pronunciamiento de la vocería de la denominada Plataforma Unitaria de la oposición y que fije posición ante la ocurrencia de este criminal hecho. No lo hicieron en el caso del asalto a la empresa Monómeros ni ante el sabotaje eléctrico del pasado 12 de septiembre de 2021, lo que constituye a mi juicio un incumplimiento de su parte de los acuerdos parciales firmados recientemente con la vocería del Estado venezolano en la ciudad de México.

Es evidente que de cara a las megaelecciones que tendremos en el país el próximo 21 de noviembre, la estrategia de sectores terroristas en el país en el marco de una Guerra No Convencional será la de atacar la cotidianidad de las venezolanas y los venezolanos. De atacar nuestra tranquilidad, nuestro libre desarrollo, nuestra calma y nuestra paz porque no podemos olvidar que en Venezuela, el voto es eminentemente emocional. Y en medio de la pandemia, esto puede constituirse en un factor importante a la hora del ejercicio del sufragio, tal y como ha ocurrido recientemente en las Primarias Abiertas Simultaneas y Obligatorias de Argentina (PASO) de cara a las elecciones legislativas de ese país también y coincidencialmente en el mes de noviembre.

Por último, además de enviar mi solidaridad a mis hermanas y hermanos que al igual que el suscrito tenemos cuentas en el Banco de Venezuela a confiar en la pronta restitución de sus servicios. Sé que la situación no es agradable y que existan molestias, justamente los responsables de estos ataques buscan precisamente eso, afectar nuestro estado emocional. Pero tengamos un poco de paciencia, pero sobre todo confianza en que la situación será resuelta tan pronto como sea posible. Pero también me quiero permitir hacer un llamado a estar alertas, prevenidos y prevenidas y con los ojos bien abiertos, y en comunicación permanente, estando atentos y atentas ante las señales de desestabilización y violencia, para neutralizar los planes que pretenden robarnos la paz y la tranquilidad.

Pese a esta situación de sabotajes desde dentro y desde fuera, no me cabe la menor duda de que no sólo tendremos un fin de año mucho mejor que el anterior, sino que saldremos victoriosos y victoriosas.

¡Bolívar y Chávez viven! ¡Y sus luchas y la Patria que nos legaron siguen!

¡Independencia y Patria Socialista!

¡Viviremos y Venceremos!