Nos enfrentamos a una incompetencia gubernamental que, da lugar a nuevos riesgos en el sistema operativo estratégico del país, cuan casi dos mil generales poco resguardaron con anterioridad nuestras líneas fronterizas, y se dedicaron a ejercer funciones administrativas del Estado, que deberían estar en manos de los civiles. Es una evidencia que estamos dando saltos al vacío, y un tránsito a la oscuridad. Cuando el Reino Unido, (Léase Escocia, Irlanda del Norte y Sur e Inglaterra), envía una fragata a las costas de Guyana que pertenecen a Venezuela,( antigua Gran Colombia o Nueva Granada), indica que no zarpo sola, trae consigo un submarino nuclear con capacidad de fuego, igual al que hundió el Harás San Juan,, y fue solo el gobierno ruso con sus equipos de tecnología que avistaron el submarino en el fondo del mar, a sabiendas que no podía navegar por tener dos baterías dañadas, fuga de aceite y un circuito eléctrico que no le permitía bajar a más de cien metros de profundidad.
Sin duda Mauricio Macri y su ministro de defensa que era de La Armada son responsables de lo sucedido en Argentina y el porqué de su deuda progresiva.
Digo, que estamos en riesgo, porque me estoy refiriendo a los peligros que tratamos de afrontar y analizar en una sociedad cerrada como la nuestra, saturada de información. El tema de exposición unifica varias áreas de la política, que de otro modo serían distintos entre sí, como la Reforma del Estado de Bienestar.
Hay documentos, diálogos entre el comandante Fidel Alejandro Castro Ruz y Chávez para explorar El Esequibo, y ya nuestro presidente Nicolás Maduro Moros era Canciller de La República Bolivariana de Venezuela. Esto, incluso, fue hablado en sesión plenaria de La Asamblea Nacional por parte del diputado merideño Dávila y su equipo de trabajo en fracción parlamentaria. El presidente guyanés se creyó con el derecho de apropiarse de esas tierras venezolanas a sabiendas de las riquezas que allí se encuentran, y que Venezuela no supo litigar en el transcurso de los últimos años ante la pérdida de varias repúblicas.
Venezuela, no tiene autonomía gubernamental, y depende voceros plenipotenciarios y representantes de Cuba y Rusia, que nos aconsejan en políticas públicas y castrenses, ante la inercia de nuestros militares y diplomáticos en cuanto al acontecer internacional. Entendamos que la cooperación económica internacional procede de una economía mundial abierta, y se expresa por un nacionalismo virulento que se presenta en las grandes guerras, como Ucrania- Rusia, Irak- EE. UU y Yemen. Ahora, debemos conocer el núcleo del sistema, y donde las Naciones Unidas, (ONU), mediante sus registros de seguridad no solventa absolutamente nada. ¿Cómo se puede regular los mercados financieros? No tenemos protección, estamos a merced de los fomentadores de conflictos, y quienes a largo plazo promueven impuestos desde las alcaldías y ministerios para desincentivar las inversiones, y lograr la especulación llegue al comercio, para lograr que estos grupos sumen cuentas a su capital.
Olvidémonos de las redes sociales. Constituyen una trampa, y donde el miedo irracional arrecia para darnos situaciones peligrosas que nos hacen víctimas de la delincuencia pública. El Estado, ahoga a la población civil, donde las comunidades se han degenerado Enel control del poder local. El Estado está en todas partes, más no le vemos en ninguna.
El socialismo, tampoco logra captar la importancia de los mercados.
Los tiempos venideros, son muy propicios para la patria, porque, en el presente nos encontramos marcando una época que ha sido sensible al sentimiento de todo un colectivo.
Todos, ya no miran a EE. UU como una utopía, son sus aliados, dejando atrás sus compromisos con Rusia y su presidente, Vladimir Putin. Ha sido burlado, como lo fue Ilich Ramírez Sánchez y Julián Assange. Sin duda, es el dominio por el petróleo y el gas. Aquí, puede resumirse el esfuerzo de la historiarización por descubrir la verdad.
O sea. Algo anda terriblemente mal, en esta nueva definición del eje del mal. Los juegos políticos no tienen ni rostros ni banderas. Venezuela ha sido utilizada en estos últimos años hacía el juego de pocos. Cabalga sin banderas ni ejército identificable por el mundo, como sí fuese un individuo solitario. Lo demás, ha sido un pretexto conveniente, aunque mutante para acciones unilaterales.