Cuando te das cuenta de que,

lo que le haces a otro,

te lo haces a ti mismo,

habrás entendido la gran verdad.

Lao Tsé.

La participación del presidente electo de la República Bolivariana de Venezuela, dejó muy buena impresión en la sede destinada para las reuniones del grupo BRICS en Kazán, el mandatario venezolano tocó aspectos de interés mundial, entre ellos el llamado a los países que conforman el grupo BRICS para adoptar medidas que superen los mecanismos monetarios, dominados por las potencias occidentales, resaltó que una nueva economía mundial debe ser incluyente y buscar soluciones prácticas para los problemas del desarrollo, también destacó el apoyo de Venezuela para avanzar en la propuesta de los BRICS, con vista a consolidar un nuevo sistema de pagos y fortalecer el Nuevo Banco de Desarrollo, así mismo se hizo eco del clamor mundial al proponer la refundación de la ONU, destacando principalmente la inacción de este organismo frente al sufrimiento del pueblo palestino, recordó que los BRICS son el epicentro del nuevo mundo, al poner en la escena internacional un paradigma alternativo.

Es pertinente decir que, a excepción de Brasil, todos los miembros del Grupo BRICS estuvieron a favor de la entrada de Venezuela al grupo. Fue invitado a la cumbre el presidente Nicolás Maduro debido a la importancia de los aportes potenciales con los que Venezuela puede contribuir en esta organización, además, el presidente de la Federación Rusa Vladímir Putin se encargó de manifestar públicamente su reconocimiento al jefe del ejecutivo venezolano, como legítimo triunfador de las elecciones realizadas el pasado mes de julio.

El espíritu de los BRICS

El origen de los BRICS trae implícito una nueva forma de relacionarse en el mundo económico internacional. Aparece con la idea de diferenciarse de las costumbres imperialistas, de usar el sistema financiero mundial para imponer sanciones, chantajear y obstaculizar el desarrollo de los Estados emergentes. Brota como un contrapeso geopolítico para Estados Unidos y sus aliados occidentales. Además, los líderes políticos de los BRICS confirmaron que se alejarían de los condicionamientos ideológicos a sus miembros y la cooperación debería de ser pragmática, proactiva, abierta y transparente. Esto precisamente es lo que el presidente del Brasil Lula da Silva viola, al no ser transparente y utilizar injustificadamente su poder de veto, para que de esa manera la República Bolivariana de Venezuela no alcance la membrecía del grupo. Acciones de esta naturaleza hacen presumir que la agrupación nace un tanto enferma de los malos hábitos occidentales.

El caso de Lula y la CIA

Si bien es cierto que las declaraciones del fiscal Tarek William Saab, acusando al presidente del Brasil, de ser un agente de la CIA, no fueron las más afortunadas, por lo contrario, perjudican a la diplomacia de paz llevada a cabo desde Caracas, y al mismo tiempo dio elementos para justificar desde varias aristas la posición de Brasil en los BRICS, no es menos cierto que Lula da Silva, es un político experimentado y sabe perfectamente que al frenar el ingreso de Venezuela a esta organización, pone en jaque al proceso revolucionario Chavista, facilita el crecimiento de más dificultades para el pueblo bolivariano y sofoca a los movimientos antiimperialistas latinoamericanos, desde este punto de vista pareciera, que la distancia entre ser agente de la CIA y hacer sabotaje antirrevolucionario es casi insignificante.

Las actas del CNE

De acuerdo con las declaraciones hechas por Celso Amorín, asesor especial para asuntos internacionales de la presidencia del Brasil, el veto a Venezuela que impide su entrada a los BRICS, fue producido por un abuso de confianza, según el artículo de Alerta 24, la administración de Nicolás Maduro se comprometió con el gobierno de Lula a entregar las actas electorales de los comicios del 28 de julio que tiene el CNE, acto que no fue realizado.

Aquí es necesario detenerse y señalar que la intromisión en los asuntos internos de cualquier Estado no es lo más recomendable, para los países que intentan formar una nueva forma de relaciones económicas como es el de los BRICS, precisamente eso es lo que no se desea, arrastrar las viejas prácticas de los países occidentales. La postura de Lula hace que el nacimiento de los BRICS se vea enlodado, deslucido.

Cuesta creer que el presidente del Brasil no entienda lo que significa la soberanía y autodeterminación de los Estados; llamar a delegados del gobierno de Lula para mostrar las actas del CNE sería dar muestras de que nuestra independencia es de algodón; sería regresar al pensamiento colonial, esta vez permitiendo que aquellos que una vez fueron dominados por el imperio portugués nos impongan sus criterios y decidan sobre nosotros; sería aceptar que los jueces de nuestras leyes son ellos.

Venezuela tiene una Constitución, sus poderes y un tribunal supremo, todos nuestros problemas son aclarados bajo el paraguas nacional de nuestras instituciones y pueblo. Aquellos que representan a los colonos ingleses, españoles y portugueses, deben abandonar sus pretensiones de dominio y abandonar las injerencias. El veto del Brasil, que obstaculiza la entrada de Venezuela a los BRICS, es impertinente, injustificado y sin fundamento.

Al propósito el presidente Lula decidió no presentarse personalmente en la cumbre de Kazán, así evitó ser visto por las cámaras de los medios internacionales e impidió tener que sentir las miradas de todos los representantes del grupo de los BRICS, como también la del jefe del ejecutivo venezolano, mientras diera una explicación obligada que justificara su veto a Venezuela, de esa situación embarazosa imposible de salir con éxito, nació la fábula de la silla y la famosa caída doméstica

¿Qué hacer?

Nombrar, con la urgencia del caso, un representante o una comisión, donde participen nuestros políticos y embajadores experimentados de países del sur, para que se aboquen a las mejoras de las relaciones bilaterales con el gobierno del Brasil, como también rescatar los nexos con las fuerzas políticas progresistas de la Argentina. El Norte es fortalecer los lazos de amistad con el Sur.