Sin duda alguna a los pájaros de mal agüero que pretendían encender el país con la excusa de la promulgación de la ley de universidades, se le vinieron abajo sus planes desestabilizadores como consecuencia de la decisión del Presidente Chávez de vetar dicho instrumento jurídico, hecho que por sí solo ha generado un debate con posiciones encontradas tanto de la izquierda como de la derecha.
Esta nueva posición del gobierno bolivariano enaltece los principios fundamentales de la sociedad socialista que aspiramos conseguir mediante la construcción dialéctica de las normas de convivencia de nuestros ciudadanos, con un enfoque crítico, porque hay que tener claro que no es como dicen algunos voceros de la oposición quienes afirman que no se debatió, es sólo un hecho de ampliar el espectro del debate.
En torno a este debate diversas universidades del País han iniciado el ciclo de discusiones, ello debe llevar a los dirigentes políticos a tomar posiciones constructivas y no destructivas para elevar un diálogo que proponga y no que retroceda, considerando que la ley de universidades actual a diferencia de la propuesta por la revolución bolivariana nunca fue discutida.
Sobre esta base elementos fundamentales como el voto paritario representan piedras de tranca para quienes en nombre de la democracia representativa ejercían su poder de dominación en los cargos directivos dentro de las universidades, nada más parecido a la dictadura lo han constituido estos pequeños grupos políticos que han predominado en las Universidades Autónomas.
En este concepto de autonomía dos elementos se ponen en tela de juicio para que la oposición critique la ley de educación universitaria: el de autoridad y libertad, porque confunden dichos términos con autoritarismo cuando el Estado exige mayor transparencia y competencia en el uso de recursos o libertinaje porque pretenden que la formación, investigación y desarrollo vayan al azar muchas veces en contraposición de la solución de los principales problemas de los venezolanos y los planes de desarrollo.
En esa misma tónica de ideas los hermanos Lanz (Rigoberto y Carlos) han venido planteando sus puntos de vista de manera muy interesante ya Rigoberto el pasado 02 de enero nos decía que: “Me parece que el texto de la Ley de Educación Universitaria se extravía en un asunto crucial: la universidad no puede definirse confesionalmente, o por una adjetivación ideológica como "socialista" ni nada parecido. No porque su contenido deba ser "neutro", sino porque el espacio público tiene que ser preservado como el espacio de todos (independientemente de la opinión que nos merezca la existencia del otro). La universidad es un espacio de lucha donde conviven en tensión distintas sensibilidades, diferentes intereses, diversas maneras de ver el mundo. Esa condición es clave para fecundar el pensamiento crítico, para superar toda forma de dogmatismo, para proyectar el aprendizaje de la diferencialidad.
”
Por otro lado Carlos Lanz nos afirma que: “Como “saber es poder”, se ha venido reproduciendo una relación de dominación en nuestras universidades en nombre de la disciplina y la especialización, de tal manera que el viejo pensamiento cartesiano ha legitimado la expertocracia en nombre de la ciencia y la tecnología. Esta lógica disciplinaria (por cierto, ya pasada de moda como paradigma) ha impuesto un verdadero “pensamiento único” en torno a qué se conoce, cómo se conoce y a quien le sirve. La LEU plantea la superación del monopolio y la jerarquía del saber de base disciplinaria, que posee como sustento la división social del trabajo capitalista”.
Estas dos posiciones de luchadores revolucionarios intelectuales venezolanos además de hermanos nos dan una idea de lo interesante que se torna el debate sobre este tema, la discusión debe darse en cada uno de los espacios académicos pero también en el seno de una sociedad que debe ver a la Universidad como el espacio de solución de sus propias necesidades, esto es ciencia, tecnología, innovación, investigación y desarrollo de la mano con el pueblo, el debate nos debe llevar a un referendo universitario que involucre, Universidades y Misiones de la Educación Universitaria sobre la que participen estudiantes, docentes, administrativos y obreros, porque las condiciones están dadas para que la propuesta bolivariana como resultado de la dialéctica resulte vencedora.
“La Universidad, que ha sido en las luchas vanguardia del pueblo, puede convertirse en un factor de retroceso si no se incorpora a las grandes líneas del Gobierno Revolucionario”. Ernesto “El Ché” Guevara
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