En días pasados, a través de algunos medios de comunicación y de las redes
sociales, circuló la información según la cual el Ministerio del Poder
Popular para la Educación, tiene planes para restringir la enseñanza de
asignaturas como inglés, informática, música y religión. Dicha información
despertó la preocupación de muchas personas y prendió las alarmas en
algunas organizaciones de la sociedad civil venezolana que se ocupan del
tema de la educación.
La verdad es que en este mundo en que estamos viviendo, en el que las
tecnologías de información y comunicación juegan un rol decisivo en los
procesos de educación y acceso a la información, eso de restringir como
que no tiene mucho sentido. Más bien se deben abrir otros canales para que
la diversificación y democratización en materia educativa-informativa sea
cada vez más posible.
A propósito de lo anterior, estaba pensando que, específicamente en lo
relativo a la enseñanza de idiomas extranjeros en el sistema educativo
venezolano, sí se deberían introducir algunos cambios. Por ejemplo, la
enseñanza del idioma inglés no debería ser obligatoria, sino más bien
opcional, porque ya todos conocemos muy bien la historia de la enseñanza
de este idioma en Venezuela: es mucho lo que se invierte y muy mediocre el
resultado en cuanto al dominio del mismo. ¿Porque para qué seguir
sometiendo a todos los educandos de Venezuela a un régimen de horas,
días, semanas, meses y años, para que aprendan algo que la mayoría nunca
llega a aprender, ni siquiera para poder leer la más mínima información?
Lo que se debería hacer más bien, es incluir a otros idiomas extranjeros
en el sistema educativo venezolano, también en calidad de opcionales. Y se
me ocurre que entre esos otros idiomas debería estar incluido el
portugués, un idioma mucho más accesible a los hispanohablantes, por lo
similar que resulta al español. Además, es el idioma oficial de Brasil,
nuestro gigante vecino, la sexta economía del mundo y prominente miembro
del MERCOSUR, organismo de integración éste del cual, por cierto, ahora
Venezuela forma parte. Así que, nada de estar restringiendo, lo que se
impone es la diversificación de las posibilidades y de las opciones. Que
cada quien elija libremente.
* alportillo@ula.ve