Por más diez años, las autoridades de la mayoría de las universidades autónomas, se han mantenido en sus cargos. Una nueva Ley de Universidades, aprobada por Chavez en 2009, y la aplicación de varios vericuetos legales, ha impedido la realización de elecciones por todo este largo periodo. Desde entonces, algunas autoridades han fallecido, otras han renunciado, mientras la pugnacidad entre gobierno y universidades lidera el protagonismo, y las decisiones en materia electoral por parte del TSJ duermen en el limbo.
!Oh sorpresa ¡ Ayer, el TSJ, decide poner fin a esta larga espera y ordena que se realicen elecciones en un plazo de 6 meses, después de varios años suspendidas por el propio gobierno. Eso sí, bajo las condiciones que imponga el ejecutivo. Nada de autonomía , ni independencia institucional. El balance actual, poco favorable para la universidad, indica que más de cuatro millones de jóvenes han abandonado el país, entre ellos, un porcentaje bien importante de estudiantes universitarios. ¿Ahora quién protesta?
El terrorismo desarrollado por el Estado en los años del 2014 al 2017, infundió pánico por los asesinatos de cientos de estudiantes que se atrevieron a protestar por las calles de Venezuela. Hoy, el gobierno sabe que puede hacer y deshacer con las instituciones universitarias, y cree que es un buen momento para unas elecciones, que pueden favorecerlo.
Todos a pensar igual ¡Es una orden!
