El terrorismo y la capucha, marchan de la mano en la Universidad de Carabobo, como río crecido en conuco veguero, bajo la mirada complaciente de las autoridades.
La universidad se dividió en parcelas, dominadas por grupos interesados en mantener el poder político y los privilegios que genera éste, por supuesto que para sostener este poder hay que aplicar la fuerza, y esta viene acompañada con la violencia.
Organizaciones terroristas vienen haciendo un trabajo de hormiga (con el perdón de las hormigas) desde hace décadas, pero se ha acentuado más en los últimos diez años, cuando los valores y principios de nuestra masa estudiantil se vino desmoronando.
Para formar y reclutar a estos grupos de paramilitares, dentro de la comunidad estudiantil, se valen de la debilidad moral y familiar, el trabajo de la televisión y la de los medios de desinformación masivos, creando el consumo innecesario y descomunal, para mantener un status lleno de fantasía.
Muchachos de procedencia humilde que desean llegar a donde se encuentra una masa de trapos y vísceras y donde la manera mas fácil es acercarse a estas organizaciones que les ofrecen dinero y un status rodeado de espejismos, por lo tanto son capaces de traicionar a su clase y que a la vuelta de la esquina se les derrumbe, apareciendo lamentablemente y hay que decirlo duramente, con un tiro en la frente. Esto lo digo a manera de reflexión para aquellos muchachos que van con un sueño a la universidad y al llegar a ella, desvían el camino.
Las parcelas de poder vienen funcionando en la U.C. desde hace mucho tiempo y eso no es un secreto para nadie, son verdaderas mafias, al estilo de Al Capone, que creen que la Universidad es una hacienda de su propiedad, que defienden una aparente autonomía para su conveniencia, que aquí la rectora, se cree una reina con su corte de príncipes y princesas. LA MISMA REINA, se aprovecha de su castillo, -espacios de la U.C. – Un ejemplo cotidiano, encerrar en un auditorio, a un publico forzado por una circunstancia como lo es un acto de grado, donde estamos personas de diferentes tendencias ideológicas, para despotricar del gobierno y donde el único hecho que nos motiva, es asistir a un acto tan importante como es la graduación de un hijo. La reina se aprovecha de la ocasión para expulsar su veneno e insultando a aquellos que no pensamos como ella y mucho menos actuamos como ella.
Por si la reina no sabe, esto se llama terrorismo, no me voy a poner a dar explicaciones para que una persona tan inteligente como ella, las entienda, ya ella como reina es lo suficientemente inteligente.
Que hay una capucha alentada con nómicas fantasmas y armada hasta los dientes, que arremete contra profesores y estudiantes, que los sacan de los salones a punta de pistolas. Eso lo sabe todo el mundo, SON PARAMILITARES EN LA U.C., ejerciendo el terrorismo, y hasta ahora la excelencia universitaria, es incapaz de ejercer su autoridad, que justifiquen la millonada de real que el gobierno les asigna anualmente.
Lo único que se le ocurre a su majestad, para aplacar el terrorismo, es que los estudiantes enfrenten a la capucha, no señora, nuestros hijos están estudiando, sus únicas armas son los libros, independientemente de la ideología que tengan. La capucha es un problema de seguridad que tiene que enfrentarlo usted, junto con su corte de lacayos, no se extrañe que un día de estos, estos paramilitares se le vayan al rectorado, perdón a su reinado y la saquen de su trono a punta de pistola, acuérdese del dicho CRIA CUERVOS Y TE SACARAN LOS OJOS, reconozca que el terrorismo en la U.C. se le está escapando de las manos y nuestros muchachos no le van a cuidar a usted su fundillo. Por desgracia, existen otros grupos que se quieren levantar en contra de los primeros generando mas violencia, afectando a toda la comunidad ucista.
Apriete el c…, porque para eso el gobierno le pasa millardos sobre millardos.
Así es que, POR AHORA, la única solución mas cercana, es que la comunidad universitaria se organice y apoye de inmediato la NUEVA LEY DE UNIVERSIDADES, acabando de una vez con las parcelas de poder.
norma.rojita@hotmail.com