Como si quisieran aprovechar la teoría de la atracción molecular, la derechona venezolana y los quintacolumnistas dedicados a debilitar desde adentro a la Universidad Bolivariana de Venezuela, sede Zulia, han convertido a la región zuliana en blanco de su fétido laboratorio del repertorio de la guerra sucia y de sus nefastos escarceos políticos.
Aunque la derechona y el quintocolumnismo nos hagan creer que caminan en paralelo por escaleras secretas, pasadizos y túneles sellados, históricamente está demostrado que terminan encontrándose al final del camino para darse un efusivo gran abrazo, porque son más de lo mismo.
Por lo visto hasta ahora en el estado Zulia, la derechona y la pequeña minoría infiltrada en el chavismo, conformando el núcleo de una familia impresentable, a través de una impecable política de integración, han demostrado que pertenecen a la misma flota aunque naveguen en barcos distintos, ya que al concluir el viaje atracarán sus buques de la desestabilización golpista en los mismos muelles del entreguismo y la traición. Verbigracia, Luis Miquilena, Raúl Isaías Baduel e Ismael García, por sólo nombrar a tres de los más venerados.
Para clarificar lo que decimos, expondremos dos ejemplos. La derechona venezolana bullente de pícaros, corruptos y arribistas, con la vista puesta en el Zulia, no encontró mejor forma de desatar su implacable guerra mediática que acusar al alcalde de Maracaibo, Gian Carlo Di Martino, de entregar alimentos y logística a presuntos guerrilleros de las Farc y el ELN. En esta oportunidad la campaña sucia surgió de un canal zuliano propiedad de empresarios adecos.
Por su parte, los quintacolumnistas infiltrados en la UBV-Zulia, para echar humo sobre sus propios fracasos y sin dejar de clamar por el cielo del poder por el poder mismo, han recurrido a la descalificación moral y al insulto mediático contra la Coordinadora de sede, profesora Morelva Portillo, con el único pretexto de atacar y golpear en la médula al proyecto educativo revolucionario que representa la Universidad Bolivariana de Venezuela.
Para demostrar que los extremos siempre se tocan, veamos esta joya esclarecedora: “Debemos agrandar la distancia entre Chávez y los sectores atrasados y radicales del pueblo. En cada institución pública, incluso Miraflores, en las Misiones, en la UBV, UNEFA y demás supuestas trincheras del chavismo, debemos hacer inventario de aliados y aligerar el cerco que imposibilite el encuentro con el pueblo” (“Trece pasos para salir del laberinto, recomendaciones y conclusiones”, documento conspirativo de la derechona venezolana dado a la conocer en: http://www.antiescualidos.om/pag/index.php?idmen=85&
idn=2493). ¿Mera casualidad esta coincidencia? Yo te aviso chirulí.
No es que intentemos negar que existan problemas en la UBV-Zulia, pero la solución debe nacer de una amplia y sincera discusión interna. Pero jamás recurriendo a la ofensa, la manipulación y la tergiversación. Mucho menos montando deslucidos reality show o óperas bufas puestas en marcha en las últimas semanas por la liturgia política de ditirambos apocalípticos y destructivos. O forzando a las autoridades a asistir a reuniones con decisiones preconcebidas y escritas por otras manos la noche anterior e intentar imponérselas a los asambleístas en la mañana siguiente a rajatabla, sin haberlas discutido ni planteado.
Frente a las toscas tergiversaciones, ha llegado la hora de denunciar ante la comunidad zuliana y todo el país que estos quintacolumnistas -aunque actúen aparentemente divididos y desde distintos frentes de ataque- son los mismos de siempre. Docentes que no van de frente ni dan la cara, pero actúan encubiertos en minoritarios grupos estudiantiles de tongoneos desiguales, pero a los que se les ve el bojote. Lamentablemente, estos grupos han podido adelantar y poner en marcha su política desestabilizadora, porque internamente profesores y estudiantes se lo han permitido y tolerado al adoptar una actitud pasiva, de hacerse los locos y, a veces, hasta por complicidad política y académica.
Los de hoy, son los mismos integrantes de los grupillos que manipularon a estudiantes para inducir la cesantía de la profesora Esther Macías, coordinadora fundadora de la UBV Zulia y reconocida luchadora social. Son los mismitos desestabilizadores que impulsando el caos y el desorden forzaron a la docente Gisela Farías a renunciar a la Coordinación del PFG en Comunicación Social. Hoy, nuevamente, desatan sus torcidas fuerzas e insaciable obsesión para intentar dar su tercer golpe de Estado en la búsqueda del negado poder. En esta oportunidad, apuntan toda su artillería contra la Coordinadora de la UBV, sede Zulia, profesora Morelva Portillo, sin proponer nada. Todo a troche y moche. Son los mismos que en la imposición de medallas celebrada el pasado 31 de enero agredieron verbalmente a la secretaria de la Universidad Bolivariana de Venezuela, profesora Xiomara Muro.
¿Hasta cuándo las máximas autoridades de la Casa de los Saberes permitirán que sigan actuando con impunidad quienes, utilizando fundamentalmente a los estudiantes al PFG en Comunicación Social han convertido a la UBV-Zulia en una trinchera guarimbera de sus frustradas aspiraciones de poder? ¿Acaso es mera coincidencia que por estos días asistamos con los mismos grupillos de presión al renacimiento del fenómeno mediático en el que se repite cíclicamente, como en el año 2006, los ataques contra la UBV desde el estado Zulia?
Agresiones que ocurren, precisamente como hace un par de años, cuando están por obtener su grado como TSU miles de estudiantes de los programas de Comunicación Social, Gestión Social, Gestión Ambiental, Agroecología y Estudios Jurídicos, entre otros, tanto de la UBV como de Misión Sucre en todo el ámbito nacional.
La conspiración puesta en marcha tiene tal alcance de gravedad, que ya muchos hablan de reuniones secretas de estos grupos con políticos cercanos a Manuel Rosales y con los dueños de las universidades privadas del Zulia, quienes no esconden su interés por acabar con la UBV.
De esta mortal componenda surge la arremetida por mampuesto contra los futuros TSU y los estudiantes próximos a egresar como licenciados de la Casa de los Saberes, muchos de los cuales ya están siendo solicitados para ocupar puestos de trabajo en distintas oficinas de los organismos públicos nacionales, cargos que antes eran ejercidos por graduados en las universidades privadas que operan en el Zulia.
Por consiguiente, no es posible seguir guardando silencio ante el ataque de quienes han convertido el pregón del rumor y la descalificación personal como su única actividad de vida dentro de la UBV, sede Zulia. No es posible permanecer callados ante aquellos que se dicen profetas de la verdad, pero se pasean en el carruaje deteriorado de la artimaña y la maniobra. Ante quienes son victimarios inveterados, pero se presentan -con patético y marchito desparpajo- como víctimas para recibir una limosna de lástima.
Es imposible permanecer imperturbables ante los que se creen la luz del día, pero son hijos herederos de la oscurana de la noche más tenebrosa de la contrarrevolución. Ante los que esgrimen la moral como si fuera una elástica que se ajusta al gusto de sus propios intereses. En fin, ante aquellos que se auto bautizan como palomas de la paz, pero aplican la
guerra de la intolerancia, el odio, el engaño, la estafa y la mentira. No caben dudas, que esta es la lucha implacable del maquillaje quintacolumnista contra la naturalidad revolucionaria.
Sólo la unidad permitirá defender y avanzar académicamente hacia una UBV al servicio del pueblo venezolano que los profesores y estudiantes revolucionarios quieren y aspiran. De no lograrse esta ansiada unidad, el quinta columnismo, aliado sin querer queriendo con la derechona venezolana, logrará arrasar con todos los ubevistas genuinos.
¡No pasarán!
vchavezlopez@hotmail.com