Leemos hoy en El Universal:
El
presidente de la comisión electoral de la UCV, Tony Chacón, explica que
al establecer la paridad de voto entre los integrantes de la comunidad
universitaria e incluir en dicho grupo al personal obrero y
administrativo, el artículo 39 de la norma cambió radicalmente el
padrón electoral de esa casa de estudios.
"Ellos hablan de que
la votación será igual para todos. Si es así tendrían que votar: Todos
los egresados, que son 160 mil en cincuenta años; los estudiantes, que
están alrededor de 43 mil 700; los profesores, que entre jubilados y
activos llegan a 5 mil 200; y la población de obreros, que entre
contratados y fijos suma 10 mil", detalló. (...)
El profesor
rechazó la modificación no sólo porque contraría la definición de
comunidad universitaria que existe en la Carta Magna, sino también
porque con el cambio se equipara el voto de profesores y alumnos. "La
mayoría de los estudiantes están en los primeros semestres de la
carrera, así que colocas el parecer de alguien que apenas conocen la
universidad a la par del de un profesor con 20 años de carrera. Puede
que el alumno deserte la carrera y es él quien terminará decidiendo el
destino de la UCV", advierte. (FIN DE LA CITA)
En nuestro pasado, sólo los hombres que sabían leer y escribir
y que tuvieran determinado nivel de ingresos podían ejercer su derecho
al voto para los cargos de poder popular. Las mujeres, los analfabetas
y los más pobres estaban impedidos a ejercer el derecho al voto. No fue
sino hasta la Constitución de 1947 que se consagró el sufragio
universal para la elección del Presidente de la República, extendiéndose a las mujeres, los analfabetas y los mayores de 18 años.
En esos días, muchas personas con pensamiento retardatario, como hoy lo
tiene Tony Chacón, protestaban el cambio. Aseguraban que era injusto que el voto de un
campesino analfabeta tuviera el mismo peso que el de un hombre letrado
y culto de la ciudad, que seguro "conocía mucho mejor" el país que una
persona pobre.
Hoy, nadie recuerda ya a todas esas personas.
Pasaron al baúl de los malos recuerdos de la historia, a un cofre que
nadie quiere destapar, porque ni siquiera sus descendientes se
sentirían felices de que se supiera la forma en que esas personas
pensaban. Lo mismo pasará con gente como Chacón.
Sobre su afirmación: "Puede que el alumno deserte la carrera y es él quien terminará decidiendo el destino de la UCV",
quería decir algo. Yo en una oportunidad, durante mi carrera, estuve a
punto de caer en una violación del régimen de permanencia debido a
complicaciones por mi trabajo; dicha violación, si se hubiera
concretado, acarreaba que sería suspendido por un año. Según Chacón,
como yo estaba a punto de desertar, no tenía derecho a participar en
decidir el futuro de la UCV. Felizmente no deserté, y pude graduarme.
Señor Chacón, yo ni lo conozco, ¡pero no me cabe duda de que usted es
un fascista!
Gracias a quienes redactaron la LOE, por ayudarnos
un poquito a sacar a las universidades autónomas del pasado colonial.
Ahora tendremos que esperar pacientemente a que gente como Chacón se
jubile, para que el pensamiento retrógrado salga de la UCV.