El SEN ha sido objeto de ataques de propios y extraños en los últimos meses, ataques con fundamentos políticos que han permitido generar una matriz de opinión. ¿Hasta dónde llega la verdad?
Es un hecho innegable la vulnerabilidad del SEN, negarlo sería estúpido, como también lo sería negar los avances obtenidos. Hemos sido satanizados por una campaña de descrédito en los últimos meses, circunstancia que ha incidido, equivocamente o no, en los últimos procesos electorales, pero fue despiadado, y se radicalizó en las elecciones del 14 de abril; la oligarquía mediática desproporcionó la vulnerabilidad del SEN y ganó la batalla mediática.
Hoy leía unas declaraciones de un miembro del buró político del PCV (Carlos Aquino), en el diario Últimas Noticias, donde solicitaba la destitución del tren ejecutivo de CORPOELEC, si esas fueran las razones por el bien del país, convencido estoy que ya ese tren ejecutivo hubiese puesto sus cargos a la orden para dar solución al problema POLÍTICO que presupone el SEN. Análisis a priori, que sustentan el pasivo anti dialéctico y ortodoxo en que hoy se mueven algunos dirigentes del PCV.
La revolución bolivariana se ha caracterizado sin lugar a dudas por la ruptura de paradigmas. He allí la grandeza de nuestro líder fundamental y su legado histórico. Los principios del Marxismo-Leninismo presupone el histórico axioma en el cual la clase obrera es el motor fundamental de la revolución, axioma que sería absurdo negar si ignoramos las condiciones del país antes de la llegada al poder de Hugo Chávez Frías.
Mis amigos y camaradas del PCV, única organización política en la cual milité por años, aun mantienen ese axioma sin que la dialéctica haya sufrido cambios, contradicción fundamental de origen. Ahora bien, la revolución bolivariana ha demostrado y desmontado ese axioma así como muchos otros dentro del campo social de desarrollo. El motor fundamental de la Revolución Bolivariana ha sido la sociedad. La clase trabajadora se encontraba totalmente en minusvalía producto de las políticas neoliberales de los últimos gobiernos de democracia representativa, fue la sociedad la que se cohesionó en un proyecto político que encarnó el presidente Chávez, la cual le llevó al poder y a través de transformaciones de fondo y contenido, logró encaminar un proyecto de país. Sería un error imperdonable para un revolucionario, y más para nuestra dirigencia, no considerar que efectivamente el proceso bolivariano hasta ahora ha logrado cambios significativos en las condiciones materiales de vida de nuestro pueblo, pero seguimos pensando, como lo señaló Martí, con el peso de la cultura colonial.
El SEN ha sufrido cambios, cambios que han pretendido dar con un modelo de gestión que se adecue al impulso socio-económico del país y de Corpoelec. Ese modelo de gestión pretendió unificar 14 empresas eléctricas en el país, y readecuarla en procesos medulares como lo son Generación, Transmisión, Distribución y Comercialización. En el proceso de unificación estructural de esas 14 empresas, se cometieron muchas fallas, las cuales se siguen arrastrando.
14 empresas, 14 sindicatos de tendencias políticas cuarto-republicanas donde las prebendas y posiciones individualistas son la pasión, no puedo negar la participación en algunos de estos sindicatos de cuadros de la izquierda venezolana verdaderamente comprometidos con el país, con un mundo de justicia social y con la Revolución Bolivariana, así como tampoco negar el papel a jugar de la clase trabajadora en la trasformación del SEN, pero se hace necesario revisar el carácter de los sindicatos y su papel netamente reivindicativo, donde incluso su compromiso estará sujeto a los beneficios que se perciben a través de las contrataciones colectivas.
Una de las mayores debilidades que hoy persiste en la Revolución Bolivariana, es la formación política e ideológica de sus cuadros, sin que existan cuestionamientos por parte de esa dirigencia del polo patriótico incluyendo al PCV. No existe una política dentro de los sindicatos del SEN, que promueva la formación política e ideológica de sus afiliados, como enfrentarnos en esta batalla de ideas si no tenemos las armas que nos posibilite enfrentar a la canalla mediática. Sin lugar a dudas es un tema para la reflexión, podemos hablar de conciencia, pero el compromiso llega hasta el momento en que nos tocan los bolsillos.
Los ataques de extraños al SEN son un hecho cierto, planificado, estructurado, diseñado en laboratorios de la guerra sucia que tienen como objetivo desestabilizar al país, aprovechando la vulnerabilidad del SEN y promoviendo el saboteo. Los ataques que recibimos aguas adentro no dejan de ser sin fundamentación alguna, más allá de ser críticas constructivas que contribuyan a generar un clima que permita buscar salidas a la crisis, se inscriben en esa campaña de descredito, criticas que desvirtúan en su totalidad al SEN.
Camarada Carlos Aquino, el SEN tienes planes, tiene planificación, a corto plazo, mediano plazo así como el plan de desarrollo 2013-2019 vinculado al plan de la patria. A finales del noviembre se diseña un modelo de gestión totalmente diferente con una premisa fundamental y líneas estratégicas direccionadas a convertir a CORPOELEC en una empresa socialista, no de carácter o de nombre sino de HECHOS, por instrucciones de su Presidente Ing. Argenis Chávez. La incorporación del Poder Popular en la gestión de la empresa así como la transferencia de procesos a la comunidad organizada es una de esas premisas fundamentales en la nueva propuesta de un modelo de gestión socialista. Dar mayor gobernabilidad a la empresa a través de la regionalización de sus procesos medulares. Preparación político-ideológica-técnica en todos los niveles de participación. Podría estar toda una mañana hablando de esa propuesta, que por razones ya conocidas por todos se debió esperar para su difusión, discusión y aprobación.
Hacerse eco camarada Carlos Aquino, de matrices de opinión que genera la derecha es desconocer el funcionamiento de las instituciones, es ser parte de una discusión que lejos de buscar soluciones nos conduce a crear más condiciones y herramientas a la derecha en el proceso desestabilizador. Siempre será mejor acudir a quienes direccionalizan las políticas del sector eléctrico, o de cualquier otro sector, en el entendido de que todos somos militantes de este proceso revolucionario.
En otro orden de ideas se hace necesario describir los problemas que enfrenta el SEN, para nadie es un secreto que CORPOELEC es una empresa deficitaria, donde la poca recolección en ocasiones alcanza para cubrir la nómina, las inversiones que se hacen en el Sector Eléctrico Nacional, se hacen bajo la batuta financiera del estado venezolano. El bajo costo en el consumo posibilita la mala utilización del recurso, donde el despilfarro de la energía es una constante en la sociedad venezolana, a este problema hay que sumar la complicidad de funcionarios de la corporación en las trampas en que incurren muchas empresas al no pagar la energía que consumen; compañeros trabajadores que se prestan a la conspiración mediática y asumen el saboteo como arma de lucha, leyes que amparan la ociosidad y no permiten avanzar al SEN.
Lideres cuestionados, con escasa moral política, cobros indebidos de horas extras, bajo la mirada cómplice de una pseudo dirigencia sindical y autoridades supuestamente comprometidas con la revolución, se hace necesario hacer revolución en la clase trabajadora, crear el sentido compromiso con el país, profundizar los cambios que permitan su transformación total, direccionados a la exaltación de valores morales y éticos para disminuir las perversiones. Entender que los sindicatos en socialismo no son la fuente que permite firmar contrataciones colectivas con jugosos beneficios a una parte de la población venezolana, qué sentido tiene entonces la construcción del socialismo bajo las premisas de justicia social y la mayor suma de felicidad de todos y todas. No podemos solo trabajar la individualidad, el colectivo es la base fundamental del desarrollo social en socialismo.
La corrupción es sin posibilidad a equivocarnos una de las mayores perversiones en nuestras instituciones, CORPOELEC no escapa a esta perversión, no solo la corrupción que genera dividendos económicos, sino la corrupción en todas sus manifestaciones. La no observancia del horario de trabajo, pretender ser inamovibles así cometamos faltas que atenten en contra del SEN, el cobro ilegal de horas extras, el robo de materiales, acomodar los medidores para que paguen menos de lo que consumimos (siendo una de las tarifas más económicas en Latinoamérica, aun así queremos pagar menos), retraso en la entrega de los trabajos asignados, podría seguir enunciando formas de corrupción en el SEN.
El proceso de revisión debe ser total, al margen de los problemas estructurales. Se hace necesario entender que por ser CORPOELEC una empresa que no es auto sostenible, requiere un gran esfuerzo económico por parte del estado venezolano, ya que la acumulación de pasivos laborales y las deudas por una contratación colectiva leonina la hace imposible depurarla. La contratación de personal calificado es otro vértice de lo utópico, es sumamente engorroso contratar personal, amén de los procesos burocráticos y la lentitud para que la misma se haga efectiva, dado lo difícil que se hace aguas adentro.
Voluntad política existe, el problema fundamental es económico y algunas leyes que protegen la perversión. No solo se trata de señalamientos injustos o justos, se trata de conocer la naturaleza de los problemas, sean de carácter estructural o de cualquier otra índole. No seguir mitificando el carácter teórico de axiomas, por el contrario debemos avanzar en contenidos y la ruptura que ha representado el carácter socialista de la Revolución Bolivariana, es allí donde está la grandeza moral y espiritual de nuestro comandante, no se ató a una doctrina, tomó la mejor de muchas para el desarrollo programático y teórico de nuestro proyecto político. Debemos continuar su legado sin ser ortodoxos, asumiendo los cambios de manera consciente y permitir entender que la dialéctica siendo la ciencia que mueve los cambios sociales a través de sus categorías y leyes no debe estar exenta de ser dialéctica por su misma condición en su aplicación y difusión.
Es mucho el trabajo por realizar, pero lo que no se puede es desmeritar los grandes esfuerzos realizados en el SEN para darle al pueblo un servicio de calidad y adecuar la plataforma eléctrica del país a la demanda en los planes del crecimiento económico que actualmente la patria reclama.
El país demanda cambios y esos cambios debemos hacerlo cohesionados, elevando un proceso critico y auto critico en el desarrollo de planes y acciones, preparar a la sociedad bolivariana políticamente e ideológicamente, crear sentido de pertenencia y el compromiso con el país y la revolución, atacar sin tapujos los vicios y golpear con el látigo de la eficiencia la crisis de algunas instituciones del estado venezolano. Combatir en el plano de las ideas la visceralidad de algunos sectores que desde la acera de frente atacan y siguen condicionando el desarrollo económico y social del país.
El Sector Eléctrico del país y sus trabajadores comprometidos con la revolución siguen haciendo el trabajo en procura por brindar un servicio eficiente y de calidad, pero también debemos dejar de hacernos eco de sectores que lejos de querer lo mejor para el país, siguen luchando por el poder político, para desmontar los logros de la revolución bolivariana y convertir nuevamente a Venezuela en un país esclavo de los intereses oligárquicos internacionales.
Por último debo señalar que los errores políticos que hoy cometemos pueden poco a poco socavar las bases de la revolución. El discurso es solo eso un discurso si nos equivocamos podemos rectificar, lo que no podemos es seguir con un discurso errado y profundizar los errores.
No hay nada más excluyente que ser pobre
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