Miedo. Miedo. Mucho miedo. ¿Por qué tanto miedo?
En días pasados aumentaron la gasolina en Brasil. Y no pasó nada. En México, también aumentan, cuando el gobierno lo cree necesario. Y no pasa nada. Este el único país en el mundo donde no se puede. Donde el gobierno tiene miedo a proceder. Es una necesidad. Es necesario. El Estado no puede regalar la gasolina. Cuesta un mundo sacarla. Cuesta un mundo refinarla. Cuesta un mundo transportarla. ¿Para qué? Para que las estaciones de servicio la regalen.
¿Qué pasa ministro Rafael Ramírez? Hay dos cosas que esperan por decisión del Ejecutivo: la unificación cambiaria y el aumento de la gasolina. Cadivi no sirvió. Sicap I, no sirvió. Sicap II, no sirvió. Cencoex, tapoco sirvió. Ya Giordani no está. Por favor, hagan algo que sirva. Ustedes tienen el control. Procedan. No esperen que la inflación siga desbocada. Es peligroso. Se requiere acción. Se requiere voluntad política. El costo político no puede estar por encima de lo imperioso. ¿Qué ha dicho el hombre fuerte de la economía, en la actualidad? Dijo hace meses atrás: no habrá aumento de la gasolina. Dijo ayer: “No vale la pena tener la gasolina más barata del mundo si eso se transforma en despilfarro y contrabando… perdemos 100 mil barriles diarios frente al precio de la gasolina”. Por Dios, salgamos de ese “sí, pero no”. El Presidente Nicolás Maduro, también es de la opinión del aumento de la gasolina. Pero el miedo lo mantiene “frenado”.
¡Volveré!
