Ya nos pronunciamos al respecto en la entrega http://www.aporrea.org/actualidad/a197155.html
Ahora queremos abundar en el mismo sentido:
El valor o precio de la mercancía representada por inventarios petroleros, en manos de sus intermediarios con compras llamadas "a futuro", también es objeto de acomodos o ajustes contables con arreglo a normativas ortodoxas propias de la Contabilidad Burguesa que también hemos comentado.
Se trata de vender según el precio anterior cuando este supere el actual, y viceversa, si el actual es superior, al p. superior del momento quedarán transadas las compraventas del caso de todos aquellos inventarios comprados por debajo.
Es obvio que mediante tales ajustes de precios el comprador y revendedor busca siempre obtener máximas ganancias de mercado, a manera de sobreprecios que dicha contabilidad convalida y es rubricada por los trabajadores especializados en esa materia.
Sobre esas bases calculatorias de precios petroleros y no petroleros también a futuro, el dumping que se halla en proceso está violando abiertamente dicha contabilidad, de allí que su duración podamos entenderla como pasajera, máxime cuando se avecinan los meses de frialdad creciente en las temperaturas de los países estacionales del Norte, con bajones que van acentuándose a medida que va pasando el Otoño de ahorita y vaya llegando el Invierno de comienzos del año 2015.
Desde luego, lo que ahora representaría perdidas de mercado, para los intermediarios involucrados se le traduciría en sobreganancias a futuro.
Entonces, ¿qué buscan unos empresarios que adrede y violando su "manera de matar pulgas" invierten a pérdida para luego recuperar esas pérdidas y además hacerlo con creces? Bueno, de perogrullo que simplemente pretenden causar daños inmediatos a las economías que no son de su agrado, que no responden cordialmente a sus intereses tradicionales, pensando que tales malestares puedan ser caldo de cultivo para otros objetivos inconfesables, más políticos que económicos, por lo menos a corto plazo.
Por tales razones, y como "para bachaco, chivos, y para estos, empalizadas", la cordura y racionalidad presupuestaria que hasta ahora mantiene la presente Quinta República debe servirnos para reforzar nuestra autoestima y dosis de optimismo para lo que queda de año y para los próximos.
Corolario: Si es bueno para la pava, también debe serlo para el pavo. Si se manipula los precios hacia abajo con sobredosis de oferta, con aumentos aumentos de la demanda deben provocarse precios crecientes.