No, presidente Maduro, ¡ así ni de vaina !

Con todo el respeto que usted me merece, presidente, así ni de vaina… No sé quiénes lo asesoran, presidente, pero pareciera que tuvieran nexos cercanos con aquellos ‘pedevecos meritócratas’ a quienes en buena hora excluyeron y execraron de nuestra principal industria y ahora viven dizque "exiliados" en Colombia.

La venta de gasolina a Colombia no debe establecerse como usted lo anunció y lo siguen repitiendo en cuñas a través de la televisión.

Inmodestamente puedo decirle que fui yo quien primero asomó, a través de esta ventana de aporrea, la idea de que nuestra gasolina -esa misma que botamos y regalamos a las mafias contrabandistas-, debería venderse en pesos y/o en dólares, en las nuevas nueve (09) estaciones de venta de combustible que tuvieron a bien disponer a lo largo de nuestra frontera, del lado venezolano, en el estado Táchira.

En un artículo, desarrollado en dos partes, que titulé "Cómo quebrarle el espinazo a dólar today", esbozaba claramente la idea o propuesta, que ahora usted anuncia… Puede usted revisarlo aquí, presidente:

http://www.aporrea.org/actualidad/a212254.html

En vista de lo último que nos ha acontecido, con el enfrentamiento que hemos tenido con el gobierno colombiano, cuando ha aflorado lo más abyecto que pudo imaginar y hacer esa gente, bien sea porque están en campaña electoral o por lo que sea, blandiendo mentiras a diestra y siniestra, y llevándonos ante organismos internacionales, buscando nuestra descalificación como país, como gobierno y como estado, no podemos ni debemos hacerle más concesiones a ese grupo de personajes, enemigos de nuestro país y enemigos de todos los pueblos soberanos de nuestra América.

Las diferencias con Colombia siempre han existido, y usted mismo, presidente, las ha recordado en estos días, remontándose a los tiempos de nuestra emancipación, cuando las traiciones y mezquindades provinieron principalmente de allá y justamente contra nuestro Libertador Simón Bolívar. Las enemistades entre nuestros pueblos siempre han sido exacerbadas por los politiqueros de turno, pero nunca tuvieron tanto efecto como ahora lo tiene, gracias a las tecnologías de la comunicación y la desinformación… Si usted pregunta por el incidente del Caldas, por ejemplo, muy pocos venezolanos lo saben, y quienes se enteraron ´no lo recuerdan bien’. Pero es que en aquel entonces, las tecnologías de la manipulación mediática no habían adquirido el desarrollo que tienen ahora. Lo cierto es que lo que sucede hoy… "todo el mundo lo sabe". Y para desventaja de nosotros, los medios de manipulación masiva en Colombia, sí que están totalmente controlados y pertenecen a la misma casta que gobierna. Esta "espina" que hoy nos hiere, va a dejar el encono por mucho más tiempo. Y es por eso que nosotros no debemos, cuando se reanuden ‘normalmente’ las relaciones, cuando se abran los pasos por los puentes oficiales de acceso y salida, venderles gasolina allá… y paso a explicar los porqués…

En primer lugar, nunca ha sido económico ni inteligente montar negocios para otros. El ejemplo más cercano lo tenemos en unas inversiones absurdas, hechas en los EEUU por los ‘meritócratas ex pedevecos’ (quienes parecen pedir a gritos que reanudemos la venta de gasolina a Colombia, para ellos a su vez revenderla tanto en Colombia como en mercados internacionales como si fuese producida por ellos), y es el caso de las más de 14.000 estaciones de servicio, dizque ‘venezolanas’, de CITGO, que no emplean a un sólo venezolano… Por tanto, con esa experiencia a la mano, no debemos hacer inversiones para seguirle alcahueteando la irresponsabilidad al gobierno colombiano, en cuanto a no atender a su población, en cuanto a no crear fuentes de empleo, etc., y entonces nosotros venir a hacer las inversiones que debe acometer ese gobierno.

No debemos montar estaciones de gasolina en Colombia, porque van a encontrarse -tarde o temprano-, operando bajo el chantaje, las ‘vacunas’, las extorsiones, etc., de quienes ya se acostumbraron a manejar mafiosamente ese enorme negocio y que no son otros que los mismos paramilitares colombianos, o el gobierno y los traidores venezolanos que se fueron a trabajar en petroleras colombianas y contribuyen grandemente en los ataques contra nuestro país.

Las inversiones en infraestructura que significarían instalar bombas en Colombia, resultarían bastante onerosas como para colocarlas en el territorio de un país o bajo control de un gobierno, que no tiene alternativas válidas de cambio a la vista, y que nos ha mostrado, a raíz del último incidente, los colmillos y las garras…

¿ Quiénes nos ‘cuidarían’ esas instalaciones ? ¿ Y cómo operarían los traslados de divisas (pesos o dólares) desde esos lugares en Colombia, hasta Venezuela ? ¿ Qué les podría suceder a esas ‘inversiones’ a la hora de un nuevo incidente, el que seguramente propiciarán quienes vienen atizando la guerra entre nuestros países ? ¿ Podrían acaso ser confiscadas ? ¿ o incendiadas ? …para "drenar arrecheras"…

¿ Sabe usted, presidente Maduro, que Uribe no solamente "legalizó" a los llamados ‘pimpineros’, en un acto abiertamente demagógico, que -de paso- legalizaba el contrabando de entrada de combustibles a Colombia, sino que también autorizó la operación de centros de acopio de gasolina, que serían llenados con gasolina nuestra, la cual sería ‘nacionalizada’ y vendida como gasolina colombiana en mercados internacionales ?

Alguien me ripostó, cuando le comenté mi contrariedad frente a esa ‘oferta’ suya de venderle gasolina a Colombia, EN COLOMBIA, diciéndome que ¿ qué importaba…?, que el día que tuviéramos un nuevo encontronazo, dejaríamos de venderles gasolina y ya… pero entonces ¿ qué pasaría con nuestras inversiones, constituidas en estaciones de expendio de gasolina, en Colombia ? ¿ Las perderíamos ?

No, presidente. No podemos correr esos riesgos. Amén de que "la masa no está pa´ bollos…", y usted lo sabe…

Eso que dijo, y que escuchamos repetidamente en sus cuñas, de que "no le venderíamos a las mafias…, sino a los pobres, a los taxistas, etc., puede tener su intencionalidad demagógica (en el mejor sentido del término), pero eso no responde al sentido de la realidad. Eso no sería posible controlarlo allá… porque como ya lo anotamos antes, ese negocio llegaría a ser controlado, más temprano que tarde, por las mafias. ¿ Por qué ? Porque las mafias tienen sus ‘buenas’ representaciones y padrinazgos dentro del tinglado del poder político colombiano.

Y si no montáramos las bombas allá, pero cometiéramos el otro error, es decir, el de venderles gasolina o combustibles, llevados hasta allá en gandolas, para surtir estaciones de servicio colombianas, resulta que estaríamos contribuyendo directamente con un gobierno que se ha mostrado abiertamente enemigo y hostil; que se conduce de acuerdo con lineamientos del departamento de estado de los Estados Unidos; que tiene siete (07) bases militares estadounidenses en su territorio; que hace gestiones para entrar como miembro integrante y activo de la OTAN; que tiene paramilitares hasta para exportar (como ya lo hemos visto, sabido y sentido); que nos injuria y difama, etcétera, como para ir nosotros a contribuir con sus ingresos fiscales, ya que a la gasolina que les llevemos en gandolas, ellos le aumentan el precio no solamente cargándole gastos de transporte, distribución y administración, sino que además le ‘clavan’ dos impuestos: uno nacional (que engorda directamente el erario nacional colombiano), y otro regional, que nutre directamente a gobernaciones departamentales y alcaldías… y si pensamos en corrupción administrativa, ese país vecino nos lleva ‘una morena’ en esos cuestionables menesteres. ¿ Entonces, presidente ? ¿ Vamos a alimentar eso también ?

¿ Es que acaso vamos a contribuir con un estado moralmente fallido, cuyos principales ingresos provienen del narcotráfico ? …turbio negocio que, de paso, nos salpica también...

Por todo lo expuesto anteriormente, reitero mi propuesta: colocar a lo largo de nuestra frontera más estaciones de servicio expendedoras de combustibles, y cada una con su pequeña pero sólida casa de cambios, que vendan la gasolina en pesos o directamente en dólares (mejor), pero del lado venezolano.

Si Colombia vuelve a respetar el convenio cambiario como lo teníamos antes, cuando las casas de cambio ubicadas en la frontera no tenían la potestad que tienen ahora, de colocar diferentes paridades y valores a nuestra moneda, podríamos vender tranquilamente la gasolina y el gasoil en pesos colombianos (a pesar de que estos vienen devaluándose estrepitosamente a lo largo de los últimos 10 meses)… Pero como ya han dicho y repetido, que ni van a cerrar esas casas de cambio (cosa que no se les ha pedido), pero tampoco las van a obligar a respetar el cambio oficial que emite a diario el Banco de la República, en Bogotá, pues nos veremos irremisiblemente obligados a vender nuestros combustibles en dólares. Es más, ya deberíamos estar instalando las conversiones en dólares a los surtidores de esas bombas "internacionales" (SAFEC), que ya tenemos funcionando. E ir pensando en construir nuevas estaciones o convertir instalaciones ya existentes, en lugares estratégicos de toda(s) nuestra(s) frontera(s). Colocarles, además, protección del ejército, y diseñar los mecanismos de trasvase de dinero (divisas) cada cierto tiempo (horas), desde esas instalaciones hasta las cajas fuertes o de seguridad, de los bancos de las capitales de los estados fronterizos, que se designen para recibir tales dineros. Dineros que serán generados por la venta de un producto que hoy en día dilapidamos y nos dejamos robar prácticamente, pero que bien podría convertirse en rubro "marcador" que nos sirva para iniciar el rescate del valor real de nuestro bolívar fuerte, al cambiar en esas ‘nuevas’ casas de cambio ve-ne-zo-la-nas, a la paridad que nos convenga y nos sirva para importar lo que necesitamos, para exportar lo que podamos y para beneficio de toda nuestra población.

Claro que un proyecto como éste debe ser llevado a cabo con las máximas precauciones del caso, por la importancia que entraña. Si se pone en manos de corruptos, sobre todo de personajes que andan y desandan por ahí, echados por corruptos de la administración pública, pero cuyos "casos" ya están olvidados -en este país de olvidos-, y por tanto susceptibles de ser reclutados nuevamente, para que le echen otra vaina al país, más gorda que la que les significó su salida del tren burocrático, pues este proyecto, tan lógico y atractivo, se irá a pique… y sufriremos un nuevo descalabro.

Por cierto, presidente, por allí circuló una noticia que refería que su homólogo Santos había decretado un aumento del 30 % al precio de la gasolina en el departamento Norte de Santander, y como en las bombas "internacionales" nuestras, veníamos vendiéndole gasolina a los que la compran para llevarla o usarla en Colombia, a una equivalencia de 42 centavos de dólar estadounidense por litro, aumentar el precio en correspondencia con ese aumento, y venderla entonces en 55 centavos de dólar, de ahora en adelante. Esto para mantener el atractivo de la venta, no ‘reducirles’ tanto el negocio a estos "usuarios", y mantenerlos alejados de nuestras ciudades y pueblos principales, adonde vendrían a fastidiarnos nuevamente con las colas, al pretender abastecerse -otra vez- en nuestra estaciones de gasolina ‘normales’, donde "la vendemos… regalada".



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Manuel Rugeles


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