Los incidentes desagradables que en diversos lugares del país se han visto con dolor por los muertos que han suscitado y los heridos marcados para toda su vida por quemaduras, se deben a la mala intención, a la diabólica disposición de factores irracionales, que pagan a jóvenes y no tan jóvenes, para sabotear líneas de suministro eléctrico. En ocasiones los ladrones terminan su existencia "pegados" al recibir descargas. Más de 4 decenas de electrocutados es el saldo homicida aprovechado a fin de ayudar al clima de protestas desmedidas, totalmente antidemocráticas.
El Ministro para la energía eléctrica, Motta Domínguez, informó que el gobierno nacional ordenó despliegue de efectivos de seguridad a lo largo y ancho de la nación. La desbocada dirigencia de oposición con odio y destrucción continúa aprovechando apagones, ocultando o minimizando actitudes saboteadoras programadas, y exaltando presuntas o reales fallas en el suministro de luz, justo en momentos de una temporada de lluvias que ha rebasado cotas del río Orinoco, en poblaciones del Estado Bolívar.
Una circunstancia particularmente incómoda y vejatoria sucede en el Zulia, territorio que padece la actitud mafiosa de factores contrarrevolucionarios, cortando el cableado aéreo y de instalaciones bajo el Lago de Maracaibo, para hacer noticia la ausencia de electricidad en un territorio donde es vital el aire acondicionado en el desempeño diario. Informaciones magnimizadas de cada crueldad política inducida, con tal de desprestigiar al gobierno, urdiendo situaciones de saboteo promocionadas como presuntas fallas de mantenimiento.
En la nueva situación de reconversión monetaria, defensa contra la guerra económica y protección al noble pueblo de cualquier tendencia política, religión o condición social, se ha determinado que la ley castiga a quienes roben material de conducción eléctrica, y causen criminal malestar a la colectividad. Las sentencias oscilan entre 25 y 30 años de cárcel, una rifa letal a la que esperamos no sigan apostando disociados, mediante el saboteo a la revolución participativa, humanista y protagónica.
