En una entrega anterior [https://www.aporrea.org/energia/a275306.html], expusimos lo que consideramos las incoherencias del "plan petrolero" presentado por Guaido y su grupo. Graves incoherencias en la concepción tanto de las variables financieras, como del enfoque y orientación filosófica; de las acciones que para ellos surgen como necesarias, para lo que llaman el rescate del "negocio petrolero". Hacemos énfasis en "negocio", porque como veremos mas adelante, de eso se trata pura y simplemente. Las implicaciones del incoherente plan, reflejadas en las últimas evidencias y acciones dirigidas en torno a PDVSA, parecen ir mucho más allá y se muestran nada halagadoras.
Estamos claros sobre la imperiosa necesidad de detener la locura y el desangre que el gobierno actual, ha generado en torno al país, sus instituciones y sobretodo sus ahora decadentes industrias. Pero si los Venezolanos, no nos dejamos de pasiones y nos proponemos a comprometer y obligar a esos que hoy intentan tomar el poder, a hacer las cosas de forma transparente, justa, sin caciquismo, mafias, ni imposiciones a dedo desde el principio, el país terminará de nuevo desembocando en otro "Caracazo" aun más severo, o en otro "invento de socialismo" aun más radical.
LA PDVSA DEL FUTURO: El Plan
Hemos dejado entrever consistentemente nuestra oposición a la privatización abierta e inmediata de la industria petrolera Venezolana, pura y simplemente porque los políticos, el sistema y sus instituciones han estado desde el 24/01/1958, básicamente en continuo deterioro y retrogradadas. Eso no va a cambiar porque llegue un joven impetuoso autoproclamado queriendo reeditar el "carmonazo", cualquier tiranosaurio de la 4ta republica y por lo visto, menos por la acción de lo que queda de los representantes del "madurismo destructivo".
Antes de pensar en leyes o propuestas como las que plantean en cuanto al tema petrolero en el "Plan País", hay que pensar en afianzar el sistema judicial, político, cultural y sobretodo, la justa y estricta aplicación de las leyes. No hay cabida en Venezuela para una propuesta de esa naturaleza y en todo caso, debe ser sometida a consulta nacional y nunca dejarla como una decisión "familiar", ni a la merced de la aprobación de la Asamblea Nacional; esté bajo el control político que sea. De lo contrario Venezuela sin lugar a duda terminará como Irak; empobrecida, y miserable, a pesar de tener la mayor suma de inversión foránea en materia petrolera del mundo desde hace además de 4 lustros.
Varios intentos de laboratorios de privatización en el ámbito petrolero [https://www.aporrea.org/energia/a273358.html], han sucedido en el país y ninguno de ellos ha sido exitoso, sino más bien servido como sustrato, para la masiva fuga de capitales y para que unos cuantos vivos se hayan enriquecido vulgarmente sin pagar cárcel por ello. Lo que hoy esta planteado en Venezuela es el mismo guión de la toma por "asalto" del poder y sus recursos; solo que por factores y alianzas distintas. Nada diferente a lo que critican de ese gobierno actual.
No se trata de negar tajantemente la privatización y apertura al capital privado, se trata de cultivar los mecanismos para tal efecto y asegurar la mayor suma de valor para el país y no para oportunistas, corruptos o sencillamente delincuentes mimetizados de expertos y asesores. En una etapa posterior y ya una vez "sanitizado" el sistema, se podría pensar en todos esos otros renglones y propuestas de agencias y apertura, relajada al capital y empresa privada, nacional y/o foráneo, pero por ahora es extemporáneo su planteamiento. Seria abonar el terreno para la corrupción y la entrega de los recursos de los Venezolanos sin construir nada a cambio, como hasta ahora ha innegablemente sucedido.
Venezuela posee más de 22.500 millones de barriles de Condensado/Liviano/Mediano, con un nivel de desarrollo que raya el 50%, y que pudiesen generar por encima de los 2 @ 2.5 MMBD de manera relativamente rápida. Al potencial anterior se le podría añadir alguna producción de la FPO de entre 500.000 @ 1.000.000 B/D fácilmente asequible y mejorable, bajo una versión revisada de los esquemas de negocios, así como de la gestión operativa corriente.
A la vuelta de uno a dos lustros, Venezuela podría estar incluso por encima de 3.5 MMBD apuntando luego a una RPR (relación potencial-reservas) que exceda el 0.7%, teniendo en mente superar (ojala que así sea) el 1%. Es allí y solo allí, en esa posición de fortaleza relativa y bajo la premisa de un estado/institución probo, que se podría integrar de manera abierta y confiable el capital privado nacional/foráneo a la industria petrolera nacional para consolidar la construcción de la "Venezuela sostenible del futuro".
Para entonces, se deberá revisar en función de la composición de nuestras segregaciones, la conveniencia o no de permanecer o salir de la OPEP, para poder así permitir la total expansión de nuestras potencialidades bajo una visión holística país.
Existe todo un abanico de opciones de privatización y segmentos de negocios que "pudiesen ser explorados entonces" y no única o necesariamente en producción, que apalancarían de manera inmediata las finanzas del estado y la industria. Ello por supuesto, debe ser materia de análisis específico en función de la condición real prevaleciente en PDVSA y su relación con las variables que para el momento prevalezcan en los mercados, así como también debe ser materia de debate y aprobación nacional.
LA INVASION EN PROGRESO:
Guaido a nuestro juicio luce como el ejecutor detrás del verdadero tejedor de estrategias y mecedor de cuna; una figura política y su entorno foráneo que permanece por ahora invisible al ojo público por limitaciones judiciales. En esencia, lo que está planteado en Venezuela es una poderosa y sistémica operación concebida desde el extranjero, con la participación de factores políticos criollos presentes durante el "carmonazo", así como representantes del verdadero poder político y financiero mundial. Constituye una abierta operación de "reposicionamiento y retoma del control", disfrazada de rescate de la democracia y ayuda humanitaria, con el propósito en mente de ponerse al frente del control de nuestros recursos de naturales; particularmente el "crudo y el gas".
Algunos pensaran que solo se trata entonces de decidir entre Rusia, China, Estados unidos o Europa; más no es así. No se trata del socio en si, sino de la fortaleza, la convicción patriota y nacionalista del Gobierno Venezolano de turno, de sus instituciones, sus leyes y sobretodo; su gente. A la postre, no es problema de quien plantea el negocio (socio, inversionista o quizá hasta invasor), que quien lo acepte (Venezuela, militares, políticos, sociedad) no sepa negociar o no tenga la menor idea de lo que hace, y eso es lo que precisamente sucede y ha sucedido, por esa maldición de los Venezolanos, de poner en el poder y al frente de empresas medulares a gente incapaz y no apta para tal efecto. Es la consecuencia del ruin tercermundismo, el antinacionalismo y la poca identificación con lo nuestro lo que realmente ha hundido a Venezuela.
Algunos articulistas dan entre 40@ 60 años a la energía fósil, quizá como un elemento de presión para precipitar la entrada de capitales privados al negocio petrolero criollo. Nosotros por supuesto no compartimos dicha visión. Hemos reconocido el progresivo avance de las energías renovables, a tal punto que hoy suplen cerca del 11% del consumo mundial, aunque a un costo que excede los US$3 trillones, lo cual no luce nada atractivo frente al segmento fósil y por el contrario, denota cierto nerviosismo y necesidad proveniente de los principales centros de consumo mundial, por encontrar [https://www.greentechmedia.com/articles/read/woodmac-fossil-fuels-wont-go-away-accelerated-energy-transition#gs.FKTBJkg0] esa viabilidad, la cual hasta el momento no ha aparecido como sustentable y rentable de frente a la autopista del crudo y el gas.
Sin lugar a dudas, la energía fósil continuará su protagonismo entre unas de las más sostenibles y rentables fuentes de energía del mundo, por lo que no estamos tan seguros de que su uso desaparezca de la faz de la tierra, como la fundamental fuente de energía en lo que queda de siglo; ni siquiera a quedar relegado a un segundo plano. Como justificar que Qatar este en plena exposición de la bicoca de US$23.000 millones en el megaproyecto (GTL) Pearl, o que Australia (LNG) este también invirtiendo US$180.000 millones en un segmento similar. Ambos polos por cierto, apuntan a suplir el mercado Asiático y Europeo principalmente.
Lo que si va a suceder, es que a la vuelta de tan solo 5 @ 10 años, comience el retiro uno a uno, de algunos protagonistas tanto OPEP como No OPEP, por la sequía tanto en sus reservas como en su producción propia. Se dará inicio al fin de algunos de los más prominentes productores de crudo de la región.
No hace falta ser un erudito, sino poner los pies sobre la tierra para advertir, que al mundo le quedan tan solo 40 años de reservas a la tasa de consumo actual y apenas 30 años al "corte" del 75% de tales reservas, ya que no todas esas reservas recuperables serán realmente recuperadas "económicamente" aunque se llamen así. Si el consumo mundial se incrementa en tan solo 10%, el tiempo de vida de tales reservas se deteriorará sustancialmente a una más crítica tasa de aceleración. De allí el particular interés de la rancia derecha colombiana y estadounidense.
De no añadir sustancialmente reservas, a Colombia le quedan solo alrededor de 4 años, EEUU unos 7, Brasil 13, China 13. Saquen ustedes sus propias conclusiones. En America, entre el Ártico y el Antártico, no quedaran muchos de pie, sino "prácticamente" un solo suplidor; Venezuela. El caso particular de Argentina con sus reservas especulativas de Shale oil en "vaca muerta", aun está por verse, así como las reservas del ártico.
Venezuela y sus gobiernos deben articular fino de ahora en lo adelante ante las amenazas profundas que se tejen a su alrededor. Todo Venezolano debe permanecer celoso de cada barril y de cada onza de oro/minerales y no prestarse para su saqueo sino para su disfrute en calidad-sustentable-de-vida. Las alianzas y negocios deben ser cuidadosamente analizadas con ese único norte al frente. No dejarse vender nuevamente espejitos como sucedió en el entorno de 1492.
Nada de decisiones tras bastidores, imposiciones a dedo de caciques políticos, nada de mafias preconcebidas; menos cuando se trata de decisiones que nos afectan a todos. De ahora en lo adelante hay que exigir transparencia e inclusión de la consulta nacional en toda decisión que involucre el futuro, los recursos y los dineros de todos.
El petróleo seguirá siendo un "commodity" no solo cada vez más importante, sino estratégico. Tan estratégico e importante, que aquellos que hoy ven su futuro energético incierto, se jugaran la vida para conseguirlo y la guerra e invasión hacia los países con abundantes reservas como Venezuela no estará descartada, si ese llegase a ser el precio para conseguirlo.
No se debe confundir dicha visión con basura ideológica. Para nosotros significa proteger lo que nos corresponde solo a los Venezolanos capitalizar y repetimos, nuestras instituciones, políticos y sociedad han demostrado más allá de dudas, no estar listos para entenderlo, no están listos para privatizar "abiertamente" el negocio petrolero ni ningún otro negocio sin exponerse a la corrupción despiadada; destructiva y salirse con las suyas.
La complejidad surge cuando percibimos, que ese mismo estado desde 1958 tampoco ha tenido tino para manejar las empresas del estado. Esa es la verdadera diatriba. Desafortunadamente hasta ahora ese parece haber sido el caso. No se percibe mejora en la calidad de vida, sino por el contrario la pérdida de ella. El mundo es testigo del sostenido empobrecimiento de los ciudadanos Venezolanos, reflejado en una creciente diáspora y en la destrucción de lo que una vez fue conocido, como el mejor y más pujante país y economía de Latinoamérica y quizá de la mayor porción del mundo.
Es decir, de nada vale tener tantas reservas y riquezas, si se tienen líderes y gobernantes sinvergüenzas, que malversan y no saben capitalizar el valor de dichos recursos en beneficio del país y su gente. De nada vale llamarse Venezolano, cuando lo que se tiene en mente a la hora de ejercer un cargo, es robar para luego irse a disfrutar esos dineros mal habidos a cualquier otro país, porque nunca tuvieron en mente construir el suyo propio.