La renta petrolera, producto de un acto soberano político/jurídico -Ley Bolívar de 1829-, nos hace propietarios de los recursos naturales yacentes en y bajo el suelo, y de su explotación. Históricamente ha alimentado la burguesía parasitaria y el saqueo programado de las riquezas de todos los venezolanos.
El petróleo venezolano es un don, su renta impulsó el “milagro” económico durante el período de Chávez. La tesis de que debe ser libre para los Trusts y consumidores internacionales, agenda liberal de PDVSA, es una antítesis de lo logrado por el nacionalismo petrolero: creación de la OPEP y plena soberanía petrolera.
Satanizar la renta y conformarnos con impuestos y regalías es tirar por la borda más de cien años de cultura petrolera y miles de puestos de trabajo. Es una estupidez renunciar a enormes ingresos y a los más altos volúmenes certificados del planeta, listos para extraer, con condiciones climáticas favorables, menores costos de extracción y altos volúmenes.
Esa es nuestra ventaja estratégica y mayor disuasivo: mientras otros países deben adquirirlo al valor del mercado internacional, sujeto a turbulencias mundiales, nosotros lo tenemos prácticamente gratuito, convirtiéndonos en una República propietaria recaudadora de renta internacional, condición incómoda a la ley del valor capitalista.
Resulta miope asegurar que es un producto para la compra-venta, toda actividad comercial y económica gira en torno a él. Por eso EEUU crea el “Petro Dólar”, herramienta de dominación. Llegó la hora de convertir nuestro moneda en “Petro Bolívar”, mediante una Ley Constitucional respaldarla con diferentes “patrones”, tenemos recursos naturales suficientes, pero ninguno como el petróleo.
Generar la estructura jurídica/técnica/económica para respaldar nuestro sistema monetario con nuestras inmensas reservas certificadas y mantener siempre una economía saludable, vigorosa, próspera y alto poder adquisitivo para los venezolanos.
Usemos el petróleo en la guerra que nos aplican, medida fundamentada en nuestra condición de dueños de la renta: recuperar liquidez monetaria en gran escala y mejorar las condiciones de vida del pueblo venezolano. Decidamos de una vez qué somos ¿actores o fichas? en este juego geopolítico.