PDVSA; Escasez de Gasolina; Causales y Propuestas

Desde que PDVSA existe, la importación de crudo, gasolinas, aditivos y componentes para la elaboración de refinados, ha sido una realidad. Siempre se ha importado tanto crudo como aditivos, componentes y productos refinados. Hay que reconocer sin embargo, que motivado a los malos manejos, pésimas estrategias, continuos accidentes, creciente corrupción y desmanes operacionales que particularmente desde la llegada de R. Ramírez, Del Pino y ahora M. Quevedo, han ocurrido en el manejo de nuestra industria, tanto la importación se ha catapultado de forma sostenida a niveles nunca antes vistos, originando la continua elevación de costos, dificultando la inversión y el necesario mantenimiento de infraestructura y procesos medulares.

IMPORTACION Versus ESCASEZ:

Por el lado de la importación de crudos, el plan Siembra Petrolera originó a partir de 2007 la desaparición de la producción de crudos de las áreas tradicionales, necesarios para ciertos procesos aguas abajo, forzando a la industria a incurrir en mayores gastos para poder acceder a unos crudos que antes producía, pero que luego se vio obligado a importar, originado con ello un inmenso daño patrimonial a la nación.

La perdida de producción de dichos crudos; más rentables y apetecidos en los mercados entre el cierre de 2007 y 2015 fue superior a 1.360.000 BPD. Mientras desaparecía dicha producción la importación de crudo se elevaba de manera consistente, pasando de unos 10.000 a 15.000 BPD entre 2002 y 2005, a más de 100.000 BPD y 200.000 BPD entre 2015 y 2019 respectivamente.

Entre 2002 y 2005 el promedio de importación de crudo fue de 11.000 BPD. Una vez implementado el plan Siembra Petrolera y a medida que aumentaba la producción de pesados/extra pesados, también aumentaba la importación de crudos, llegando hasta 25.000 BPD entre 2006 y 2011. Ya entre 2011 y 2017 nuestra industria importaba unos 78.000 BPD en promedio promovido por el accidente de Amuay, la desinversión y el deterioro de la infraestructura, llegando luego en tiempos de M. Quevedo a superar incluso los 200.000 BPD. El alza irracional en la importación de estos crudos se ha constituido aparte de una fuente de corrupción sin precedentes, en una fuente de gastos incalculables para la nación.

Por el lado de Refinación; incluso antes del sabotaje petrolero de 2002, PDVSA importaba normalmente entre 10.000 y 15.000 BPD de crudos y similares volúmenes puntuales de gasolinas/refinados. Dicho volumen durante el periodo 2003-2011 fue incluso reducido prácticamente a cero en revolución. Una vez ocurrido el accidente de Amuay en 2012 se catapulta la importación de gasolinas a niveles sin precedentes de hasta 94.000 BPD hacia el cierre de dicho año, para luego sostener un nivel promedio de alrededor de 25.000 @ 30.000 BPD hasta incluso los dos primeros meses de 2019.

El aun inexplicado accidente de Amuay de 2012 hirió severamente a nuestra industria. Pero mientras había dinero y un barril elevado, sus consecuencias se ocultaron a punta de realazo limpio, sin haber aun responsables. Más tarde, todo quedo al desnudo una vez se derrumba el barril, agravándose luego con las nefastas sanciones iniciadas en 2015.

A partir de 2012 el factor de utilización de refinación acusó un fuerte declive, pasando de un 80+% a menos del 45% en 2017. Es a partir de 2012 con Ramírez a bordo, cuando se comienza a hablar de escasez [https://www.elnuevoherald.com/noticias/mundo/america-latina/venezuela-es/article2017301.html] de gasolina. De allí en lo adelante con la llegada de M. Quevedo, dicho factor ha llegado a desplomarse incluso por debajo del 15% en ciertos procesos y refinerías. A partir de entonces, la importación de gasolinas se mantuvo constante hasta la llegada de las criminales sanciones de 2019.

Aunque es correcto señalar la existencia de elementos destructivos en torno a los procesos aguas abajo desde dentro mismo de PDVSA, no es menos cierto que han también existido componentes de manipulación desde las filas de la oposición Venezolana. Resulta irrebatible que a partir de 2015; al ser Venezuela declarada por Obama como "amenaza extraordinaria para la seguridad nacional y política exterior de los EEUU", las sanciones han incidido adversamente tanto en el costo, como en el acceso a financiamiento, mientras que a partir de 2019 el bloqueo de elementos medulares y necesarios para la elaboración de productos refinados ha sido a los efectos mortal.

Esto ultimo desnuda la verdadera corresponsabilidad de los mercaderes de la mentira difuminados en torno al clan Guaido, en cuanto al asunto de la agudización de la escasez de gasolinas, cuyo objetivo fundamentalmente no fue otro, que enrarecer; buscar la conmoción y el levantamiento social de ese país.

Ciertamente, puertas adentro de PDVSA ha decaído la producción de gasolinas y han desmejorados los procesos, pero la industria y el gobierno de Venezuela se las ingeniaba para hacer llegar la gasolina a sus ciudadanos incluso entrado ya 2019. No fue el mismo caso luego de la agudización de las sanciones.

A partir de Julio 2019, la importación de gasolinas sufre un aumento sin precedentes en Venezuela hacia los 195.000 BPD, motivado particularmente por las criminales sanciones apoyadas por el clan de J. Guaido, que han impedido desde entonces la importación de aditivos y componentes vitales para la producción de la fracción domestica de gasolinas.

A partir de entonces una Venezuela prácticamente sin recursos se vio obligada a importar refinados desde distintas provincias; Grecia, Rusia, Turquía, Nigeria y Emiratos, valiéndose mayormente del trueque de productos (barter), bajo condiciones sumamente desventajosas para la nación, originando un inmenso daño pecuniario a consecuencia de las sanciones.

PROPUESTA:

Nos proponemos a sugerir por esta vía, opciones sustentables y viables de corto, mediano y largo plazo, para atender el problema de la gasolina en nuestro país. La capacidad nominal instalada en procesos de destilación fraccionada/Craqueo que contribuye a la elaboración de gasolinas en el país, totaliza unos 270.000 BPD distribuidos de la siguiente manera:

Dicho volumen total de capacidad instalada permanecía ocioso hasta entrada la semana actual, antes del reciente anuncio de PDVSA sobre la aparente puesta en operación de El Palito. Desconocemos a ciencia cierta, si dicho proceso ha sido en efecto exitosamente arrancado y estabilizado.

Han surgido algunas propuestas desde diversos sectores de Venezuela reflejadas en el portal @LaTablablog [https://twitter.com/latablablog/status/1249830410290368513/photo/1]. Sin pasar a criticar ninguna de ellas en lo particular, a nuestro entender ninguna de dichas opciones procede; por diversas razones, unas por ser políticamente inviables e incompatibles, mientras que otras por ser no sostenibles.

La idea detrás de la explotación de un recurso natural es su terminación en producto manufacturado para el único beneficio de la nación. Toda propuesta que profundice las importaciones es por ende; transitoria, no sostenible e inviable; bien política, bien financiera, bien estratégicamente. No son soluciones sino simples paliativos que no añaden valor de mediano y largo plazo.

Hemos sostenido que el problema de la gasolina en nuestra patria es estructural y debe ser tratado en consecuencia de manera holística. El problema de la gasolina es la resultante de diversas variables que involucran instituciones, sociedad y cultura. Una sociedad que no tiene conciencia de costos, instituciones cómplices, corrupción y una industria ineficiente y mal llevada.

Siendo de hecho parte del problema pero también de la solución, el supuesto presupone la determinación del estado y sus componentes en la búsqueda del éxito. Al estado le corresponde sincerar precios, imponer el reino de las leyes sin miramientos y entregar alguno de dichos procesos al capital privado. Hace falta concientización, determinación política e institucional.

En conjunto con lo anterior, la solución definitiva al contrabando de extracción y/o la entrega de nuestros recursos a terceros países, no pasa por la simple alza irracional del precio del combustible. El precio de los combustibles debe sincerarse, pero no necesariamente internacionalizarse de facto en la totalidad del país.

Antes de la implementación del alza de precios se debe retomar iniciando particularmente por las dos franjas de estados fronterizos, la gasificación vehicular propuesta a finales de los 90 y rescatada por la revolución en el entorno de 2007, para luego ser abandonada por la debacle interna del gas originada por Ramírez y Del Pino.

El proyecto de conversión requiere de una relativamente pequeña inversión y podría ser ejecutado en el plazo inmediato con apoyo de ciertos elementos que están también al alcance y sobre lo cual ya hemos remitido una propuesta de forma separada. Un gas abundante, cuyo costo es particularmente económico en Venezuela y que acabaría de una buena vez con el contrabando de extracción. Un proyecto viable, sostenible de alto impacto y bajo costo relativo.

Paralelamente a la ejecución consumada de dicha propuesta, se elevaría en dichos estados el precio de los combustibles a niveles internacionales, dejando a la elección del consumidor final el decidir entre el uso de un gas a precio controlado, versus una gasolina a precio internacional.

Dado el avanzado estado de deterioro originado por la elevada accidentalidad, desinversión e ineficiente personal operacional, el segmento aguas abajo debe ser además reinventado. En cuanto a privatizar concierne, la idea seria arrancar un proyecto piloto que pudiera ser luego escalable. Como señalamos en articulo previo [https://www.aporrea.org/energia/a289063.html], los socios deben asegurar simetría en cuanto a la exposición financiera (vital). Deber ser socios influyentes estratégica y militarmente en la orbita regional para poder ser proyectos estables. La ubicación sugerida del piloto seria Puerto La Cruz, por su tamaño, ubicación y complejidad relativa.

Partiendo de la masificación paralela del uso del gas vehicular y la premisa del arranque de El Palito y un suministro estable de unos 20.000 @ 30.000 BPD de gasolinas, se podría proponer un proyecto piloto que deberá ser implementado, escalando en función de distancia el precio del combustible, tal que balancee el costo internacional con los países vecinos; particularmente hacia el colombia y Brasil.

En dicho proyecto piloto, toda la cadena de valor del proceso, tanto en la elaboración como en su distribución debe ser manejada por el mismo grupo privado, quienes a su vez aseguraran al estado, las regalías e impuesto puertas adentro durante el mismo proceso y hasta inclusive en el punto de consumo.

Estratégicamente, PDVSA y el estado deberán conservar el control de lo correspondiente a mid-stream, específicamente en lo que atañe a almacenamiento y transporte (ductos), de manera de poder no solo fiscalizar, sino de asegurar además de lo antes expuesto, los correspondientes gananciales o "fees" por el uso de dichas instalaciones y eslabones de procesos. La contraprestación en pagos y especies añadiría solidez financiera a la industria, al desprenderla de un pesado centro de costos que por ahora no puede asumir, mientras jerarquiza su CAPEX y mientras el país aseguraría una distribución estable del producto e ingresos sustanciales por dichos conceptos.

BONO:

Si el gobierno de Trump no abrió espacio para aprobar un vuelo humanitario que ultimadamente era de su propio beneficio, bajo ningún sentido apoyaría envío alguno de combustible desde su nación; así sea proveniente de bienes Venezolanos usurpados por traficantes políticos e ineficientes representantes oxidados de la "mitocracia" que las han llevado en corto plazo a posición de perdida operativa y financiera respecto a ejercicios anteriores.

Para poder abrir espacio al dialogo en cuanto a las sanciones que pesan sobre Venezuela, el Estado y PDVSA deberán analizar la procedencia-conveniencia legal y estratégica de aplicar cláusulas de fuerza mayor, en los convenios vigentes en aquellas empresas que como Chevron, Eni, Shell y Repsol, poseen raíces en países que apoyan las sanciones y que permanecen asentadas en Venezuela, como medida simétrica en la búsqueda de una negociación concensuada.



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Einstein Millán Arcia

Asesor Petróleo y Gas "Upstream" & RE SME/Estudios de Especialización a nivel de doctorado en flujo de fluido en medios porosos – The University of Oklahoma, 1991 / Master of Science Petroleum Engineering – The University of Oklahoma, 1990 / Ingeniero de Petróleo Universidad de Oriente, 1979. Ha publicado y presentado en diversas revistas y conferencias internacionales más de 12 trabajos especializados en materia de Petróleo y Gas. Ha escrito más de 300 artículos de opinión y sido citado en materia de petróleo y gas en: spglobal.com, aporrea.org, NoticiasVenezuela.org, Plattsblog, Oilpro.com, las armas de coronel, Vanguardia de España, segurosybanca.com, The Slush Pit (Oklahoma Oil & Gas News), Energy Economist, Kaieteur-news & Stabroeknews Guyana, Sputnik-news y Los Ángeles Times.

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