David Paravisini siempre me pareció un político cauteloso. No tiene el perfil del "político" venezolano, que suele echarle mucha mano al embuste y ser como el modelo reverso de Cantinflas. David siendo un político y un técnico en su área, es primero muy observador y cuando propone algo, se viene con calma y de manera bien ponderada. Un "líder" político venezolano tiene entre sus "cualidades", la estridencia, David Paravisini no es de tipo. Vemos de un lado y otro, políticos que son el negativo de Cantinflas.
Hace algún tiempo (cuatro o cinco años), leí un trabajo que Paravisini publicó y luego presentó en el Consejo Legislativo del estado Anzoátegui sobre el contrabando de gasolina. Mostraba David, cómo Venezuela estaba con el concurso de venezolanos de los dos bandos, que se nos está volviendo uno, le estaba dando una mano muy solidaria a la empresa colombiana de petróleo (ECOPETROL). Esta empresa y a través de un sistema que David analizaba, nacionalizaba la gasolina que pasaba de contrabando desde Venezuela y la comercializaba en las estaciones de servicio de ese país. No tengo ahora a la mano los detalles de este trabajo porque eso lo dejé en mi pequeño fundo en la mesa de Guanipa en manos de Chico, que es mi efectivo capataz en ese pequeño fundo. Ahora estoy disfrutando de los hermosos valles que tiene el municipio Gómez en Margarita.
El ajuste que está pendiente es con el contrabando, que ahora parece complicarse, porque apareció uno tipo de contrabando interno. Ese ajuste está pendiente.
David Paravisini es hoy de la idea, de un "ajuste". Argumenta David, según la nota de prensa procesada, que el nombrado ajuste no producirá ninguna consecuencia. "Ya (según la nota), se produjo el impacto inflacionario que ocurre cuando se hace este tipo de aumento". En otras oportunidades, se ha considerado que ese aumento era necesario y si mi memoria no me falla, David Paravisini era de la idea, que en las zonas fronterizas el precio debía ser igual al precio internacional. https://www.aporrea.org/energia/n355592.html
No discuto las razones que podrá tener Paravisini para sugerir este ajuste. Creo que si es justo el ajuste y es el mejor momento, no leí en la nota que círculo, cuáles serían las otras razones para considerar que este momento, es efectivamente el mejor. El momento creo yo, no es oportuno para insistir en un política de "ajuste". La política de "ajuste" tiene como el sentido estirar la arruga y seguir en lo mismo.
Lo que viene pasando hoy con la gasolina muestra que el ajuste ya se está aplicándose y por el precio que hoy se paga por un litro de gasolina, no es precisamente un ajuste. Yo tengo como mes y medio que no uso gasolina. Y decidí, cuando tengo necesidad de llegarme hasta El Cercado o El Maco para visitar a buenos amigos, me monto en mi Chela la Ñeca y salgo de Tacarigüita a recorrer estos pueblos. Hay gasolina para el que pueda pagarla con salvo conducto o sin salvo conducto. El precio internacional está debidamente legalizado en todo el territorio nacional aunque aún no aparece en gaceta.
El momento es oportuno para una POLÍTICA ENERGÉTICA o PETROLERA. PDVSA no produce porque la desmantelaron, pero parece, que el destino de Venezuela está en otras manos y le están sacando provecho a la poca gasolina que existe y no sabemos, si descubierto el negocio de contrabando interno, la situación con los buques que están "reafirmando nuestra soberanía", hará sostenible los dos tipos de contrabando de la gasolina: El interno y el externo. El que que toma las trochas hacia Colombia y el que ya vemos, libremente en las estaciones de servicio en Venezuela o rodando por ahí.
No es un ajuste en el precio de la gasolina lo importante y medular. Son los ajustes que hay urgentemente que producir. Necesitamos entendernos con el orden burocrático. Tal vez no sea nuestra burocracia lo que Weber pensó, pero es con ese orden que tenemos que ser puente. El ajuste a la civilidad. Necesitamos que los gobernadores, alcaldes sean nuestro representantes y que en las estaciones de gasolina estén esos venezolanos que siempre han estado.
Necesitamos que los partidos que gobiernan (gobierno y oposición) dejen de ofrecernos (chantajearnos) una "solución" o un proyecto distinto a lo cívico. El ajuste (grande) de la gasolina ya está en curso y a precio internacional. Ajustar nuestra sistema para darle plena cabida al civismo es lo esencial ahora. Este es el ajuste urgente para evitar que los dos polos nos imponga su modelo de fuerza. Necesitamos que las dos referencia políticas (gobierno y oposición) le den a la oposición soberana y a la izquierda soberana la oportunidad de volvernos democráticamente civiles.