La gasolina también es inflamable

A veces olvidan esa premisa, desestimando el sentimiento y sabiduría del pueblo. Le sucedió a Carlos Andrés que por recomendación de los Chicago Boys, supuso que con el aumento de 0,25 céntimos la gente se quedaría tranquila. Y eso que en aquel tiempo no había escasez, de medicinas, agua, acompañada de apagones y no se mencionaba hiperinflación. Uno lo menos que quiere es que fracasen las medidas impuestas por Maduro en relación a la gasolina, pero los riesgos son muy grandes, unos podrían hablar de valentía y otros de desesperación ante la gravedad de la crisis- El intentar manipular el pensamiento de los ciudadanos no es fácil al justificar el aumento a 50 centavos de dólar, aproximadamente cien bolívares al cambio, comparando con los 67 centavos de Colombia, cuando el salario en ese país casi llega a los 240 dólares mientras en Venezuela está en 4 dólares mensuales.

Quién garantiza que los vehículos de transporte y carga de pasajeros no seguirán con la recarga y bachaqueo de combustible. En este paño de agua tibia se juega a la aventura que poco a poco se va a convencer a los transportistas que al dejar de suministrarle gratis la gasolina, el aumento del pasaje y flete será mínimo, por aquello de haber sido Maduro colega de los trabajadores del volante. Además por agradecimiento de los días del suministro gratis. Fantasías muy lejanas de la realidad que implica los altos precios de repuestos, cauchos y otros accesorios. Sin olvidar los alimentos de primera necesidad

Según los expertos Irán no está en capacidad de seguir exportando gasolina, ya que su producción da solamente para el consumo interno, de tal manera que les será muy difícil volver a enviar combustible a Venezuela. De allí que la continuidad del suministro sin estar funcionando las refinerías, significa una aseveración que puede desencadenar una rabia generalizada ante el engaño y la falta de palabra de los gobernantes-

Esa política de ir enfrentando los problemas con soluciones parciales puede agotarse en el momento menos indicado, especialmente si no se habla claro, se corren riesgos peligrosos cuando se afirma la existencia de 23 mil camas para enfrentar el coronavirus, pero no se dicen cuántas de ellas están dotadas con terapia intensiva. Llega un momento que la propaganda necesita apoyarse en hechos reales, el caso de las cajas o bolsas Clap dejan mal parado al gobierno nacional, dicen que vendrán cada tres meses y no es así. Como si fuera poco anuncian la entrega en un determinado sector de cinco mil familias, dando solamente en cincuenta casas.

Lo del suministro subsidiado, todavía no se sabe a ciencia cierta si es obligatorio poseer el carnet de la Patria, de acuerdo al ministro Tareck no hace falta, ordenando que todo aquel que llegue hay que suministrarle. Realmente como se nota el desconocimiento de este funcionario del trato de la mayoría de los guardias nacionales al frente de las bombas, los educados y conscientes hay que buscarlos con lupa. Esperemos a ver que pasa a partir de este lunes, ojala todo sea un éxito.



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Claudio Schiveci

Exdirigente juvenil en el Liceo Cajigal de Barcelona, Cofundador de la revista Horizonte, redactor de la revista cultural Candilejas. Columnista en los diarios El Metropolitano, La Nueva Prensa de Oriente y Diario Impacto en Anzoátegui.

 claudioschiveci@gmail.com

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