El pasado domingo 16 de agosto, el presidente nacional de la Alianza del Lápiz y presidente ejecutivo de la Fundación Arturo Uslar Pietri (FAUP), Antonio Ecarri alertó que el pasado 12 de agosto la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) dejó de certificar a Venezuela como país petrolero, tras avalar que la producción de crudo nacional se ubica en menos de trescientos noventa mil barriles diarios.
En virtud de esto, Ecarri, afirmaba que "este hecho, que pasa desapercibido en medio de la catástrofe en que se ha convertido Venezuela entera, deja una huella imborrable y marca el inicio de una nueva etapa: La Venezuela post-petrolera. Esto tiene graves consecuencias sobre nuestro destino de corto plazo y nos deja claro el panorama de lo que viene: Se acabó el Estado benefactor y populista" (https://soynuevaprensadigital.com/npd/ecarri-la-opep-ha-dejado-de-certificar-a-venezuela-como-pais-petrolero/ )
Al respecto, debo señalar que en este país muchos economistas, políticos y opinadores de oficios a quienes los medios de comunicación y algunas instituciones de manera irresponsables le adjudican el estatus o condición de expertos petroleros, tienen la costumbre de opinar sobre temas sin conocer mucho de los mismos. Y uno de estos es Antonio Ecarri, quien ha venido reiterando que la "OPEP dejó de certificar a Venezuela como país petrolero" (Sic).
Sobre la situación de Venezuela en la OPEP y, más precisamente, sobre la estadía de un país miembro en la OPEP, deseo recordar que Indonesia, país asiático que estuvo presente en la Organización desde 1962 hasta el año 2008, salió de la OPEP producto del agotamiento de sus reservas de petróleo y al dejar de ser un país exportador neto de petróleo para convertirse en un país, si se quiere, importador. Aun así, existía la posibilidad de regresar a la OPEP si lograba aumentar sus reservas y además su producción. De hecho, después de siete años de ausencia, en septiembre de 2015 la OPEP readmitió a Indonesia como país miembro. Sin embargo, fue en la 167° Reunión Ministerial de la OPEP, celebrada el 04 de diciembre de ese mismo año 2015, en Viena, cuando se formalizó su reingreso y estuvo presente su ministro de Energía y Recursos Minerales, Sudirman Said.
De manera que -Indonesia abandonó a la OPEP a principios de 2009, cuando los precios del petróleo alcanzaron una caída histórica- y el aumento de la demanda interna de ese país, sumado a la merma de sus reservas petroleras y la caída de la producción, lo convirtió, como ya indiqué, en un importador neto de petróleo.
Por cierto, como consecuencia de sus últimas reuniones del año 2008, la OPEP logró para enero de 2009 un acuerdo de reducción de 4,2 millones de barriles por día. Siendo éste el mayor recorte de toda su historia hasta ese momento. La última reunión de 2008 se celebró el 17 de diciembre de ese mismo año en Orán, Argelia; allí se acordó una reducción de 2.2 millones de barriles que formó parte de los 4,2 millones de barriles por día que entró en vigencia a partir del 1 de enero de 2009. Desde luego, éste es otro tema, pero igual asociado a la caída de los precios y los esfuerzos de la OPEP por lograr contribuir en la recuperación de los precios. Vale hacer mención que este recorte histórico de 4,2 millones de barriles por día se mantuvo con efectividad hasta diciembre del año 2011.
En suma, lo que deseo destacar respecto a Venezuela es que, si bien el país ha disminuido significativamente su producción, sus reservas petrolíferas no han mermado o agotado, tal como ocurrió con Indonesia, tampoco se ha convertido en un importado de petróleo dejando de ser o perdiendo el estatus de país exportador neto.
A propósito, el 12 de agosto la OPEP publicó su Monthly Oil Market Report en el cual se puede observar que la producción venezolana -según información suministrada por las fuentes secundarias- pasó de 336 mil barriles por día en junio a 339 mil barriles por día en julio (véase página 50 de este Reporte), lo cual supone un incremento de apenas 3 mil barriles por día, es decir, un incremento muy bajo, de apenas 0,89%; mientras que, en la información que proporciona directamente el Ministerio de Petróleo de Venezuela a la OPEP (véase página 51) la producción disminuyó en julio con respecto al mes anterior, toda vez que pasó en junio de 393 mil barriles por día a 392 mil barriles diarios, en efecto, tan sólo cayó 1.000 barriles por día, lo cual representa una caída de 0,25%.
En cuanto a las exportaciones petroleras venezolanas, de acuerdo con Refinitiv Eikon, el pasado mes de julio el país exportó alrededor de 388 mil barriles diarios de crudo y combustible.
Cada vez se descubre que hay unas cuantas personas que, a través de la televisión y otros medios, son "calificadas" de "grandes expertos petroleros", sin embargo, sus afirmaciones no tienen fundamentos. Es parte de la cultura política venezolana, y esto ocurre tanto en la dirigencia de la oposición como en la dirigencia del gobierno. Ecarri parece desconocer la historia y todos estos aspectos de la OPEP.
Por otra parte, deseo comentar que el próximo 14 de septiembre se cumplirán 60 años de la OPEP; asimismo, el pasado 19 de junio se cumplieron 100 años del nacimiento de nuestra legislación petrolera con la aprobación de la primera Ley de Hidrocarburos, aprobada por el Congreso Nacional en el año 1920, y cuya redacción estuvo bajo la dirección del médico falconiano Gumersindo Torres quien se desempeñaba entonces como ministro de Fomento, responsable en el ramo de los hidrocarburos. Ante estos hechos tan importantes, abrigo la esperanza de que se pueda abrir un gran debate que atienda a tales temas, los cuales deberían plantearse como una necesidad de estudio y conocimiento en la actualidad, por cuanto resultan de vital importancia para nuestra sociedad.
El petróleo es, y todo apunta que, continuará siendo determinante en nuestra economía y, en líneas generales en nuestro devenir histórico y político, por lo menos, durante las próximas cuatro décadas. En resumen, el petróleo es la llave de la civilización industrial y, hasta ahora, no ha sido sustituido por otras fuentes de energías. Tampoco, se ha logrado la diversificación de la economía venezolana por lo que el signo de economía petrolera sigue y continuará siendo eminente. En concreto no somos una sociedad pospetrolera.
* Eleazar Mujica Sánchez es Sociólogo Summa Cum laude (UCV). Especialista en Política y Comercio Petrolero Internacional. Doctor en Ciencias Sociales. Profesor de Economía Política. Jefe del Departamento de Análisis Económico, Político y de la Planificación. Escuela de Sociología- FaCES-UCV. Profesor del Posgrado en Economía y Administración de los Hidrocarburos. (UCV).
Autor, entre otros, del libro: Los retos de la OPEP en el siglo XXI. -Un análisis al calor de la política petrolera venezolana. (Deposito Legal If60720053003710. ISBN 980-12--1572-0). (2006) y, La OPEP en el mercado petrolero internacional (1999-2010).