Emerge el petróleo, brota de la tierra disparado hacia los cielos zulianos; al alcanzar la altura máxima determinada por la fuerza de la expansión, baja por la fuerza de gravedad, cual lluvia inundando la tierra. Parte la historia en un antes y un después de su emergencia. Tras su aparición el imperialismo estadounidense se consolida en su expansión en tierras americanas. La vida de estos pueblos ya no será la misma, petróleo e imperialismo serán la estigma de su devenir, advenimiento de la modernidad trasformando el pasado.
La configuración del ser venezolano tiene que ver con el hecho del petróleo; elemento que envuelve toda su historia, tanto político-social, como antropológica. Es factor determinante, ineludible, cuando se pretende abordar una lectura de lo que somos, desde la perspectiva de la Genealogía del Ser Americano.
El petróleo se incorpora, como fenómeno que impacta la cultura, a lo que hemos denominado la tríada de la identidad americana; es decir, lo negro, lo blanco y lo indio. Como elemento antropológico de una nueva formación humana que se genera en este continente. Lectura que hacemos desde la perspectiva literaria concebida como « fuente documental» de la realidad histórico-social-humana. Perspectiva ésta que nos lleva a la cuestión de la «petronarrativa» como otras fuente para la reflexión en torno al Ser Americano; dado el impacto del petróleo en los pueblos sudamericanos, con su correspondiente especificidad.
En el caso venezolano, desde un enfoque estrictamente literario, algunos críticos plantean que no hay en Venezuela « novela del petróleo»; a pesar de existir variedad de novelas donde aparece la temática. « Novela del petróleo» entendida como: « El conjunto de una narrativa que engarza su contenido en una realidad específica petrolera abordando estructuralmente sus contenidos que le definen el rasgo general y univoco de novela denominada del petróleo»
La aplicación del concepto «novela del petróleo» atañe directamente a la literatura y sus críticos. Para nuestro caso no tiene el valor que adquiere para la literatura, dado que nos servimos de narraciones literarias, como fuente de documentación para la reflexión del Ser Americano; por supuesto que si las fuentes (novelas) reúnen todas las exigencias conceptuales literarias, pues la documentación sería más elaborada y tal vez técnicamente mejor construida y estéticamente más bella; pero tal vez más alejada de la realidad dada su sofisticación. La realidad literaria no la encontramos "químicamente pura", si no dejaría de ser narrativa.
Tenemos pues que más que la formulación en cada uno de sus corrientes, estilos y ámbitos, como en su estructura narrativa que la define en tanto que novela, abordamos la literatura como expresión de momentos y hechos históricos, lecturas con sus respectivos enfoques, mundos colectivos e individuales, cerrados y abiertos, en sus perspectivas narrativas, que tienen que ver con la realidad del hombre y que se expresa a través de la literatura.
La novela del petróleo o narrativa del petróleo, para decirlo en un sentido más amplio, la iniciaremos a partir del caso venezolano; con el desarrollo de esta temática iremos incorporando otras realidades sudamericanas pertenecientes al ámbito de la «petronarrativa».
El estallido petrolero del Barroso II, que se produce en la Costa Oriental del Lago de Maracaibo, ocurre en 1922. La incursión de las compañías norteamericanas y europeas estaba ya presentes desde finales del siglo XIX. La Caribbean Oil ya había perforado el primer pozo de Mene Grande en 1914; es decir, 8 años antes que estallara el Barroso II. El proceso de explotación ya estaba en marcha, así como los acuerdos entre los EE.UU. y la dictadura de J. V. Gómez.
Vientos de cambios soplan sobre el país al llegar el año 1935. Tres hechos marcaran la historia del pueblo venezolano: la muerte de Gómez; la huelga petrolera de 1936 y la aparición de la primera novela del petróleo, que a juicio de los críticos así la definieron; escrita por el venezolano Ramón Días Sánchez (1903-1968) Tres hechos que en entregas próximas, entre otras notas, abordaremos.
Con el reconocimiento por parte de los críticos de Mene, como primera novela del petróleo, surge un antes y un después en términos de las narrativas venezolanas del petróleo. Tomaremos esa periodización como esquema de trabajo y nos centraremos en el primer período hasta llegar a Mene.
Entre las obras que se escribieron antes de Mene en el año 1935, registramos algunas de ellas a modo de panorámica que nos permita una visión general de los años de su publicación, autores y temática que abordan:
Lilia (1909), de Ramón Días Ayala. En ella se platea las primeras menciones a la riqueza petrolera venezolana. Para 1912 aparece Elvia del autor Daniel Rojas. Allí se denuncia al imperialismo norteamericano como depredador petrolero. Para 1918 José Rafael Pocaterra escribe "Tierra del sol amada", donde el autor equipara el nuevo conquistador Yanqui con los conquistadores españoles. Para 1931 Rufino Blanco Fombona escribe "La bella y la fiera", donde el autor pone de manifiesto el fenómeno político a través de la dictadura-imperialismo como expresión de la realidad política venezolana, Ese mismo año aparece en la narrativa el fenómeno de la inmigración venezolana hacia los campos petroleros, Cubagua es la obra que lo muestra y su autor Enrique Bernardo Muñoz. También Mariano Picón Salas ese mismo año publica "Odisea de tierra firme", donde se denuncia la entrega del país a los Yankis. Para 1934 Miguel Toro Ramírez publica "El señor Ravel" donde se narra las trampas de los negocios y la entrega del petróleo. Una novela de carácter especial aparece en 1935escrita por el César Uribe Piedrahita, es la primera novela petrolera propiamente dicha: toda su trama y su ambientación pertenecen a la vida en los campos petroleros de Zulia y Falcón, a partir de vivencias del novelista un autor colombiano que vivió ese año en Venezuela "Mancha de aceite"
El petróleo como hecho, como realidad presente, cubre y transforma todo el ámbito político-cultural, antropológico de la sociedad donde está presente. La literatura registra esta mutación vivida por los pueblos petroleros, más allá de los conceptos literarios, de lo que incluye o excluye como literatura, La narración da cuenta de manera particular del fenómeno social-humano que se produce en los pueblos con la presencia del hecho petrolero. Así pues, el petróleo como tema que impacta al hombre y lo social será abordado en nuestra reflexión en el marco de la Genealogía del Ser Americano.