Crítica Ácida

Apagones reiterados inútil persistencia mal disimulada

Marchamos a otra elección de las tantas en Venezuela, desde que fue ungido Presidente electo con mayoría sobresaliente Hugo Rafael Chávez Frías, politiqueros desestabilizadores retornan a formar desasosiego en la nación con apagones. La sindicalocracia "delitos organizados S A", algunos identificados y bien presos, confía en el descuido por desinformación, que singulariza al colectivo venezolano por lo general poco averiguador sobre política, engañado por prensa endógena y exógena en manos particulares.

Nacional e internacionalmente deforman las realidades de la actualidad venezolana, y sin hacer alusión o describir el origen y propósito de la situación, la estupidez malsana ni intenta agregar intelecto a sus tesis, propugnando nuevos cortes de electricidad al anunciarse la realización de elecciones, conscientes que se mide si la revolución bolivariana chavista socialista, tiene o no el favor del pueblo. Apagones hechos por bandidos entregados al capital internacional y la bota yanqui.

No me alarman, si lamento no haya forma de que entienda el colectivo poco avisado, que los apagones meses antes de elecciones, y la sin razón lograda con hiperinflación, o precios dolarizados intencionalmente dirigidos a pulverizarnos los ingresos, forman parte estratégica del antisocialismo mundial, que no le perdona a Venezuela y países con independencia económica, gobernarse con criterio soberano sin depender del capital internacional o nacional, explotador y mercantilista.

La esperanza es que la moral venza a los apátridas de la explotación del hombre por el hombre, los precios exagerados provocan pérdidas al entrar en competencia desleal o cuantitativa ventas de frutas, verduras y hortalizas múltiples por cuadra de lado y lado, lo que al principio entusiasma y a pocas semanas o meses, andan "pariendo" o cierran. Obsérvelos a los desentusiasmados que viven amargados, culpando al COMUNISMO-CHAVISMO-MADURISMO-SOCIALISMO, y no a la torpeza conceptual de oposición enloquecida.

Entérese de ejemplos como el de la CANTV donde contrarrevolucionarios han hecho de las suyas, les agrada cobrar sueldos, bonos y aumentos extra, y debieron ser retirados de sus cargos por cobrar ilegalmente a los usuarios, enturbiando las funciones telefónicas. Lástima no dan nombres y apellidos, se les avergonzaría ante familiares y extraños y aprenderían a no hacerlo jamás. Acabaríamos la perversa costumbre heredada en la administración pública corrupta.



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Luis Sánchez Ibarra


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