Han pasado ya cerca de 3 meses desde aquel viernes 19 de Febrero de 2021, en el que el ministro de petróleo T. Aissami juró a N. Maduro, entregar una producción a finales de 2021 de un millón y medio de barriles día, además de una producción de gas de 6.000 millones de pie cúbicos por día (MMPCD) [https://soynuevaprensadigital.com/npd/el-aissami-promete-revertir-crisis-petrolera-con-produccion-de-15-millones-de-barriles-diarios/].
En cuestión de pocos meses Tareck ha presentado dos versiones de un mismo plan de producción. El primero, cuando apenas se sentaba al frente del MENPET [https://www.infobae.com/america/agencias/2020/10/22/venezolana-pdvsa-estima-un-precio-de-exportacion-del-petroleo-de-35-dolares-por-barril-en-2021/], donde prometía 1.800.000 (en realidad 1.829.000) BPD para 2021, y el segundo en Febrero’2021 por 1.508.000 BPD, para el cierre del mismo año.
Pero la huella dejada por la gestión de Aissami y Asdrúbal refleja lo contrario; refleja mentiras, fracaso y destrucción. Desde la instalación de la comisión presidencial en Febrero’2020 hasta Marzo’2021, se han dejado de producir 287.000 BPD de crudo y 1,000 a 1,150 millones de pie cúbicos por día de gas (MMPCD). La mal praxis operativa se ha multiplicado con cada vez mayor numero de derrames, accidentes y ilícitos ambientales. Se han destruido instalaciones medulares que luego han intentado encubrir con falsas teorías de conspiración. Tal es el caso del misil de Amuay y el gasoducto del Tejero-PIGAP, aparte de un sinnúmero de otros procesos en distintas refinerías y estaciones de flujo. Los campos y campamentos se han abandonado a la merced de los cuatreros y ladrones, que han desmantelado y robado valiosos activos de PDVSA.
Mientras Venezuela tiene un ministro de petróleo que titubea incluso al leer, que no comprende el lenguaje y las implicaciones de lo que esta leyendo y que no abre la boca durante las reuniones de la OPEP para hacer planteamientos de fondo, el presidente de PDVSA no aparece, y cuando aparece se muestra evasivo, sudoroso, e inseguro. Este dúo en una eventual representación de Venezuela ante la OPEP (inviable), en un careo con la prensa internacional, resultaría en una verdadera vergüenza para el país. Tristemente nadie sabe quien dirige PDVSA, aunque todo el mundo sospecha que no es Asdrúbal.
MENTIRAS Y MANIPULACION:
En cuanto a producción, para el cierre de Marzo’2021 PDVSA produjo 578.000 BPD según fuentes OPEP directas. Para el cierre de Abril, se espera un desplome en dichas cifras hacia 549/521 MBD OPEP directo/secundario.
De confirmarse dichas cifras, la brecha entre el volumen real producido versus el requerido para lograr la meta de 1.508.000 BPD al cierre de 2021, se abultaría hacia los 291.000 BPD para el mes de Mayo, tornándola prácticamente inalcanzable.
Preocupa que desde hace unos días desde el Penthouse de la campiña, se repite la misma estratagema que fue antes utilizada durante 2017 [https://www.elnacional.com/economia/pdvsa-desvia-produccion-socios-para-alimentar-las-refinerias_212599/], para justificar un evidente desplome en la producción, al asegurar que [https://www.elnacional.com/economia/ante-mayor-refinacion-para-combustibles-escasean-diluyentes-para-el-petroleo-de-exportacion-en-pdvsa/] "ante la escasez de combustibles en el país, se estaría utilizando cada vez más de su limitada producción de crudos medianos y livianos para refinación" y en consecuencia, debido a la escasez de diluente, la producción podría ceder, cuando la realidad es otra.
Del volumen total de Marzo, unos 348.000 BPD fueron de pesado extrapesado (X/Xp), cerca de 94.000 BPD de Livianos (L) y alrededor de 136.000 BPD de medianos (M), con lo cual la producción nación de liviano mediano rondaría los 230.000 BPD.
Tradicionalmente la mezcla de segregaciones de nuestras refinerías ha estado compuesta por una suite de segregaciones de Liviano/mediano/Pesado-extrapesado (L/M/X-Xp). La composición de la dieta de dichas segregaciones a refinerías, ha venido sufriendo cambios notorios a partir de 2002, cuando pasó de un 40/40/20 L/M/X-Xp pre-sabotaje, a 25/55/20 entre 2002-2007 y luego hacia un 15/50/35 a partir de entonces. Dichos cambios han incidido adversamente en el la calidad (yield) y rendimiento (performance) de los procesos.
Hasta el momento no existe prueba alguna de que en efecto, alguna de nuestras refinerías esté operando de manera sostenible y realmente produciendo refinados ajustado a estándar alguno de calidad.
Fuentes no oficiales afirman que Cardón estaría procesando unos 60.000 BPD de gasolinas; es decir al 70% de su capacidad nominal, lo cual es poco probable ya que no ha sido cierto desde 2011-2012 cuando había recursos y disponibilidad de talento. En el caso de PLC, igualmente aseguran que la producción seria de 15.000 BPD; es decir un 100% de su capacidad, lo cual es aun menos probable dado el incipiente estado de su infraestructura desde tiempos de Ramírez-Del Pino. El Palito, aun permanece sin producir. En todos los casos, la producción de refinados ha sido inestable, costosa, interrumpida, ineficiente y altamente riesgosa.
A la tasa de producción de cierre de Marzo; según calculo fraccional, se requerirían alrededor de 95.000 @ 100.000 BPD de diluyente de 35 API, para producir la mezcla Merey-16 de esos 348.000 BPD de crudos X/Xp, lo cual podría satisfacerse proporcionalmente con la producción actual de L/M, restando suficiente volumen remanente para procesos.
Pareciera en consecuencia que; o es falso el volumen de producción, o es falsa la cifra de refinación que Tareck y Asdrúbal pretenden mostrar, ya que ambas afirmaciones apuntan a ser mutuamente excluyentes.
Hasta el momento, la espuria e inconsulta ley antibloqueo no ha despertado el interés tangible, de ninguna empresa transnacional reconocida. No se han reflejado aun en actividad de campo, los resultados de la eventual actividad de socios/inversionistas minoritarios y por el contrario, la catástrofe de PDVSA se arrecia.
La pregunta que debe hacerse el Venezolano es; porque la asamblea nacional y demás instituciones del estado, no han interpelado al ministro y al presidente de PDVSA, para que públicamente expliquen la situación al país y además, debatan abiertamente con verdaderos conocedores en materia petrolera y gasífera para dejar claro ante el país de que están hechos.