Devorando petróleo

Todo en una historia sencilla; Venezuela extraía y Norteamérica comercializaba. Para 1964 lo devorado al subsuelo venezolano superó 124.000.000.000 millones de bolívares. En ese momento un dólar estadounidense equivalía 4.40 Bolívares en la moneda venezolana.

Al convertir esa inmensa cantidad de bolívares daba más de 28.181.818.181 dólares. Más de ciento veintiocho mil millones de dólares. En un análisis económico sencillo es algo impresionante.

Todo saqueado por las transnacionales. Pero esa ha sido la realidad sobre todas las naciones productoras. "Un modelo", estancados en el subdesarrollo, importar y mediatizar junto al capital extranjero. Es como agonizar frente a diversas contradicciones.

El caso del petróleo sin introducir al gas fue desaprovechado bajo su espíritu ingenieril hacia el Estado, más su oro, hierro y otros valiosos minerales. De haber hecho lo contrario tuviéramos otras facilidades en interpretaciones propias y sintiéramos la influencia occidental de manera menos crítica.

Pero no es la energía la querellante de este siglo, pero tampoco de los anteriores, si es la confederación de un pensamiento diferente, sin impuestos, grandes, venimos de un suelo húmedo, rico, para cambiar su circunferencia habitual.

No hemos evadido al menos un dolor en nuestras historias. Pero tampoco somos una idea para hacerla internacional pues eso no interesa, no nos imponemos, nosotros somos el Sur geopolítico de la energía.

Sin instrucciones ni votos en nulo, menos la condenación de medidas flotantes las cuales no caen porque su aire vaya contra todos los momentos de imponerse. Tampoco somos el SOS de otras ideas, pero sí somos los pabellones donde han salido centenares de libros. Somos eso ideas en letras. Esa debe ser la energía.

Junto al tranvía que cruza el Atlántico y el Pacifico hasta la vuelta de Magallanes somos el centímetro invertido en un continente de centellas escritas, tampoco somos el frugal de los quince millones de 1810.

Nuestro capital está soñado en ideas, solos por décadas, pero seres de ideas. Sin temer al cuentagotas nuestra América tampoco es un negocio. Menos un comercio. Nosotros estamos en lo más parecido a un camuflaje del subsuelo en alimentos capaz de salvar a sus descendientes.

Hasta más pronto…

Miguel A. Jaimes N.

venezuela01@gmail.com

https://www.geopoliticapetrolera.com

Noviembre 25 del 2024



Esta nota ha sido leída aproximadamente 330 veces.



Miguel Jaimes Niño

Politólogo. Magister scientiae en ciencias políticas. Doctor en ciencias gerenciales. Posdoctor ontoepistemología en geopolítica de las energías. Cursando doctorado en letras. Cursando Posdoctorado en literatura del petróleo en Venezuela. Libros: El oculto poder petrolero, apertura petrolera, poder de PDVSA vs. poder del estado. Petrocaribe la geogerencia petrolera. Primera edición. Petrocaribe la geogerencia petrolera. Segunda edición. Director del diplomado internacional en geopolítica del petróleo, gas, petroquímica y energías – Venezuela. Director de la web https://www.geopoliticapetrolera.com

 venezuela01@gmail.com      @migueljaimes2

Visite el perfil de Miguel Jaimes Niño para ver el listado de todos sus artículos en Aporrea.


Noticias Recientes:

Comparte en las redes sociales


Síguenos en Facebook y Twitter



Miguel Jaimes Niño

Miguel Jaimes Niño

Más artículos de este autor