Trascendencia de las Empresas Mixtas

Un grupo de venezolanos nos hemos dedicado al análisis de estas curiosas compañías anónimas (Empresas Mixtas) las cuales se apropian privadamente de nuestro Subsuelo petrolero, en crasa contravención al articulado correspondiente recogido desde hace cientos de años en nuestras constituciones. La curiosidad se explica porque reiteradamente el Gobierno Nacional conceptúa estas empresas como expresión de plena Soberanía Nacional y de verdadera nacionalización de nuestro recurso natural más importante, cuando que se trata de todo lo contrario.

Eudes Vera, ex Candidato Presidencial, introdujo como parte fundamental de su Programa de Gobierno la revisión de Petróleos de Venezuela, S. A. (Pdvsa), en el sentido de que esta compañía accionaria podría cambiar su actual configuración jurídica y convertirse en una paraempresa estatal dependiente del Ministerio de Petróleo.

Hecha esa conversión estructural y jurídica, *Petróleos de Venezuela* (a secas), deslastrada de todo criterio civicomercantil privado, asumiría un carácter meramente público, presentaría anualmente, a través del ministerio correspondiente, un Anteproyecto de Gastos (costos operacionales más inversiones de ampliación o/y reposición) al que la Asamblea Nacional le daría el correspondiente curso como parte intrínseca del Presupuesto General de Ingresos y Gastos, y consecuencialmente PDV enteraría al Banco Central de Venezuela todas las divisas que recibiera por concepto de todas sus operaciones petroleras, donde estarían a la disposición del Fisco Nacional, con arreglo a las necesidades financieras y monetarias de cada año fiscal.

Esa restructuración acabaría con la engañifa de las regalías e impuestos a las que Pdvsa indebidamente reduce la participación de los venezolanos en un recurso que le pertenece 100%. Cálculos numéricos ya practicados nos indican que Pdvsa, su Junta Directiva y el paquete de privilegiados contratistas nacionales y extranjeros escamotean alrededor de 70% de los dólares que con propiedad nos pertenecen a todos.

Como sabemos, la estructura civicomercantil de Pdvsa la ha convertido en un supraestado paralelo al Estado venezolano, con su propio presupuesto libre de cualquier auditoría por parte del pueblo, y que actúa a sus anchas como simple empresario privado, como un contribuyente y contratista más, aunque de alto giro económico.

Como si toda esa irregularidad constitucional fuera poco, las Empresas Mixtas vienen a perfeccionarla. Porque además de que Pdvsa exhibe todos los vicios y *bondades* de las compañías privadas mercantiles, ahora toma ese carácter con mayor amplitud y fuerza de ley. Ahora, Pdvsa es doblemente una compañía privada, algo como decir doblemente antipública, como Pdvsa y como consocia accionaria en todas y cada una de las EM que está constituyendo, y sin que para nada el pueblo tenga voz ni voto en dichas compañías mixtas, máxime con una Asamblea Nacional hoy por hoy completamente desvirtuada de su esencia legislativa y de su carácter autónoma como supuesto Poder Independiente.

No hemos aprobado estas asociaciones mixtas porque se dedican a los procesos de extracción de crudo, una actividad constitucionalmente intransferible, pero su transcendencia consiste en reforzar el carácter de empresa privada de la Pdvsa que se constituyó durante los tiempos de aquella caricatura de nacionalización petrolera de los años 70.


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Manuel C. Martínez M.


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