Con fecha de 03 de Agosto de 2007, a raíz de una serie de denuncia por parte de los francotiradores de la derecha, hacíamos una serie de reflexiones en torno a PDVSA y su importancia estratégica, intentamos en aquella publicación de Aporrea, colocar en su justa dimensión el papel de la industria petrolera venezolana en la construcción del socialismo. Hoy, la realidad sigue siendo la misma, los ataques de la Exxon y la onda producida en sectores lacayos del país demuestra la continuidad de una agresión contra uno de los principales objetivos estratégicos del pentágono. No debe extrañarnos la virulencia de estos sectores, jamás perdonarán que PDVSA sea del pueblo y contribuya a la construcción de un modelo socialista con rostro propio, "allí está el detalle" como decía Cantinflas. Por otra parte, en la acera de lo positivo, observamos el sentimiento de solidaridad de los más humildes con su empresa, la sienten suya, no ven el asunto como "un problema de ricos", algo muy común anteriormente, el pueblo observa y asume la confrontación como lo que es: una agresión más del imperio contra nosotros. Por primera vez en la historia del país sentimos que PDVSA es pueblo. En este orden de ideas nos interesa recordar esas reflexiones de hace algunos meses, también nos permitirá recordar que el imperio no descansa en su plan de derrumbarnos veamos:
"La derecha no se va a quedar tranquila ante lo que ocurre en PDVSA; no se trata de la simple soberanía de una empresa petrolera, se trata de la soberanía de la empresa petrolera corazón de un proceso revolucionario y socialista, con un enfoque alejado totalmente de la ortodoxia que ha caracterizado otros procesos en el mundo. Se trata nada más y nada menos que de una de las principales empresas del mundo al servicio de un proceso de transformación socialista. Una situación de este tipo no puede pasar desapercibida para el imperialismo y la derecha mundial quien intentará aprovechar cualquier rendija para hacer mella en esta poderosa arma del pueblo venezolano".
Más adelante reflexionábamos sobre los ataques contra el ministro Ramírez de la siguiente forma:
"A pesar de las críticas, la PDVSA de la era Ramírez, es lo más cercano a lo que se concibe en un proyecto de liberación nacional, el acercamiento al pueblo, el financiamiento de toda una deuda social que lentamente pero con paso seguro le ha permitido al presidente acelerar la marcha en la cancelación de la inmensa deuda con los pobres de Venezuela; asimismo el músculo económico de la estatal petrolera nos permite ir mucho más allá de nuestras fronteras y desempeñar un papel determinante en lo que es la conformación del ALBA, la consolidación y el desarrollo de este proyecto de unión de los pueblos latinoamericanos. En fin, podemos decir que PDVSA es algo así como "la joya de la corona" del proyecto socialista venezolano. Además representa esta empresa la dignidad y el valor del pueblo venezolano al sobrevivir al paro petrolero más criminal que haya visto la humanidad, no obstante, la empresa se recuperó y hoy más que nunca es determinante en el fortalecimiento del plan de desarrollo nacional".
A esto hoy le podemos agregar todo lo que está haciendo PDVSA por la seguridad alimentaria, lucha contra la pobreza y la exclusión y sabemos que a la derecha esto le da urticaria. Seguimos con las reflexiones de agosto pasado:
"Al ministro Ramírez nadie le puede quitar el mérito que el propio pueblo le ha dado en el sentido de trasmitir en cada una de sus intervenciones la convicción de ser un revolucionario a carta cabal, no tenemos duda al respecto. Las circunstancias le colocan hoy en el "ojo del huracán". Este pueblo que le reconoce a usted el mérito de desmitificar de complicadísimos tecnicismos el asunto petrolero y llevarlo en un lenguaje llano al pueblo llano, sin parafernalia, sin más que "al pan pan y al vino vino"; el mismo que acercó, para dolor de muchos, a la todopoderosa empresa petrolera a ese pueblo que hoy asume a PDVSA como algo tangible que está en el barrio o bien a través de un CDI, un Consejo Comunal o cualquier otro programa, tiene usted hoy, como timonel de este barco una inmensa responsabilidad. Demostrar que ese barco irá a puerto seguro. Sabemos que el gran capitán Chávez le ha dado un voto de confianza cada vez que se mueven los poderosos sectores internos para intentar defenestrarlo".
Es necesario hoy más que nunca reafirmar el papel no solo de Ramírez, sino de todo un equipo y fundamentalmente al líder Hugo Chávez, pero es importante que hagamos un reconocimiento muy particular al ministro. El pueblo debe valorar algo muy necesario en todo proceso revolucionario y es la humildad, en eso Ramírez es un campeón, estar dentro del monstruo del capitalismo mundial, el negocio petrolero y mantenerse firme en las convicciones revolucionarias, leal a un pueblo, no es tarea fácil, además, asumirlo con humildad, con sencillez, más difícil aún la cosa. En esta hora en donde el imperio con todo su poder mediático mundial se abalanza sobre Venezuela y su industria petrolera, la unidad y la cohesión del pueblo es clave, por eso en todas las actividades debemos estar presentes; en nuestros barrios, urbanizaciones y campos el tema PDVSA y el petróleo debe ser nuestro "pan de cada día", es nuestra arma poderosa para erradicar la pobreza y la exclusión, ¿Como le vamos a dejar este tema solo a los "expertos"? Nuestra vida cotidiana está llena de petróleo, nosotros nos levantamos de la cama y salimos a la calle con un pedazo de petróleo bajo el brazo entonces ¿Porque soslayar el tema? Esa es la visión capitalista, "el petróleo es para expertos, tema para expertos", claro no le permitían al pueblo enterarse de este negocio porque nos estaban robando y que mejor manera de abordar el tema como lo hace Ramírez. Hay que darle las gracias al presidente Chávez por haber tenido el tino necesario de mantener al frente de nuestro buque insignia a un extraordinario capitán, adelante que este pueblo bolivariano y socialista no permitirá que los "deseos" del imperio se hagan realidad.
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