Mucho más que una crisis eléctrica

Al calor de los apagones de Buenos Aires días atrás, a una vecina se le escapó esta frase reveladora en la TV: “Tanta tecnología y somos más vulnerables”. Varios contenidos posibles en pocas palabras. Valen para el Katrina que devastó New Orleans, las tormentas que destrozaron Cuba, las inundaciones de Areco y Machu-Pichu y la infinita sequía que ha puesto a Venezuela al borde del colapso eléctrico.

Guiados por informes de la Cruz Roja Internacional y de algunas empresas de Seguros, sabemos que en la última década hubo 184 siniestros y desastres en 14 países de América latina y el Caribe. La mayoría con graves efectos sobre los sistemas eléctricos de esos países. Al ser una muestra limitada a los daños atendidos por ambas entidades, ampliamos la búsqueda a diarios locales de 10 países, que a veces, para algunas cosas, son “la primera versión de la historia”.

El resultado es sorprendente. Se registran más de 1062 “apagones masivos” que tuvieron la suerte de ser considerados “noticia”; o sea, podrían ser más.

En 13 países de este hemisferio hubo Emergencias Eléctricas entre 1992 y febrero de 2010. En el cortísimo lapso de los últimos 6 meses, gobiernos de 5 países se vieron obligados a decretar esa medida, que se suponía excepcional. (ver Infografías I y II)

Los problemas y desastres por causas eléctricas, o con efectos sobre este sistema vital de la vida contemporánea, parecen aumentar. Las causas pueden ser ecológicas, económicas, sísmicas, imprevisión gubernamental, o como suele suceder, una mezcla perversa de ellas.

La novedad, en todo caso, no está en esas cuatro razones por separado, o sin conexión, sino en la ruptura de una matriz sostenida en una ecuación demoníaca de producción/consumo de electricidad capitalista, desenfrenado, irracional y sin regulación social, durante casi un siglo.

Una sola muestra basta: según World Resources Institute, entre 1995 y 2008 el consumo de energía eléctrica se multiplicó dos veces y media en apenas 13 años. En América latina a un ritmo escandaloso del 5,3% interanual creció 46%. El consumo industrial y agroindustrial responde por el 38%, el domiciliario por el 42%, el resto en servicios varios. (CEPAL, 25-11-09/CIER-Comité Integrado Energético Regional, Diario Nación, Costa Rica, 29-11-09)

Venezuela encabeza ese consumo con 2189 kilovatios promedio por cada habitante. (INFO III)

En solo 10 años, en Venezuela creció el consumo eléctrico de 12.000 megavatios a 17.000 megavatios, sin renovación de la estructura desde 1982 y con una caída diagonal de la producción por causas naturales y retrasos de inversión. La correcta medida de nacionalización en 2007, llegó tarde respecto a las necesidades.

Esta locura de consumismo, a pesar de contener progresos relativos en las masas populares, se traduce en la multiplicación babilónica de adminículos hogareños. 6 mil millones de celulares pueblan el planeta para sólo unos 1.000 millones de consumidores. Esto es llamado por algunos autores “demanda artificial inducida”, y tienen razón, también se llama mercado, consumo irracional, que no es lo mismo que consumo de valores de uso,

Según Internet World Stats y Gartner, dos empresas líderes en estadísticas, existen más de 1000 millones de computadores personales en el mundo, sobre menos de 800 millones de usuarios. No por casualidad, cada vez que se presenta una crisis eléctrica, una de las recomendaciones es “cargar menor tiempo los celulares y otros aparatos similares”.

Al actual ritmo de consumo, no hay matriz eléctrica que resista, como no aguantaron la matriz industrial petrolera y otras más. Ni en Venezuela, ni en otro lado del planeta.

100 años atrás, cuando la electricidad comenzaba a ser una de las bases del desarrollo capitalista, dos jefes de Estado indicaron una misma perspectiva civilizatoria desde posiciones opuestas. El Presidente de EEUU, Woodrow Willson, dijo en 1915 que “el siglo XX pertenece al petróleo y la electricidad”; Vladimir I. Lenin, Jefe de la URSS, proclamó en 1921, que “Socialismo es Soviet más electricidad”.

100 años después, como si fuera una parábola garciamarquiana, el asunto se reveló más complejo para la estirpe humana. Las recurrentes crisis eléctricas develan, apenas, que estamos frente a la ruptura de una de las matrices de sustentación del modelo capitalista mundial de “desarrollo”, basado en la entropía y derroche de recursos.

El BID y la International Energy Agency, sostienen que hacer sustentable el parque eléctrico latinoamericano en 10 años, costará 53.000 millones de dólares, 10 mil de los cuales tienen carácter de urgencia. El dilema no es esa masa de inversión, sino el criterio de su uso. Ambas entidades recomiendan la desregulación del mercado eléctrico, es decir, la misma causa que condujo a los actuales efectos.

De nada sirve, entonces, culpar al cielo por las lluvias diluviales sobre Buenos Aires, o a Hugo Chávez por la sequía infinita en su país.


Venezuela ¿Caso testigo?


Depende para qué. De lo que no hay duda es que es víctima de las mismas causas y defectos de origen, con una diferencia: está en marcha un Proyecto que tiene como objetivo cuestionar los paradigmas consagrados de desarrollo, consumo, inversión, PBI, integración, matriz tecnológica, sustentabilidad. Por lo menos si nos guiamos por el Proyecto Nacional de Desarrollo Simón Bolívar 2007-2013.

Cuando los gobiernos de Marcos Pérez Jiménez y Rómulo Betancourt desarrollaron el moderno sistema eléctrico venezolano, creyeron que lo hacían para una antigua Ciudad-Estado del Asia Menor: sometieron a la sociedad a depender de un solo río, el Caroní, casi toda la generación de electricidad. Con el mismo criterio ataron toda su economía a un solo producto, el petróleo y a ninguna agricultura.

Las 11 redes regionales termoeléctricas e hidroeléctricas, construidas entre 1886 y 1947, por la burguesía primigenia, fueron suplantadas en los 14 años que mediaron de 1949 a 1963.

Desde entonces y hasta el año 2001, de ese río caudaloso pero finito, dependió hasta el 80% de la electricidad consumida, según el año. Más grave aún: el consumo residencial de solo 5 ciudades, entre 22, triplican el consumo sumado de las 9 empresas básicas del país. (Informe, EDELCA-Electrificación del Caroní, Guayana, 25-12-2009).

Por supuesto, en algún momento esa matriz tenía que explotar. Los fenómenos de “El Niño” y el QBO (Oscilación Cuasi-Bienal) de vientos, o sea, dos efectos fatales del lío climático, completaron la tarea. El resultado, más de medio siglo después, es haber puesto al país al borde del colapso eléctrico, si no caen lluvias hasta abril (Informe EDELCA, 25,12,09).

El Presidente de esta empresa venezolana puso el problema en pocas líneas: “Es que nos impusieron un modelo de país proveedor de materias primas, un río y una presa gigantesca para ese fin” (Entrevista 15-02-10).

El fulano Niño no es el único culpable. Al daño de origen se sumaron el tipo de PBI usado y la demanda domiciliaria dispendiosa. En Venezuela, la amplia clase media, además de la clase “alta” practican depredación domiciliaria y comercial de electricidad, también de gasolina en las rutas. De esa cultura del derroche no se salva la clase trabajadora, aunque no tenga la capacidad de hacerlo en la misma medida.

Esa herencia maldita significan más de 700 mil barriles anuales evaporados para mantener el parque automotor más grande del continente: casi dos autos por adulto, y la mayor cantidad de artefactos por hogar (INE, Anuario 2009 y Últimas Noticias, Investigación periodística, 25 de enero 2010). (Info II) 

Lo que ha sido beneficioso en términos de elevación del nivel de vida de los pobres con una inversión social de 330 mil millones de dólares en casi 10 años, comenzó a chocar estrepitosamente con el modelo petrolero aún dominante. La emergencia eléctrica venezolana es una grieta más en la horma civilizatoria dominante en el mundo.

El daño acumulado es tal que mantiene en vilo el plan de emergencia implementado por el gobierno: racionamiento de 2 horas promedio nacional, regulación estatal del consumo industrial y comercial, instalación de unos 10 generadores térmicos de emergencia, entre 2009 y febrero de 2010; los 4.000 millones de dólares en inversión que se aplicarán hasta 2012 (que 40% de lo recomendado por el BID en 10 años para el corto plazo en toda la región), reducción del 70% aportado a Brasil y el reemplazo masivo de bombillos incandescentes por alógenos de ahorro.

Lo cualitativamente nuevo en Venezuela, es que desde el año 2001 comenzó a diversificarse la matriz eléctrica, bajando del 80% hidráulica, al 68%. Ese proceso fue frenado abruptamente por otra locura: el golpe de Estado, que imposibilitó el tratamiento de un Proyecto presentado en 2002 para hacer la diversificación preventiva.

“Los 4.000 millones en 3 años tienen dos objetivos frenar el colapso y reducir la dependencia del Caroní al 50%”, nos contó el Presidente de EDELCA en el programa radial “Venezuela Ahora” que patrocina la Embajada venezolana en Argentina.

Lo que también era previsible, es que la batalla eléctrica para evitar el colapso, se convirtiera en batalla política para tratar de aprovecharlo, sin importar sus costos sociales.

La oposición de derecha venezolana sueña con tres fechas clave: que no llueva hasta abril para que el oficialismo pierda las Legislativas de septiembre 2010 y que ese colapso repercuta en las Presidenciales de 2012.

Es que la irracionalidad, cuando es de clases descompuestas, tampoco tiene límite. Tiene razón, entonces, la vecina cuando dice: tanta tecnología y estamos más vulnerables.


 

INFO I: Emergencias Eléctricas decretadas entre 1992 y 2010 (febrero) por causas naturales


PAIS DÍA/MES AÑO

Venezuela

8 de febrero

2010

Paraguay

11 de febrero

2010

Ecuador

8 de noviembre

2009

Chile

7 de mayo

2007

Brasil, en 18 Estados

Noviembre

2009

México

Noviembre

2007

República Dominicana

1º de Noviembre

2007

Nicaragua

5 de octubre

2007

Uruguay

Mayo

2007

Haití

12 de enero

2010

EEUU


1992, 1996, 2000, 2003, 2004

España

Junio

2004

Sudán

22 de Agosto

2007

Ghana

14 de septiembre

2007

Fuentes: Investigación del autor sobre Diarios web por país citado, conformado con la International Energy Agency.


 


INFO II: Apagones en el Hemisferio occidental 1999-2010


Argentina

78

Brasil

183

Bolivia

17

Chile

44

Colombia

111

Cuba

127

EEUU/Canadá

117

México

113

Paraguay

65

Perú

86

Venezuela

121

TOTAL

1062

Fuente: diarios web locales por país. 12 al 15 de Febrero 2010.

Investigación del autor


 

Argentina

1425

Haití, la más baja

57

Barbados

1195

Honduras

223

Bolivia

265

Jamaica

1110

Brasil

1036

México

856

Colombia

755

Nicaragua

482

Costa rica

889

Panamá

938

Cuba

953

Paraguay

183

Chile

999

Perú

529

Ecuador

357

Republica Dominicana

555

El Salvador

321

Trinidad & Tobago

1495

Guatemala

211

Uruguay

1206

Guayana

526

Venezuela, la más alta

2033

INFO III: Consumo de electricidad promedio en América latina y Caribe

(Kilovatio/Persona)

Fuente: International Energy Agency, 2009

Argentina

1425

Haití, la más baja

57

Barbados

1195

Honduras

223

Bolivia

265

Jamaica

1110

Brasil

1036

México

856

Colombia

755

Nicaragua

482

Costa rica

889

Panamá

938

Cuba

953

Paraguay

183

Chile

999

Perú

529

Ecuador

357

Republica Dominicana

555

El Salvador

321

Trinidad & Tobago

1495

Guatemala

211

Uruguay

1206

Guayana

526

Venezuela, la más alta

2033

Medidas del gobierno para evitar el colapso eléctrico en abril 2010


  • Reducción de la demanda de energía en Centros Comerciales (20Megavatios-MW)

  • Compra de 10 generadores térmicos para instalación en provincias

  • Instalación de 35. millones de bombillos de ahorro, adicionales a los 50 millones instalados hasta 2009 (200MW)

  • Reducción de la demanda de energía de los edificios públicos, celulares y aparatos de carga diaria (60MW)

  • Incremento de la generación termoeléctrica instalada antes de la crisis a sus niveles máximos (100MW)

  • Aplicación del pliego tarifario de los grandes usuarios comerciales

  • Reducción de ventas de energía a Brasil en 70% (60MW)

  • Reducción de la demanda de energía de empresas básicas de hierro, acero y aluminio (560MW)


Total ahorro a febrero 2010: 990 Megavatios.


Fuente: CORPOELEC, Corporación Eléctrica Nacional. División de Operaciones, Guayana, 25 de diciembre 2009.

ahorro a febrero 2010: 990 Megavatios. Fuente: CORPOELEC, Corporación Eléctrica Nacional. División de Operaciones, Guayana, 25 de diciembre 2009.

modestoguerrero@gmail.com



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Modesto Emilio Guerrero

Periodista venezolano radicado en Argentina. Autor del libro ¿Quién inventó a Chávez?. Director de mercosuryvenezuela.com.

 guerreroemiliogutierrez@gmail.com

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