Diferencias sustantivas entre las primarias opositoras y las bolivarianas

Sin lugar a dudas que las elecciones primarias del PSUV para escoger los candidatos a Diputados a la Asamblea Nacional en acto a efectuarse el próximo 26 de Septiembre del año en curso marcan un hito en la historia de la vida republicana venezolana, la participación de más de 2.5 millones de venezolanos a lo largo y ancho de todo el territorio nacional en unos comicios primarios, es el mayor contingente humano que se ha movilizado en eventos de esa naturaleza, son antecedentes al mismo las elecciones primarias efectuadas por el partido socialcristiano COPEY hace más de dos décadas cuando dicha agrupación partidista participaron el encartonado de Eduardo Fernandez y el golpista de Oswaldo Álvarez paz para elegir su candidato presidencial de aquella época, en esa oportunidad la participación ciudadana no llegó ni el millar de movilizados, otro antecedente fue las elecciones primarias efectuadas por la llamada mesa de la unidad (MUD) que agrupa a escuálidos de toda laya, en evento ocurrido recientemente y en el cual se movilizaron centenares de personas para sólo 15 circunscripciones electorales de 87 que existen actualmente en el País.

Decimos un hito por cuanto de ahora en lo adelante, no habrá proceso electoral primario de las diversas organizaciones partidistas, sean estas de oposición u oficialistas donde no participen la inmensa mayoría del pueblo venezolano, para que dicha selección responda a los parámetros democráticos, y en consecuencia sea declarado expresamente como democrático y participativo.

Otra cosa es la calidad del proceso en cuanto a la selección de los candidatos, las perversiones de “cuanto tiene cada candidato, cuánto vale”, y de la subordinación de los mismos a factores mercantilistas o de propósitos grupalistas orientados por mezquinos intereses siguen estando presente en la Venezuela de nuestro tiempo, tanto en la oposición como en el oficialismo, valga decir en el escualidismo o en el sector bolivariano, sólo que hay una diferencia sustantiva, y es que mientras los bolivarianos mediante procesos de crítica y autocritica y del cabal cumplimiento de las bases conceptuales y programáticas del PSUV combatimos las perversiones señaladas, los escualidos no las pueden enfrentar por cuanto para ellos el mercantilismo y el personalismo son pautas consustanciales a su propia existencia como sector político y social, es decir que las citadas pautas los amalgaman indisolublemente, la ideología del liberalismo y el modo de producción capitalista fundamentados sobre el exacerbado individualismo y la incondicional entrega al mercado, no les permiten ningún margen para enfrentar las prácticas perversas señaladas.

En nuestro caso como militantes revolucionarios bolivariano estamos obligados a aplicar las tres “R” en cuanto a la selección de los candidatos a los distintos cargos del poder público por vía electoral, pues en el caso de las primarias del 2 de Mayo como dice el dicho popular se colaron “bagres entre las sardinas”, entendemos lo de las autopostulaciones, y que ello se presta a la participación de impostores, pero para eso debe haber un partido y unas reglas del juego que apliquen los correctivos necesarios, y para tal propósito el proceso revolucionario bolivariano dispone de un partido como el PSUV que en lo sucesivo deberá asumir con mayor fuerza una acción de profilaxis para garantizar la presencia de verdaderos revolucionarios en los distintos órganos del poder público y particularmente en las instancias legislativas.


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Mariano Crespo

Universitario, socialista, bolivariano y humanista, partidario de la no concesión a la derecha golpista.

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